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Versión estenográfica del mensaje de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la proyección de la película “Cosas Imposibles”, en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.  

Muchas gracias.  

 

Buenas tardes a todas y a todos. Bienvenidas, bienvenidos a este espacio que fue destinado para llevar a cabo una de las muchas actividades que tenemos previstas en el Senado de la República, para conmemorar y refrendar nuestro compromiso con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. 

 

Doy la más cordial bienvenida a la Casa del Federalismo a quienes nos acompañan en el presídium, especialmente a la protagonista y protagonistas, sobre todo, que seguramente nos estarán viendo si no están aquí presentes, de este filme “Cosas Imposibles”, la actriz Nora Velázquez, un aplauso muy fuerte para ella, muchas gracias. 

 

La he visto en televisión desde que era una niña. Me da mucho gusto conocerla personalmente. 

 

También, ojalá se encuentre entre nosotros, el actor Benny Emmanuel.  

 

También doy la más cordial bienvenida a Mónica Lozano, productora de dicho filme. Muy importante, porque sin productor no hay nada. Gracias, todo mi reconocimiento, por supuesto para ella. 

 

Y doy la bienvenida a Ana Luisa Gamble, directora de Gerontología del Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores del INAPAM. Qué trabajo, ¿verdad, Ana Luisa? 

 

Es precioso, porque es nuestra segunda vuelta a la infancia, y si Dios nos permite la vida, ese va a ser nuestro fin. Hay que volver a ser un niño y a los que todavía no llegamos, tratarlos con la ternura y el amor que se merecen; porque cuando fuimos niños nos lo dieron. Hay que recuperar cuando lleguemos a esa edad. Muchas gracias. 

 

Y por supuesto, a quien es la responsable de todos los trabajos aquí en favor de la igualdad, es imposible no reconocer tu gran trabajo, querida. 

 

Quiero hacer propia esta ocasión para saludar afectuosamente al personal del Senado de la República, quienes nos acompañan. A mi paisano Eduardo Medel, muchas gracias. A Mauricio Farah y por su puesto a Gabriel. 

 

Hoy disfrutamos de una película que nos ha dejado un mensaje muy claro para visibilizar los tipos y modalidades en que ocurren las violencias, porque no es la violencia, son las violencias. Y a veces estamos tan acostumbrados y acostumbradas a vivir en ellos, que creemos que la violencia es una y las violencias son tantas, y estamos tan adaptados, que ni nos damos cuenta cuál de todas ellas es la que nos lastima. 

 

Debemos recordar, además, que en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Sin embargo, en Latinoamérica esta fecha se conmemora apenas desde 1981, en honor y memoria a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, que fueron asesinadas en 1960 bajo la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. 

 

Es importante señalar que las violencias contra las mujeres son más frecuentes de lo que pensamos. Si bien contamos con diagnósticos, cifras generadas en el ámbito público, académico y de la sociedad civil que evidencia la gravedad de la violencia contra las mujeres, las niñas y adolescentes, derivado de los mitos y normalización que la caracterizan; podemos asegurar que la incidencia y prevalencia es aún mayor a la identificada. 

 

Desde el Senado de la República, las senadoras y los senadores hemos reiterado nuestro compromiso con la erradicación de la violencia, poniendo especial énfasis en la prevención de la misma a través de reformas que impactan de manera positiva la vida de las mujeres, las niñas y las adolescentes. 

 

Hemos reforzado mecanismos de protección a través de la extensión en la vigencia de las órdenes de aprehensión. Hemos tipificado el uso de sustancias ácidas o corrosivas, utilizadas para agredirnos. 

 

Hemos fortalecido la operación de los centros de justicia y la alerta de violencia de género. 

 

A estos avances legislativos se suman las reformas constitucionales aprobadas y que tienen por objeto garantizar el derecho humano de las mujeres a vivir libres de violencia, entre las que se destacan la Ley 3 de 3 Contra la Violencia, donde se establece que las personas que hayan sido sentenciadas por haber cometido delitos contra la vida, la integridad corporal, contra la libertad y la seguridad sexual, violencia familiar y violencia política contra las mujeres por razón de género, o hayan sido declaradas como personas deudoras alimentarias morosas, no podrán ser registradas como candidatos o candidatas para ocupar cargos de elección popular o empleos en el servicio público, además de establecer la creación del Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias. 

 

Quiero decirles, compañeros, que ésta es una gran Reforma; una gran Reforma. 

 

¿Qué es lo más importante para un ser humano? Dar la vida por nuestros hijos. 

 

Pero durante muchos años, fue un asunto de las mujeres. Muchos, muchos abandonaron a sus hijos a lo más grave: al hambre. ¿Cómo podían sentarse a comer sin recordar que tenían hijos que no tenían garantizada la alimentación diaria? 

 

Esta Reforma es una justicia, es un acto de justicia histórico para nosotras. Todavía falta que realmente los deudores alimentarios paguen, pero es un avance histórico el que ningún deudor alimentario sea candidato. 

 

La mitad de la población somos mujeres. Cómo se atrevían a ponernos de candidato a un hombre que ofrecía ayudar a la sociedad y no ayudaba ni a su propia sangre, y tenía que ser votado por mujeres. 

 

Entonces, es un gran, gran acto de justicia para todas nosotras y para los niños y las niñas. 

 

El Estado Mexicano, a través de sus instituciones, tiene la obligación de asumir el compromiso de erradicar la violencia al interior de sus estructuras. 

 

El Senado de la República no es la excepción. A través de la Unidad Técnica para la Igualdad, que se ha creado aquí en nuestro Senado, tenemos una serie de mecanismos para prevenir, atender y no discriminar, con el objetivo de promover una cultura laboral que fomente el respeto entre personas y que garantice el acceso de las mismas en igualdad real de condiciones, las mismas oportunidades y derechos, ¡y derechos! 

 

Es increíble que todavía las mujeres, por el hecho de ser mujeres y estar embarazadas, seamos discriminadas, despedidas cuando más vulnerables somos. A estas acciones se suman muchas más. 

 

Muchas gracias nuevamente al elenco principal del filme por aceptar acompañarnos, por participar con nosotros de este espacio, por interactuar con el personal del Senado. 

 

Muchas felicidades por lograrlo a través de esta película. Porque no hay mejor manera de sensibilizar a la humanidad a través de todos nuestros sentidos. 

 

Muchas gracias por hacerme llorar. 

 

Y, finalmente, queremos agradecer a Guadalupe Sánchez Carrillo, encargada de la Secretaría General del Sindicato, que se encuentra presente con nosotros. 

 

A la tesorera, también, María del Carmen Salinas, y a todos por estar presentes en este espacio. 

 

Muchas, muchas gracias y muchas felicidades.