Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la Presentación del Billete de Lotería conmemorativo del 160 Aniversario del Natalicio del Dr. Belisario Domínguez, “Médico del Pueblo”. 

 

Quisiera darles la bienvenida a esta Casa del Federalismo mexicano. 

 

Quisiera también expresar un saludo respetuoso a Edgar Antonio Maldonado, subdirector jurídico de esta Institución. 

 

Este es un esfuerzo que realiza la senadora Sasil de León y me alegra que tenga tanta sensibilidad, porque hoy exactamente hace 160 años fue el natalicio de este prócer Belisario Domínguez en Comitán, Chiapas, de donde es originaria ella. 

 

Quiero felicitarla, como presidenta de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez. Pero también quiero felicitarla por su valentía, por su actitud de lealtad al presidente de México, al que le deseamos todos y todas, pronta recuperación. 

 

Sasil se ha destacado por ser una mujer leal, a pesar de que eso le ha generado crítica y le han generado intentos de ataques en su contra, todo por ser leal al presidente de México. 

 

Me parece importante decirles que Sasil de León es una mujer íntegra, es una mujer que ha ayudado mucho a las tareas del Senado mexicano. 

 

Es una mujer joven, pero con aplomo, con decisión, con firmeza, y por eso coincido con Geovanna Bañuelos, quien describe brevemente la vida de Belisario Domínguez que hoy, precisamente en este evento, estamos resaltando el que se expedirá y se generará un timbre para recordar a este gran mexicano, que es orgullo del Senado mexicano. 

 

¿Por qué Belisario Domínguez ha crecido en la historia como un gigante? 

 

Era médico de profesión, estudió incluso en el extranjero medicina. Belisario Domínguez es egresado de la Sorbona de París y se fue a atender a sus paisanos a Chiapas. 

 

Fue presidente municipal en su municipio y luego, a los meses, fue seleccionado como senador suplente, como aquí lo recordara la senadora Bañuelos, senador suplente. 

 

Al tiempo pidió licencia el propietario y el vino a legislar representando a Chiapas. 

 

Fue en esa etapa aciaga en donde la Decena Trágica, que históricamente conocemos, provocó una inestabilidad impresionante después de que Madero legítimamente triunfó en las elecciones y asumía el cargo de Presidente de la República. 

 

Francisco I. Madero, un idealista, un demócrata, un hombre extraordinariamente sensible, ocupó la presidencia, dio libertad, abrió los cauces, generó condiciones para una nueva gobernabilidad; pero la acechanza de los conservadores y sus adversarios políticos no le permitieron ejercer a plenitud el poder. 

 

Y fue cuando, en complicidad con el embajador norteamericano Wilson, se armó toda una trama de complicidades y dieron golpe de Estado contra Madero. 

 

Y quien encabezaba el golpe de Estado, aparte del embajador de Estados Unidos en México, era Victoriano Huerta, un general que había sido Secretario de la Defensa, de las Fuerzas Armadas, puesto por Madero y a quien le entregó la confianza plena Francisco I. Madero. 

 

Días antes incluso Felipe Ángeles, Director de la Escuela de Guerra, le dijo al Presidente Madero: Tengo conocimiento de que habrá un complot en su contra, Presidente; y el que lo encabeza lo hemos detenido y está en su despacho. Es Victoriano Huerta. 

 

El presidente Madero, de buena fe, habló con él a solas y Victoriano Huerta le dijo: No, señor Presidente. Yo soy leal a ustedes. 

 

Y el presidente Madero le regresó el arma y le dijo: Tienes mi confianza; demuestra tu lealtad. Y al siguiente día dieron el golpe de Estado contra Madero. 

 

Esto es lo que conocemos en la historia como Decena Trágica. Y en este Senado, Belisario Domínguez pronunció un discurso extraordinario contra la dictadura y contra el golpe de estado, en favor de Francisco I. Madero, que fue asesinado con Pino Suárez, cerca de Lecumberri. 

 

Y Belisario Domínguez pronunció un discurso que históricamente lo recordamos cada año y que aquí se pronuncia en cada aniversario cuando entregamos la “Medalla Belisario Domínguez”, máximo galardón del Senado. 

 

Dijo: “es un chacal el Presidente usurpador, es un cobarde”. Y dijo: “es un enfermo mental, que el Senado no puede admitir y no puede aceptar que se hayan alterado las instituciones y que ahora estemos frente a una dictadura militar”. 

 

Fue un discurso, para la etapa, dura. Pero apenas terminaba el discurso, salía del Senado, cuando lo apresaron a Belisario Domínguez, y fue de las muertes más cruentas, junto con la de Gustavo Madero, hermano del Presidente apóstol. Muertes extraordinariamente dolorosas, ordenadas por el usurpador Victoriano Huerta. 

 

Por eso es muy importante lo que ahora estamos haciendo, y el Senado de la República quiere agradecerle a Margarita González por este gesto, este gesto para recordar a nuestro prócer Belisario Domínguez. 

 

Muchas gracias, Margarita, por esta actitud y por este gesto para el Senado. 

 

En esas condiciones, quisiera expresarles a todos que no debemos olvidar nuestra mística, nuestros héroes y sus hazañas. 

 

México se nutre de eso. No lo olvidemos, porque de ahí depende la grandeza de nuestra Patria. 

 

¡Enhorabuena! 

 

Felicidades, Sasil, por hacer este evento, por convocarnos y por hacer este esfuerzo por su paisano, don Belisario Domínguez, que lo recordamos con gratitud. 

 

¡Saludos! 

 

Buenos días.