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Versión estenográfica de la presentación del proyecto “Por el Derecho a una vida libre de Violencias”, que presenta la senadora Mónica Fernández Balboa, presidenta de la Comisión de Gobernación del Senado de la República. 

 

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes. 

 

La verdad es que me emociona mucho ver que nos están acompañando en esta Casona de Xicoténcatl, que es la sede histórica del Senado de la República, donde muchos hombres, muchos hombres, pero también algunas mujeres, han alzado su voz en esta historia para venir a trabajar por México. 

 

Les doy la más cordial bienvenida y espero que este día, sea un día que todas y todos puedan recordar. 

 

Agradezco mucho la presencia del senador Eduardo Ramírez Aguilar, el presidente de la Junta de Coordinación Política, que lo estaban esperando en otra reunión, pero agradezco mucho que haya venido a estar con nosotros. 

 

Y por supuesto, con mucho orgullo, porque es otra mujer fruto de esta lucha y de esta batalla que hemos estado dando durante muchos años, a la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, la senadora Ana Lilia Rivera. Bienvenida y gracias por estar con nosotros. 

 

Agradezco la presencia de Hannia Albarrán y de Paulina Guerrero.  

 

De mis amigas que están aquí, que han venido algunas incluso desde Tabasco, gracias. 

 

A la maestra Sulma Campos, con quien hemos estado trabajando en este proyecto desde hace ya un tiempo. 

 

A la magistrada Margarita Espinoza, presidenta del Tribunal Electoral de Tabasco. Gracias por estar aquí. 

 

A la maestra Edith Chávez, del CONALEP. Muchas gracias, maestra. 

 

A la maestra Nora Goris Mayans, secretaria general de la FES Acatlán. Muchas gracias por estar aquí con nosotras. 

 

Con mucho gusto y la verdad es que ahora van a entender porqué me llena de satisfacción que está aquí con nosotros, la doctora Leticia Catalina Soto, que ella es nada más y nada menos que la titular de la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas de la Fiscalía General de la República. Es decir, es nuestra “Fiscala”; perdón si se dice así y muchas gracias, Lety, que te hayas dado el tiempo para poder estar con nosotros y poder oír a Hannia, a Paulina y esperamos que tú nos puedas decir: esto está bien, esto está mal y nos ayudes en el futuro. 

 

Le damos las gracias también a personal de la CONAVIM, que es la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres; que están aquí con nosotros. 

 

A nuestras amigas del Colectivo 50+1 que estamos en todo el país, muchas gracias. Un saludo, por favor, a Claudia Corichi, que no pudo estar ahora con nosotros. 

 

A todas las alumnas y los alumnos que están aquí. A mis amigas, a mis artistas, a mis mujeres líderes, a las funcionarias y colaboradoras del Senado; bienvenidas todas. A nuestras amigas comunicólogas, que también están aquí desde Tabasco. 

 

A lideresas profesionales, a profesionistas, a mamás, abuelas, a tías, a todas y todos cada uno de los que están aquí, muchas gracias. 

 

Hoy queremos invitarlas a reflexionar sobre la situación que vivimos las mujeres de Tabasco, las mujeres de México y el mundo entero. Como lo hemos podido observar en el video de introducción que nos da una mirada muy rápida y muy ágil, al fenómeno de la violencia contra las mujeres; y también al transitar histórico de nuestros derechos, de los movimientos femeninos que nos han llevado a lograr estas transformaciones. 

 

Y, una reflexión tratamos de hacer con este video, pero creo que las palabras de Paulina y de Hannia han sido un mejor testimonio, que nos debe de invitar a reflexionar. Los sueños de Paulina nos deben de cimbrar y nos comprometen a todos. 

 

Y en este sentido, quiero decirles que como bien lo dijeron hace un ratito, me tocó ser la primera presidenta del Senado mexicano en este siglo; cuando por primera vez en la historia de nuestro país, el Congreso se constituyó con paridad, es decir, mitad hombres y mitad mujeres. Y desde aquí puedo informarles que nos hemos dado a la tarea de tratar de construir un mundo mejor para las mujeres, para las niñas, para las adolescentes. 

