Versión estenográfica del mensaje de la maestra Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación, en la presentación del Informe de Actividades Legislativas como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República del senador Alejandro Armenta.
Muchísimas gracias.
Nos da mucho gusto hoy acompañar al presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Alejandro Armenta, le agradecemos mucho la invitación y por supuesto la coordinación también que hemos mantenido a lo largo de este tiempo.
También saludo con muchísimo gusto a Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política, también compañero, amigo. Me da mucho gusto saludarte.
Compañera Ariadna Montiel Victoria, gobernadora del Banco de México.
Al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal.
A todas las senadoras, los senadores que hoy acuden a este Informe. Y a los colaboradores del Senado de la República aquí mencionados, muchas, muchos de ellos, algunas caras conocidas, algunos que tienen ya tiempo trabajando para el Congreso de la Unión, ya sea en la Cámara de Diputados o aquí en la Cámara de Senadores. Me da muchísimo gusto verlos por aquí.
Es un gusto poder estar hoy aquí con ustedes, en este recinto histórico, acompañando el Informe de Labores del senador Alejandro Armenta, quien ha tenido la enorme responsabilidad de conducir esta Cámara durante el último año.
Como lo hemos escuchado, la labor del Senado de la República en los últimos doce meses ha estado a la altura de los momentos que vivimos. Ya muchas veces lo ha dicho el presidente López Obrador, estamos viviendo momentos estelares en la historia de México y ser servidora o servidor público en esta época, no solamente significa una enorme responsabilidad; sino también un privilegio cuando se está con las mejores causas del país.
El trabajo del Senado y del Poder Legislativo, ha sido central para seguir consolidando el cambio de rumbo del Estado mexicano y en la conquista de derechos; que son la base fundamental del proyecto de nación que hoy es respaldado por la gran mayoría de mexicanas y mexicanos.
Y quisiera hacer mención al trabajo no solamente del último año; sino a los aspectos más relevantes de la actual legislatura; porque es reconocer el esfuerzo colectivo de todas y todos los representantes populares, de los colaboradores trabajadoras y trabajadores de esta Legislatura, que han hecho posible estas conquistas.
Gracias al trabajo legislativo se aprobó la Ley de Extinción de Dominio, para recuperar y devolver al pueblo lo robado por los políticos que hicieron de la corrupción un modo de vida. Hoy esa corrupción es considerada delito grave por la ley, cuando antes no constaba ni siquiera en el Código Penal; terminando así con los tiempos en los que el enriquecimiento ilícito y el ejercicio abusivo de funciones, parecían prerrogativas oficiales toleradas en las altas esferas del poder.
Se elevó a ley la máxima juarista de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Y el principio de Morelos de moderar la opulencia; a través de la aprobación de la Ley de Austeridad Republicana y la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos; que ha permitido terminar con los privilegios de los altos funcionarios y los gastos superfluos del Gobierno. Aunque todavía existan quienes se han resistido a cumplir con esta norma.
Gracias a la voluntad de esta Legislatura, se logró la reforma al artículo 28 de la Constitución para prohibir la devolución de impuestos de grandes contribuyentes; lo que ha significado ingresos para la hacienda pública de más de 200 mil millones de pesos al año, muchos de esos recursos hoy destinados a los programas y a las acciones enfocadas en los que menos tienen.
El robo de combustible ya es delito grave, lo que ha permitido combatir dicha práctica con mayor eficiencia y poder recuperar más de 270 mil millones de pesos que se iban a través de esta vía.
Gracias al trabajo legislativo se eliminó el fuero presidencial, para que el Jefe del Ejecutivo pueda ser juzgado en funciones como cualquier otro ciudadano por cualquier delito.
Se ha fortalecido la democracia participativa con la revocación de mandato y las consultas populares, como mecanismos establecidos en la Constitución; además de elevar a delito grave el fraude electoral.
En materia laboral, se aprobó la reforma que garantiza el voto personal, libre, directo y secreto de los trabajadores para elegir a sus dirigentes en sus sindicatos. Y también se reforzó el derecho a huelga.
