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Versión estenográfica del mensaje de la senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en el Ciclo de Conferencias “Maternidad acompañada: pilar de la salud de las madres mexicanas”. 

 

Muy buenos días, todavía días, a todas, a todos ustedes. 

 

Me siento muy honrada en inaugurar y en ser la anfitriona, porque también aquí mis compañeras, Alejandra Lagunes y mi compañera Martha, muchas gracias Martha, están aquí acompañándome, Martha Guerrero. 

 

Y saludo con un entrañable cariño, y subrayo entrañable cariño, a Zoé Robledo, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social. Un aplauso. 

 

Obviamente también a mi queridísima, respetada, reconocida Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres. 

 

Aquí estamos Alejandra, fue mi secretaria de la Mesa Directiva, le aprecio muchísimo el apoyo que me ha dado. No había tenido yo la oportunidad de decírtelo, te lo digo aquí en público, gracias Ale por todo tu apoyo. 

 

A Martha Guerrero, que es la secretaria de la Comisión de Estudios Legislativos Primera. Yo sé, Martha, que tienes un trabajar terrible, pero que te diste el tiempo de estar aquí con nosotros, y te lo agradezco y te lo aprecio enormemente. 

 

A nuestra querida amiga Bertha Orozco, secretaria general del Sindicato de Trabajadores del Senado de la República. Gracias, Bertha, te acompañé hace unos momentos en el desayuno a todas las madres trabajadoras de esta gran institución, el Senado de la República, y te agradezco y te aprecio también tu presencia en este evento. 

 

Muchas gracias a todas ustedes, a todos ustedes: a los médicos, médicas, enfermeras que están presentes. 

 

A mis compañeros, a mis colegas, a todas y a todos bienvenidos.  

 

Celia, gracias por estar presente, fuimos compañeras de toda la vida, desde Primaria, Secundaria, Preparatoria, ya no digo cuántos años hace, porque entonces empiezo a recordar muchas más cosas. 

 

Hoy conmemoramos el Día de la Salud Materna-Infantil. Mañana el 10 de mayo, uno de los días de los que los mexicanos, las mexicanas y mexicanos celebramos con mayor cariño y convicción. El Día de las Madres. 

 

Muchas de nosotras somos madres, abuelas, somos hijas aunque nuestras madres se nos hayan adelantado; pero finalmente esta relación materno filial, es una de las relaciones más estrechas, más profundas, más intensas, ¿por qué? Porque llevamos a nuestro hijo, a nuestra hija en nuestro vientre muchos meses. 

 

Al final, lo vimos nacer, estamos pendientes de sus preocupaciones, de sus anhelos. Mi madre un día me dijo, y lo compartía yo hoy en la mañana; cuando nació mi primera hija, ya no quiero decir hacer cuántos años, porque me dice “mamá, tú todo el tiempo me balconeas por la edad”. 

 

Me dijo mi mamá, hace más de 50 años: “hijita, a partir de este momento no vas a dormir tranquila”. Y fue todo un decreto, el decreto de que efectivamente, nuestras preocupaciones, las preocupaciones de nuestros hijos son nuestras preocupaciones. Sus éxitos, son nuestros éxitos. Y, después, ya cuando los nietos y nietas vienen, se nos quintuplican las preocupaciones y seguimos pendientes de ellos. 

 

Así que, en este marco, decidimos reconocer, visibilizar, celebrar a las madres mexicanas. En particular, a las madres trabajadoras de este Senado de la República. 

 

Como a muchas de ustedes, mi madre, que hace muchísimos años murió, puedo decirles hace más de 40 años, porque  murió muy joven, murió a los 53 años. En ese tiempo no había la tecnología, no había los descubrimientos médicos, científicos; y, bueno, la perdí cuando era muy joven.  

 

Pero ella me dio la inspiración para soñar, el impulso para estudiar, el tesón para forjar mi propio camino.  

 

Ella fue quien me dio el valor para romper los paradigmas de esa época y para estudiar una profesión.  

 

Yo quiero compartirles dos cosas: Una, mi madre estudiaba derecho, se quedó en tercer año, pero era verdaderamente un estigma que una mujer casada continuara sus estudios. Tenía que abandonar los estudios y ella tuvo que abandonar los estudios apenas contrajo matrimonio. 

 

Y otra cosa que quiero compartirles, ya en esta inspiración, porque ella fue la que me llenó de cariño y de ternura, misma que posteriormente yo compartiría con mi familia; y ella me dijo: “Mira, hijita –era muy sabia y me dijo– Tú puedes tener, como lo tienes, un marido que te entienda, que te apoye, –a propósito de maternidad acompañada– que te acompañe, –y de hecho le agradezco y lo he tenido siempre– pero tus hijos y tus hijas nunca van a entender de chiquitos y también de grandes, pero sobre todo de pequeños, nunca van a entender que una mamá que trabaja no los puede ver todo el día. No pueden entender que su madre no esté presente. 