 

Hoy, la Organización de las Naciones Unidas califica la violencia contra las mujeres como una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo. La misma ONU, en sus objetivos inmediatos de igualdad de género, pretende eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, en los ámbitos público y privado. 

 

Sin embargo, para poder avanzar en cada una de las aristas que en particular engloba la violencia hacia las niñas, adolescentes y mujeres; se requiere de acciones integrales y paralelas. Varios países han adoptado marcos jurídicos para este fin, penalizando delitos específicos; sin embargo, al menos en los últimos reportes análisis de la ONU, no se ha registrado un avance significativo. 

 

La violencia contra las mujeres se manifiesta en diversas modalidades y tipos, y esta es una de las razones que me lleva a reunirlas aquí. Abordar este tema requiere de acciones socioculturales, socioeconómicas, educativas, legislativas y de política pública; pero de manera conjunta, que tengan como objetivo mejores políticas y prácticas que protejan a las mujeres y a las niñas. 

 

Al ser un proceso lento, porque como lo vimos en el video, venimos arrastrando este fenómeno, este lastre de la violencia desde los principios de la humanidad; necesitamos hacer un cambio cultural, que primero debe asentarse en la comunidad para asegurar la verdadera eliminación de la violencia y que podamos continuarlo en el tiempo. 

 

Tenemos que empezar desde el principio de todo, desde nuestra educación en el seno de nuestras familias, de nuestras comunidades, en nuestro salón de clases, en nuestro entorno más cercano; para ir reeducándonos en temas tan fundamentales, que muchas veces la propia cultura y tradición ancestral nos hacen olvidarnos de que existe la violencia, simplemente no la vemos porque estamos acostumbrados. 

 

Desde este Senado, hemos puesto nuestro mayor esfuerzo para integrar una agenda centrada en estas necesidades de las mujeres, de las niñas y de las adolescentes; en la defensa de sus derechos humanos y su seguridad, entre otros temas. 

 

Por ello, trabajamos para construir una herramienta diseñada para transmitir esta información valiosa de una manera sencilla, clara, gráfica a través de la cual todas, en todas las etapas de nuestra vida, podamos tener los elementos necesarios para identificar estas desigualdades y violencias que limitan nuestro derecho a vivir sin ellas. 

 

Este proyecto, como lo dijo el senador Eduardo, lo presenté en Tabasco el año pasado, y ahora con la voluntad del Senado de la República, en especial del presidente de la Junta de Coordinación Política, del senador Eduardo Ramírez, y de la presidenta Ana Lilia Rivera; lo hemos actualizado y mejorado, coordinando un trabajo muy bien articulado entre las áreas del Senado, con la Unidad de Igualdad de Género, que aquí está la maestra Sulma. 

 

Y hoy puedo decir muy orgullosa, que es un trabajo formal, realizado desde el Senado de la República, para todo el país. No tiene colores, no tiene religión, no tiene tintes partidistas; porque la causa de las mujeres es una causa de todas, es una causa que nos debe hermanar, porque es una causa de amor. Y este amor es por todas y para todas, en cualquier parte; y hoy, las y los integrantes del Senado de la República, podremos difundir este material en cada uno de nuestros estados. 

 

Sin más preámbulos, permítanme presentarlos. En la entrada les dieron creo que el material y permítanme presentarlo. 

 

Tratamos de hacer un folleto que de una manera muy ágil y muy práctica, podamos recurrir todas y leerlo, sin que nos aburra, sin que quiera decir “ay, la ley, el inciso z de la fracción 80, de la ley tal…”. No, aquí tratamos de sintetizar y que ustedes de una manera muy ágil, puedan conocer qué es lo que somos y cuáles son nuestros derechos. 

 

Este proyecto se llama “Por un derecho a una vida libre de violencias”, y tenemos que empezar sabiendo que todas y todos tenemos derecho, y nuestro principal derecho es vivir libres de violencia y sin discriminación, porque es un derecho de todas. Y que nuestras decisiones se deben de respetar en igualdad, con dignidad y autonomía. 

 

Es responsabilidad de las autoridades, garantizar la vida digna de las mujeres y las niñas. Los derechos humanos de las mujeres y las niñas, están sustentados simple y sencillamente en, primero: la igualdad, y son indispensables para nuestro desarrollo integral. 

