Versión estenográfica del mensaje de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en el foro “Ciencia, tecnología e innovación, en el deporte en México”.
Muy buenos días a todas, a todos.
Saludo al presídium, con mucho respeto, con mucho cariño, para nuestro estimado compañero Jorge Carlos Ramírez Marín.
También nos da mucho gusto recibir a todas y todos los médicos, especialistas, deportistas, campeones y campeonas, que están hoy aquí en el Senado.
Me siento muy congratulada el día de hoy, porque iniciamos una jornada de trabajo temprano, considerando que ayer terminamos como a eso de las dos de la mañana.
Nueve y media de la mañana, el Senado de la República tiene actividades en Xico, que es otro de nuestros espacios, con el PARLATINO, hablando de temas laborales y temas de migración.
Y estamos aquí hablando ahora de ciencia y tecnología e innovación en el deporte en México.
Todos los temas que hoy tienen que ver con una sociedad dinámica, donde los temas en el Senado de la República se convierten en temas de interés y de gran trascendencia.
Que hago, en este reconocimiento, al senador Ramírez Marín, por traer un tema tan importante al Senado de la República.
Nada nos debe ser ajeno.
Escuchaba yo a uno de los ponentes en el momento en el que llegué, donde nos dice con claridad cómo debemos tratar el cuerpo humano cuando se lleva a extremos físicos en una competencia, donde no todos los cuerpos son iguales, no todas las capacidades son iguales y, si sabemos con ciencia y tecnología potenciar el cuerpo humano, tenemos el éxito y el triunfo, con el respeto a la salud y a la vida de nuestros deportistas para tener atletas de alto rendimiento que llenen de gloria a nuestra nación.
No es la raza, no es la altura, no es el tamaño, son las capacidades que se pueden desarrollar con la Ciencia y la Tecnología.
Esto hoy yo quiero festejarlo y decirle, senador Ramírez Marín, que las acciones que tenga lugar el Senado para impulsar van a contar con el respaldo y la solidaridad de todos nosotros.
Tengo un hijo de 20 años. Hace algunos años, tuvo un percance; lo golpearon y sufrió mucho, el dolor del cuerpo, pero también el dolor de la dignidad. Y un día me dijo: “No me van a volver a golpear. Y yo quiero aprender artes marciales”.
Cuando estaba yo escuchando al especialista que estaba hablando cuando llegué, me acordé de él, porque nuestros hijos van a hacer ejercicio, pero no toman agua; porque nuestros hijos hacen ejercicio de manera tres, cuatro horas al día, pero no cuidan su cuerpo.
Si nosotros no consideramos los cuidados en el momento que pueden repercutir en el largo plazo, una acción en su beneficio se puede convertir en una lesión que los lastime para toda la vida, o en un infarto que no prevenimos por no haber considerado que el cuerpo humano es una máquina perfecta que necesita cuidado.
Yo les agradezco porque hoy por lo menos me llevo algo para la experiencia de mi vida.
Enhorabuena.
Felicidades y estamos a sus órdenes en el Senado de la República.
Muchas gracias.