 

“Tú puedes tener un marido que te acompañe, que te deje ser, que te apoye profesionalmente, pero ellos no van a entender que eres una mujer profesionista. Ellos saben lo que quieren: quieren una mamá; quieren una mamá cerca, quieren una mamá que les dé cariño, quieren una mamá que les dé ternura, quieren una mamá que tenga el contacto físico de la piel contigo, y eso no se los van a dar más que tú”. 

 

Y bueno, para qué me emociono más de lo que pueda emocionarme porque voy a acabar aquí con lágrimas. 

 

Pero quienes sabemos que la maternidad no es fácil, no es fácil; está acompañada de muchos y grandes retos, particularmente si se viven en condiciones extremas de violencias sociales y de violencia intrafamiliar, dicho sea de paso. 

 

De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, a mortalidad materna es la principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva en el mundo. Ojo.  

 

Más de mil 500 mujeres y niñas mueren cada día a causa de complicaciones relacionadas con el embarazo y con el parto.  

 

En nuestro país, la muerte materna lamentablemente sigue ocurriendo y afecta desproporcionadamente a las poblaciones de menores ingresos y a las mujeres, sobre todo indígenas.  

 

Gracias, Héctor por estar aquí presente.  

 

Le damos la bienvenida al señor senador Héctor Vasconcelos. Gracias.  

 

Asimismo, la pandemia por COVID-19 aumentó la tasa de mortalidad materna, que venía ya en franca disminución en nuestro país. Son las madres quienes enfrentan la discriminación en los empleos, y eso se hizo más patente ahora en el Covid-19; quienes tienen una doble o triple jornada. 

 

¿Pero saben qué? Esa doble o triple jornada, yo no he visto a ninguna madre que no la haga con gusto, que no la haga con placer de servir a sus hijos y a su familia. 

 

Llega cansada, a veces cansadísima de trabajar, y del transporte público y de todo, y llega a su casa y llega con una sonrisa, con una muestra de cariño, a hacer la comida, a hacer la cena, a estar con su familia. 

 

Desde luego, esta doble y triple jornada pues es una franca inequidad, quienes se ven enfrentadas a escoger entre la maternidad o la vida profesional es otra disyuntiva que yo les platicaba en relación a mi propia persona. 

 

El valor que aporta la paternidad, la maternidad, y la paternidad también, dicho sea de paso -no fue un lapsus linguae-, a la sociedad es indiscutible, como también indiscutible debe ser el apoyo del Estado para garantizar que la maternidad no sea un sacrificio; el ejercicio de un cúmulo de derechos; eso sí. 

 

Por todos estos motivos, en esta Jornada de Conferencias, de Diálogos, invitamos a expertas y expertos en diversos temas, que impactan a las madres como la salud mental, los cuidados, la depresión postparto. 

 

Quiero decirles que estoy presentando el día de mañana una Iniciativa de la Depresión Postparto, que se invisibiliza totalmente. Y otra cosa que se invisibiliza es, también, la violencia obstétrica, y todos lo saben, y todas lo saben. 

 

La salud, entonces, la depresión postparto, la salud materno infantil, la lactancia, la crianza. También nuestros expertos nos van a hablar sobre lactancia, sobre crianza, basada en el buen trato y la autoestima. 

 

Este tema de la autoestima cómo es importante; cómo es importante, y es un tema de violencia intrafamiliar constante, disminuir la autoestima de las mujeres por embarazarse, porque les crece el vientre. Es terrible, porque aumentan de peso. Y ahí está también presente. Y yo creo que muchas lo decimos porque sabemos lo que es nueve meses de embarazo. 

 

Entonces, qué bueno que están aquí las instituciones y que tenemos la amable colaboración de todas ellas, que nos acompañan. Estaremos acercando información para todas y todos ustedes sobre estas acciones, programas que ustedes tienen en beneficio de las madres. 

 

Por eso, agradezco nuevamente muchísimo a las y los integrantes de este distinguido presídium. Yo sé del compromiso de Nadine, yo sé del compromiso del señor Robledo en estos temas, pero también agradezco a las y los ponentes que nos van a compartir sus conocimientos a lo largo de esta Jornada. 

 

Por eso, muchas gracias; muchas, muchas gracias, porque estos espacios nos acercan a las maternidades libres, conscientes, empoderadas. De verdad, gracias por trabajar con nosotros. 

 

La maternidad es el único medio de supervivencia de la raza humana, y de todas y de todos los que vivimos en este planeta. Entonces, por eso el respeto a la maternidad, y a la paternidad también; pero por eso el respeto a la maternidad. 

 

Muchas gracias.