 

Todas las personas poseen los mismos derechos y todas y todos, porque aquí estoy viendo algunos jóvenes que van a decir “esto es nada más para las niñas”. No, estos derechos son para todas y para todos, todos debemos ser respetados de la misma manera y sin violencia. 

 

¿Cuál es nuestro objetivo? 

 

La igualdad. La igualdad y la no discriminación. Y entonces, nos preguntamos ¿qué es la igualdad? ¿Por qué todos hablamos de la igualdad? 

 

Y la igualdad, cuando hablamos de eso, es que nos referimos a que tiene que ser el mismo trato y las mismas oportunidades, exactamente igual a las mujeres y a los hombres; sin importar las características de edad, raza, condición social, actividad cultural, etcétera. 

 

¿Cómo saber si fui discriminada o discriminado? 

 

Aquí, podemos ver porqué motivos nos pueden discriminar. Y nos pueden discriminar y díganme, levante la mano quien no haya visto un acto de discriminación por ser indígenas; ¿alguien que no haya visto nunca que discriminan a alguien? Nadie, ¿verdad? 

 

Por edad, por orientación sexual o por su identidad de género, por el trabajo que realizamos, por el estado civil, por la condición social, por el embarazo. Muchas veces a las mujeres que están embarazadas “tú ni vengas”, “no, tú no puedes trabajar”. Eso es discriminación y, ¿qué creen? La discriminación es violencia y está en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el artículo 4º: los hombres y las mujeres somos iguales ante la ley. 

 

¿Y cuáles otros tipos de violencia hay? 

 

Todas estas violencias existen y muchas veces nosotras las hemos vivido y creemos que son cosas normales. Hay violencia psicológica, física, patrimonial, económica, sexual y cualquier otra forma, cualquier otra acción que lastime nuestra integridad, nuestra dignidad o nuestra libertad, es violencia.  

 

Y lo peor, es que la violencia la podemos encontrar al interior de la familia y la podemos encontrar al interior del trabajo y la podemos encontrar en la escuela y la podemos encontrar en nuestro salón de clases y la podemos encontrar en cualquier ámbito donde participemos las mujeres; ¿y qué creen? También hay violencia digital, y el uso de las tecnologías, de las redes y todo esto, también puede generar violencia. 

 

Y obviamente, la expresión más grave de la violencia contra las mujeres es la violencia feminicida.  

 

Pero también, aquí vienen las buenas noticias, no crean que todo está mal; también ya existen los mecanismos de protección para prevenir y atender estas violencias, como las órdenes de protección. 

 

Aquí, tenemos autoridades administrativas que pueden atender y que pueden prevenir y que nos tienen que escuchar, para ir acabando con todos estos vicios, con todas estas lacras que tenemos encima. 

 

Tenemos instituciones como el Ministerio Público, como el Poder Judicial competente. Y tenemos que saber, tienen que saber ustedes y cada una de nosotras, que si fuimos víctimas de violencia y que se encuentra en riesgo nuestra integridad o nuestra vida; podemos acudir y denunciar inmediatamente; y las autoridades están obligadas a emitir órdenes de protección para que no nos pase absolutamente nada. 

 

Ampliamos, ¿por qué les comento esto? Porque es hasta ahora que, desde el Senado de la República, desde este Congreso de la Unión, ampliamos el tiempo de vigencia de las órdenes de protección; antes las mujeres decían ¿para qué voy a denunciar que me golpearon, pero me van a proteger tres días? No se me va a acercar el agresor y a los tres días va a llegar y me va a dar una patiza peor. 

 

Pues no, ahora se ampliaron hasta a 60 días las órdenes de protección y se pueden ampliar, pueden ser prorrogables. 

 

Y esta es la violencia feminicida, es la expresión más grave de la violencia contra las mujeres y las niñas, que puede provocar la muerte. Pero para ser visible de este tipo de violencia, por fin se tipificó el feminicidio como una figura penal que busca garantizar el acceso a la justicia de las víctimas, directas o indirectas y garantizar la reparación integral del daño. 

 

Este delito también se tipificó que puede recibir hasta 60 años de prisión. 