Esta reforma representa la materialización de cien años de lucha del movimiento obrero, para hacer realidad la aspiración de la Constitución de 1917.
También se aprobó la reforma para prohibir la subcontratación y una más para otorgar más vacaciones pagadas para las y los trabajadores; que era una demanda que se venía postergando por mucho tiempo y que por fin se logró en este periodo.
Gracias a la votación mayoritaria de las y los legisladores, se estableció una nueva reforma educativa y las becas para estudiantes, se elevaron a rango constitucional. Así como las pensiones para adultos mayores, las pensiones para personas con discapacidad y la atención médica, los medicamentos gratuitos, gracias a la consolidación de IMSS Bienestar.
Además, se estableció que el Presupuesto de Egresos de la Federación y el presupuesto de las entidades federativas de cada año, no podrán disminuir en términos reales, los recursos destinados a garantizar estos derechos; lo que afianza aún más su obligatoriedad.
Con esto, se busca que nuestra Constitución refleje la dimensión humanista de un auténtico Estado de bienestar, donde los derechos de los más vulnerables e históricamente excluidos, están plenamente garantizados.
El esfuerzo y la reforma de estas leyes, acompañados de la política económica y bienestar, impulsada por el presidente de México, hoy están dando resultados. Resultados tangibles que podemos demostrar a través de los últimos datos publicados por el INEGI, publicados por CONEVAL.
Hoy sabemos y debemos sentir la enorme satisfacción de que la pobreza se ha reducido en 5 millones. Hoy sabemos que a diferencia del 2018, en donde el ingreso de los hogares que más ganaban era 18 veces más que el de los hogares que menos ganan; hoy se redujo y hoy es de 15 veces. No es suficiente, pero sabemos que estamos avanzando en reducir la desigualdad y ha sido gracias al acompañamiento de estas reformas.
En materia de seguridad, también este Senado y el Congreso aprobó la reforma constitucional que permite a elementos del Ejército y la Marina, participar en tareas de seguridad pública, dándoles garantías jurídicas para su labor.
Y también se aprobó la creación de la Guardia Nacional, una de las instituciones con mayor aprobación y confianza ciudadana, que hoy cuenta con más de 128 mil elementos reclutados capacitados para garantizar la paz.
También aquí tenemos ya resultados a la vista, que deben de hacernos sentir una gran satisfacción. El propio INEGI, recientemente publicó que de 2021 a 2022 el homicidio, tratándose del delito que cuenta con menos cifra negra, se redujo en 9.7 por ciento.
Y sabemos, con los datos del Secretariado Ejecutivo, que hoy se ha reducido en 17 por ciento, la estrategia de seguridad está dando resultados.
Qué distinto es el Congreso de ahora, del que me tocó vivir a mí hace algunos años. Hoy en este Senado tenemos auténticos representantes del pueblo que entienden su papel y su vocación histórica, y que se han empeñado en devolver la dignidad al quehacer legislativo.
Porque sin la aprobación de todas estas iniciativas y reformas, hubiese sido imposible consolidar la transformación que ha echado ya raíces que, conforme avanza el proyecto, se hacen más profundas y más difíciles de desterrar.
Por último, no dejemos de insistir en que la vía democrática es la única vía posible para lograr que nuestro marco legal refleje la sociedad a la que aspiramos; que las leyes aquí aprobadas deben ser respetadas y protegidas por ser aprobadas por una mayoría electa por el pueblo de México; que entre poderes debe haber independencia y respeto, y que ningún poder puede estar por encima de otro.
Que la visión o prejuicio de una sola persona que no fue electa, no puede imponerse a la de millones aquí representados.
Estoy convencida de que continuaremos trabajando juntas y juntos en este cierre de sexenio, con la misma entrega de estos años, sabiendo que todavía tenemos temas pendientes por avanzar y logros por construir.
Muchísimas gracias y muchas felicidades, senador.