Versión estenográfica del mensaje de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la ceremonia de develación de la pintura del senador Alejandro Armenta, como presidente del Senado de la República, durante el Segundo Año de Ejercicio de la LXV Legislatura.
MODERADORA: Distinguidos senadores de la LXV Legislatura, equipo de transición y nombramientos del gabinete del Estado de Puebla:
Es un placer darles la más cordial bienvenida al Salón Luis Donaldo Colosio de la Casona de Xicohténcatl, antigua sede del Senado de la República, para la ceremonia de develación de la pintura del senador con licencia Alejandro Armenta, como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República durante el Segundo Año de Ejercicio de la LXV Legislatura.
En calidad de invitados de honor, saludamos la presencia de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva.
El senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política.
Por supuesto, saludamos la presencia del senador con licencia por el estado de Puebla, Alejandro Armenta. Bienvenido.
De igual manera, destacamos la presencia de la licenciada Olga Lucía Garci-Crespo, presidenta de Morena en el estado de Puebla.
Bienvenidas, bienvenidos todos.
A continuación, escuchemos el mensaje que nos dirige la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera.
SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias.
Buenos días a todas, a todos.
Amigas, amigos del estado de Puebla. Buenos días.
Coordinador Ricardo Monreal Ávila, del Senado de la República.
Pero, sobre todo, buenos días al senador con licencia y gobernador electo del estado de Puebla.
Es un orgullo decirlo con esas palabras: Gobernador electo del estado de Puebla.
Dicen que no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, querido amigo, y ese plazo y ese tiempo tiene que ser hoy, porque en este espacio donde hoy nos hemos reunido, están los hombres y las mujeres que han presidido la Mesa Directiva del Honorable Senado de la República.
La huella no solamente es la imagen, sino el trabajo, la dedicación, la responsabilidad con la que se asume tan alto cargo.
Durante estos casi seis años, donde muchas y muchos tuvimos el gusto de conocernos y de reconocernos, tuvimos la oportunidad de encontrar en Alejandro Armenta un hombre estudioso, un hombre disciplinado.
Y quiero decirle, que me permita decírselo a mi querido amigo, hasta, no sé cómo decir la palabra correcta, de un hombre hiperactivo. Tenía dos o tres actividades al mismo tiempo.
Me tocó con él compartir en la Mesa un año, como vicepresidenta, y los que estamos en lo íntimo, en ese espacio, cerquita, donde te das cuenta que tiene tres teléfonos: uno para Puebla, uno para la Ciudad de México, uno para los asuntos urgentes, uno para los familiares, y tenía tres o cuatro personas recibiendo instrucciones al mismo tiempo, y al tiempo estaba escuchando el debate en la Mesa, y estaba controlando la Mesa.
La verdad es que quiero reconocerle al senador esa capacidad mental que tiene, de poder hacer muchas cosas al mismo tiempo y tener control.
Creo que eso que pocos percibimos del Senador, es la actividad de un hombre que ha ganado el gobierno de su Estado a base de mucho trabajo, que se tuvo que levantar, y que tuvo la capacidad de reconstruirse, y que hoy representa para Puebla una esperanza muy grande, y no solamente para su Estado.
Quienes vamos a compartir por territorialidad cercanos a Puebla, sentimos alivio, en el caso de su servidora, que soy su vecina de Tlaxcala, el saber que tendremos a un gobernador humano, profundamente humano, que va a conducir su agenda política y pública con respeto y cordialidad con sus vecinos.
Enhorabuena, estimado senador.
Este Senado dejará plasmada ahí tu imagen, pero sobre todo tu historia, lo que hiciste, lo que dijiste, lo que luchaste, lo que construiste.
Y que sea para bien de la historia de este gran Senado, que este año cumple 200 años de su instauración y 150 de su restauración.
Y, por supuesto, que quede para la historia de los hombres que construyen su leyenda cuando ya no están. Aquí empieza la leyenda del senador Armenta. La del gobierno apenas empezará.
¡Enhorabuena! ¡Felicidades! Es un honor acompañarte.
Gracias.