 

Las víctimas directas, sobrevivientes e indirectas de un feminicidio, tienen derecho a que las autoridades lleven a cabo los actos de investigación y las diligencias con perspectiva de género; que se respete el derecho de las víctimas a recibir protección, porque muchas veces se sigue teniendo miedo porque como ya fueron capaces de matar a una mujer, se sigue teniendo miedo de impulsar las acciones de justicia, pues también se sigue teniendo acceso a recibir la protección a través de las medidas que resulten necesarias y a que se les proporcione atención integral: de servicios de medicina, de psicología, de asesoría jurídica, etcétera. 

 

Y, más derechos que están consagrados en la Ley General de Víctimas y las leyes. Cuando hay situaciones por regiones de violencia de género, que son recurrentes y donde hay feminicidios; las autoridades también tienen la herramienta para emitir las alertas de género. 

 

Y, todo esto que les voy a empezar a decir ahora, son temas que nos hemos dedicado a hacer en estos últimos cinco años desde el Senado de la República. Ustedes me van a decir ahora que cómo es posible que hasta apenas ahora se estén viendo estos temas; pero esto es precisamente el problema que inicié diciéndoles: la falta de visibilización y de que en la historia hemos normalizado la violencia contra las mujeres o la falta de derechos de las mujeres. 

 

En esta Legislatura yo les dije que es la primera vez que las mujeres tenemos el 50 por ciento de la integración de las Cámaras. Y perdónenme que se los diga, pero cuando fui presidenta, yo decía “y por qué tanta bulla, por qué hacen tanta fiesta de que haya llegado una mujer presidenta”.  

 

Y me di cuenta, le pedí al equipo que buscáramos qué significaba realmente que tuviéramos mayoría las mujeres, y nos pusimos a hacer una numeralia. Y en esta numeralia resultó que, aquí están mis compañeras, que más del 50 por ciento del personal administrativo del Senado de la República en las posiciones de titularidad de las áreas, eran mujeres. 

 

 Y resultó que el 53-54 por ciento de las iniciativas que se habían presentado en el Senado de la República, las habían presentado mujeres. Y de estas, un mismo número del total de todas las iniciativas que se habían aprobado hasta ese momento en el Senado de la República, eran propuestas por mujeres; ¿y que tenían esas iniciativas? ¿Por qué eran importantes? 

 

Porque por primera vez eran iniciativas que se enfocaban en los problemas y en la vida cotidiana de las mujeres. Hoy por hoy, por ejemplo, les voy a mencionar algunas porque no nos da tiempo de decirles todas: prohibición del matrimonio infantil, es la primera vez que existe en nuestro país, ¿desde cuándo conocemos que a las niñas las venden, que las comprometen en muchas partes todavía del país? Y no estaba prohibido el matrimonio infantil. 

 

Los delitos relacionados con el abuso sexual infantil, tampoco estaba reglamentado como tal. 

 

Y hoy por hoy en estas dos Legislaturas, ¿qué fue lo que se hizo? Que ya no prescriben los delitos de abuso sexual contra las niñas y contra los niños. 

 

Y en cualquier momento las víctimas pueden denunciar a sus agresores y tienen derecho a un trato justo. 

 

Se ampliaron los delitos en la Constitución -que ha sido ahí toda una polémica- que ameritan la prisión preventiva oficiosa; es decir que van a la cárcel, y es el abuso y la violencia sexual contra los menores de edad, el feminicidio, el robo a casa habitación y la desaparición forzada. 

 

¿Ustedes creen que es la primera vez que hay feminicidios en el país?  

 

¿Ustedes creen que es la primera vez que hay abusos sexuales contra los jovencitos, jovencitas, contra las niñas y contra los niños?  

 

Pues hasta ahora acaba de ser un delito tipificado. 

 

Se reformó, se incorporó la violencia política contra las mujeres en razón de género y la violencia digital y mediática, esa violencia, cuando te empiezan a mandar los mensajitos agresivos, denunciando con fotos indebidas, con ataques que suele pasar mucho en las cuentas de whatsapp o Tiktok o todo eso, eso también es delito. 

 

Ya no estamos indefensas ante alguien que pueda hacernos daños a través de eso. 

 

Y se reformó el Código Penal para tipificar el delito de la violación a la intimidad sexual.  

 

Estos que sin con tu consentimiento suben fotos tuyas o alguna cosa, es delito también. 

 

Y algo muy, muy importante. Se incluyó como delito también el uso de ácidos o sustancias corrosivas, tóxicas o inflamables en contra de cualquier mujer. 

 

Y hay aquí un tema que nos gusta mucho, que la verdad es que hay muchas de las mujeres que estamos aquí que no me van a dejar mentir, que se ha luchado mucho, que es esta reforma para los derechos alimentarios. 

 

Ustedes saben que muchas veces cuando los papás dejan de estar juntos, cuando los papás se divorcian, el papá tiene que dar la pensión alimentaria para darles una vida digna a las niñas, a los niños, a sus hijos, educación, salud y que muchas veces la realidad es que se hacían pato y no lo daban; y pasaban los años y los años, y la mamá es la que tenía que ver de qué manera podía salir adelante.  

 

Hoy eso también se legisló en materia de pensiones alimenticias, para asegurar los derechos alimentarios de todas las niñas y los niños que están en esta condición. 

 

Y se crea además un Registro Nacional de Deudores Alimentarios. Es decir, el que no pague va a ese registro; y, una vez que vaya a ese registro, no puede ir a sacar su licencia de conducir si está en ese registro; no puede ir a sacar pasaporte si no tiene su constancia de que ha pagado su pensión alimentaria. No va a poder hacer ningún trámite y tenemos que seguir impulsando es. 

 

Y, al lado de eso, hicimos otra reforma que se conoce como la Ley 3 de 3 Contra la Violencia, porque aparte de que sean deudores alimentarios, si llegan a ser violentadores con las mujeres o llevan un juicio por violencia, también van a estar en un padrón y no van a poder ni aspirar algunos a cargos de elección popular o tener empleos en una actividad pública. 

 

Se prohibió el castigo corporal para las niñas, los niños y los adolescentes. Esto solito se explica. 

 

Se amplió y mejoró la coordinación y operación para implementar la violencia política en razón de género. 

 

Se reformó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación para específicamente establecer como una conducta discriminatoria que quieran prohibir o limitar el acto de amamantar en espacios públicos, y que las mujeres trabajadoras puedan darle de comer a sus bebés en sus centros de trabajo. 

 

Díganme ustedes, ¿acaso, es la primera vez en la historia de la humanidad que las mujeres tienen que darles de comer a sus hijos, que tienen que amamantar? No; pues no se había hecho. 

 

Eso es lo que esta sensibilidad de las mujeres puede promover para que se hagan leyes y para que se hagan derechos.  

 

También se hizo una reforma para darles protección y seguridad social a las personas trabajadoras del hogar que no tenían ningún derecho. 

 

Se reconoció a los pueblos y comunidades afromexicanas, que no las teníamos visibilizadas o las teníamos caracterizadas específicamente como un sector de la población. 

 

Firmamos varios instrumentos internacionales para garantizar en los espacios laborales que tengan una vida libre de violencia y de acoso, por razón de género. 

 

Aquí están las leyes, o algunas de las leyes que hemos estado trabajando para brindar de estos nuevos derechos. 

 

Y es importante, aquí es muy importante. Tenemos que, entre todas y entre todos, exigir que nuestros derechos estén plasmados en todo el país. 

 

Nosotros, aquí dice, ustedes van a ver que dice que en cada entidad federativa tiene un marco de protección basado en estas normas. 

 

Hemos hecho todas estas reformas legales en la Constitución Federal, en las leyes generales, en las leyes federales. Pero, ¿qué creen? Que en muchos estados de la República todavía no hacen la homologación de estas leyes en cada entidad. 

 

Y entonces estamos viviendo una contradicción y estamos viviendo un vacío, porque en el momento que mi compañera de Veracruz vaya a denunciar por pensión alimentaria en Veracruz, se van a encontrar con que no han hecho la homologación en la Ley Estatal, y entonces no pueden seguir el juicio. Ahí que le haga como quiera, que si quiere se vaya a un tribunal federal. 

 

Porque a nosotros a nivel federal, digamos, que ya está, por decirlo así, ya está el paraguas que ampara todos estos derechos, pero allí estamos perdiendo tiempo, estamos perdiendo recursos y se hace, perdón que lo diga, pero muchas lo sabemos, son trucos para finalmente no darnos los derechos y las oportunidades de desarrollo que tenemos. 

 

Por eso hoy, desde aquí en este evento desde la Casona de Xicoténcatl, hago un llamado a todas las mujeres diputadas locales de cada uno de los estados del país, para que trabajemos juntas, para que entre todas pongamos nuestro mayor empeño para que en nuestros estados sean una realidad todos estos derechos y estos avances y estas herramientas para dar justicia a las mujeres, a las niñas y a los adolescentes. 

 

Y, bueno, lo que pedimos es que todas nuestras acciones las hagamos con perspectiva de género. 

 

Les estamos dando todos los elementos; pero también en el folleto viene a dónde pueden recurrir. 

 

Y en este folleto, aquí se ve muy claramente que pueden recurrir al Instituto Nacional de las Mujeres, al Instituto Estatal de la Mujer y a los Centros de Justicia de las Mujeres. 

 

Pusimos un QR con los datos del CONAVIM y ponemos otro QR con los datos del INMUJERES. 

 

Tipificamos también la violencia política en razón de género. Y no es otra cosa más que toda acción u omisión que tiene por objeto limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de las mujeres, además de impedir el pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a nuestro trabajo. 

 

Y se han hecho también mecanismos para el adelanto de las mujeres. 

 

En el 2019, como un logro, después de 200 años de lucha, se incorporó en nuestra Carta Magna, en julio 19, la reforma de paridad de género, y con ello se garantiza la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones. 

 

Esta reforma que ya está en nuestra Constitución, obliga a que todas y todos impulsemos la participación de las mujeres, con impacto en los tres poderes y en los tres niveles de Gobierno. 

 

Seguimos promoviendo desde diferentes espacios el empoderamiento de la mujer y este empoderamiento es el proceso para poder transitar de cualquier situación de presión o de agresión o de desigualdad, a un estado de conciencia plena, a un estado de autodeterminación y de autonomía para poder manifestarnos y vivir plenamente el goce de nuestros derechos y libertades. 

 

La Ley 3 de 3, como se los acababa de mencionar, tiene estos indicadores.  

 

Van a ese padrón todo el que tenga calidad de prófugo o prófuga de la justicia por violencia; quien cuente con una sentencia ejecutoria que imponga la suspensión de sus derechos; quien tenga sentencia firme contra la vida corporal, violencia sexual, violencia familiar, violación a la intimidad y violencia política en razón de género, y por ser declarado como persona deudora alimentaria. 

 

Y aquí en un cuadro rojo, aquí está, porque aquí todas y todos ustedes nos pueden ayudar a pedirles a nuestros Congresos Estatales que ajusten sus legislaciones que sean necesarias para poder entrar en vigor todas estas reformas. 

 

Y, bueno, este último material viene anexo allí en sus folletos, viene como un encarte, y es para que ustedes se cuiden, para que ustedes tengan a la mano y vean dónde corren peligro y dónde puede sonar la alerta. 

 

De verde a rojo, están señalizadas conductas que nos deben de ir prendiendo el foco, llamando la atención.  

 

Si a nosotras nuestro noviecito de la secundaria nos miente, nos cela, nos dice que no nos podemos poner minifaldas. Ojo, empiezan a prender sus focos rojos. 

 

Si nos descalifican, si nos quieren ofender o ridiculizar delante de los demás; oigan, ya empiécense a preocupar. Nadie puede tratar de ridiculizarnos.  

 

Si alguien nos quiere manosear, si algún amigo de la familia quiere pasar y darnos una nalgadita de cariño, ¡Alto! Eso es violencia y no lo debemos permitir. 

 

Si alguien nos quiere decir: “Ay, es que es un pellizquito” o “Es una caricia” o “Es de cariño” y eso, ¡Alto! Ya estamos en la parte en que tenemos que reaccionar, que no podemos permitir que pasen esas conductas porque se van a normalizar. Allí tenemos que poner un alto. 

 

De allí siguen, van subiendo de nivel.  

 

Si nosotras vamos promoviendo eso, van subiendo de nivel. Y entonces el siguiente paso es que nos van a querer cachetear; o el siguiente paso es que nos van a querer encerrar para que no salgamos; o el siguiente paso, van a querer tener una relación sexual forzada con nosotras. 

 

Eso no lo podemos permitir. 

 

Y todas esas conductas tenemos que ir frenándolas, porque, si no lo hacemos, va creciendo. 

 

Si nosotras permitimos que pasen estas cosas, va subiendo de nivel; y lo último, es el feminicidio, es la muerte. 

 

Y está en nuestras manos que seamos capaces de ir encontrando cuáles son todas estas conductas para defendernos y para no permitirlas. 

 

Aquí les digo que las senadoras y los senadores, bueno, estamos comprometidos para trabajar a favor de todos estos derechos humanos de las mujeres y las niñas. 

 

Y, como ustedes ven, hay muchos avances legislativos que hemos logrado en estos cinco años, que representan avances sustanciales en el reconocimiento de nuestros derechos, en la creación de marcos normativos que protegen y que buscan permanentemente que las mujeres contemos con mecanismos de protección que nos permitan desarrollarnos sin discriminación en los espacios que debemos participar. 

 

Pero tiene razón Paulina y falta mucho por hacer, porque hay otros asuntos que representan obstáculos y que, al contrario, generan desigualdades que nos colocan en desventaja, como esta discriminación sutil que a veces es hasta invisible pero que sigue mermando nuestro desarrollo. 

 

Hemos mencionado constantemente que la violencia que se ejerce contra las mujeres, es una violencia sistemática a nuestros derechos humanos; pero también es cierto que no es solamente o necesariamente un asunto de las autoridades. 

 

Como lo mencioné al inicio, este flagelo, este grave problema cultural también está en nuestras manos intentar cambiar.  

 

Entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿Qué podemos hacer nosotras, nosotros? 

 

Pues aquí, hoy por hoy, tenemos información valiosa que, sin duda, será útil para las mujeres. 

 

Y compartir esta información puede ayudar a muchas a identificar si viven alguna situación de violencia -si ponen el violentómetro, al menos en una pantalla-, porque es importante identificar si vivimos alguna situación de violencia. 

 

E incluso podemos, en nuestros espacios, en nuestro salón de clases, en nuestras propias comunidades y centros de convivencia, tenemos una voz muy importante para cambiar nuestras vidas. 

 

Reunámonos con las mujeres de nuestra casa, con nuestras vecinas, con nuestras primas, con nuestras mamás, con nuestras amigas, con las mujeres de las comunidades, en todas partes, y compartamos esta información. 

 

Conozcamos nuestros derechos. 

 

El respeto a nuestros derechos, decisiones, dignidad y autonomía, debe ser la base fundamental de nuestra participación en todas partes, en todas las esferas que nos desarrollemos. 

 

Es importante sumar, caminar juntas, fortalecernos, informarnos, acompañarnos, orientarnos bajo una misma visión y bajo un objetivo: la igualdad. 

 

Y por eso es que hoy me atrevo a hacerles un llamado para sumar esfuerzos y dedicación.  

 

Estoy convencida de que las mujeres de todas las edades podemos y debemos ser un ejemplo de solidaridad y de lucha.  

 

Podemos ser agentes de cambio y de transformación en nuestro país y debemos de trabajar por un país lleno de libertades, de derechos y libre de violencia, en donde las mujeres y las niñas vivan y se desarrollen sin discriminación. 

 

Desde este espacio, nos ofrecemos a apoyar en todo para que puedan tener estos materiales, y desde las páginas oficiales del Senado y las mías, puedan tener acceso para reproducir toda esta información. 

 

Hemos dispuesto también un buzón para que nos puedan dejar por escrito sus inquietudes y haremos una sesión en vivo el próximo sábado, para poder continuar este diálogo con quienes quieran participar con preguntas y temas específicos. 

 

No me queda más que decirles que llevemos este mensaje, esta información de forma ágil, para que cada día más niñas, más adolescentes, más mujeres, más hombres conozcan que no está bien y que no es normal ningún insulto, ningún tipo de violencia, ninguna forma de discriminación. 

 

Y el respeto y la igualdad debe ser nuestra forma de vida; y que juntas podamos decir: El futuro será feminista y sin violencias, o no será. 

 

Gracias.