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Versión estenográfica del mensaje de la senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en los Diálogos Parlamentarios “Nacionalidad y futuro. Modificación al artículo 30 constitucional”.  

 

Muchas gracias, querido Rafa, y muchas gracias a todos por su asistencia esta tarde. 

 

Efectivamente, esta es una reunión virtual de los diálogos parlamentarios que desde que inicié la presidencia del Senado, hemos estado tendiendo con diversos congresos, diversas autoridades y creo que éste tema es un tema que vale la pena reflexionar sobre él. 

 

Desde que yo estaba en la Secretaría de Gobernación y que el señor doctor Tonatiuh Guillén, me acompañó, como comisionado del Instituto Nacional de Migración, platicábamos sobre la necesidad de esta reforma constitucional. 

 

Así que yo les doy las muy buenas tardes a todas y a todos, y agradezco mucho su importante presencia esta tarde para tratar esta, yo diría, gran modificación constitucional realizada al artículo 30; porque el artículo 30 es el que, sin duda alguna, otorga la nacionalidad mexicana. 

 

Y desde luego, esta reforma va más allá de nuestras fronteras pero tiene un gran futuro en nuestra Nación. 

 

Agradezco mucho a mis colegas del panel, todas y todos especialistas de la máxima talla en esta materia:  

 

Al doctor Gastón Melo, que ya nos lo había mencionado; Rafael Cortés, presidente del Instituto de la Mexicanidad; el embajador Ricardo Santana. 

 

Gracias, Rafael, por estar aquí con nosotros, que siempre has estado acompañándonos en todo esto, director Ejecutivo del Instituto de Mexicanos en el Exterior; Rocío González Higuera, titular de la Unidad de Política Migratoria de la propia Secretaría de Gobernación; al maestro Larry Rubín, presidente de Las Americas Society Mexico

 

Asimismo, saludo con mucho gusto a toda la audiencia aquí presente, a todas y a todos quienes nos siguen ahora en los diversos medios de comunicación, en las plataformas del Senado de la República. 

 

El tema que hoy nos ocupa ha sido causa de grandes pensadores nacionales que han analizado nuestra nacionalidad y sus consecuencias. 

 

Fíjense ustedes, el gran filósofo y escritor Octavio Paz, desde la sociología de Gabriel Careaga, y más recientemente desde la Academia y muy recientemente de Tonatiuh Guillén, me gustaría compartirles iniciando que Constitución hoy en día prevé en su artículo 4º, que todas las personas tienen derecho a la identidad; y desde luego en su artículo 1º constitucional. 

 

Y como bien sabemos, ésta se integra de una fecha de nacimiento, nombre, apellidos, sexo, nacionalidad. 

 

Asimismo, ese precepto legal, contempla que el Estado Mexicano debe garantizar el cumplimiento de este derecho. 

 

Bajo esta tesitura, la fracción II, del artículo 30 de la Constitución, antes de su respectiva reforma, limitaba la nacionalidad mexicana a las personas que, aún naciendo en el extranjero pero de padres mexicanos que hayan nacido en el territorio nacional, de acuerdo, fueran mexicanos por nacimiento. 

 

Es decir, la reforma constitucional del artículo 30, antes de esta reforma, daba la posibilidad de que las personas nacidas en el extranjero, hijas de padres mexicanos nacidos en territorio nacional, fueran mexicanos.  

 

¿Pero qué paso o qué pasaba? Si los padres mexicanos, porque sus padres habían nacido en México, nacieron en el extranjero y adquirieron la nacionalidad mexicana por ius sanguinis, o sea, por el derecho de sangre; pero si había nacido en el extranjero, no podían transmitir la nacionalidad mexicana a sus hijos. 

 

En este caso, todos los hijos de padres mexicanos nacidos en el extranjero, si no les daba la nacionalidad el país en donde habrían nacido del derecho del suelo, pues simplemente eran apátridas. 

 

Por tal motivo, desde el año 2018, presenté esta propuesta de reforma a la fracción que nos ocupa. 

 

Fíjense ustedes, la presenté como senadora de la República, pero yo ya lo había platicado en muchas ocasiones con Tonatiuh Guillén. Era una reforma y la presentación de esta iniciativa traía unos beneficios enormes para aquellos mexicanos nacidos en extranjero, hijos de padres también nacidos en el extranjero. 

 

Finalmente culminó con la reforma constitucional del 17 de mayo del 2021. 

 

Quiero decirles y compartirles que todas las fracciones parlamentarias se sumaron a esta iniciativa; todas. De hecho, esta iniciativa fue aprobada por unanimidad del Senado de la República, unanimidad de la Cámara de Diputados y unanimidad de los Congresos Locales. 

 

Y obviamente esto ha logrado que se dé pleno reconocimiento como mexicanas y mexicanos a aquellas personas cuyos padres sean nacionales mexicanos, aunque no hayan nacido en el territorio nacional; garantizando el derecho a la identidad y garantizando el derecho a la nacionalidad mexicana.  

 

Con lo cual se buscó que se respetara de manera real y efectiva los derechos humanos de las y los mexicanos, bajo los principios de supremacía constitucional. Ese fue el cometido y es el gran resultado. 

 

Aprovecho la ocasión para hacer de su conocimiento que, con el propósito de seguir estableciendo las bases constitucionales que apoyen la evolución constructiva entre las mexicanas y mexicanos que se encuentran dentro y fuera del territorio nacional, y a fin de asentar y fortalecer los principios de no discriminación e igualdad en nuestra legislación, también suscribí la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan las disposiciones a los artículos 26, 30, 32, 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de desarrollo de la nacionalidad, igualdad ante el Estado y no discriminación de la población mexicana en el extranjero y sobre la nacionalidad mexicana para ocupar puestos públicos, cargos públicos estratégicos de interés nacional para aquellos que hayan decido nacionalizarse, naturalizarse con la nacionalidad mexicana. 

 

Nos enseñaron desde que éramos estudiantes que el Estado era pueblo, territorio y gobierno. Bueno, con esta gran reforma al artículo 30 ya no es nada más pueblo, territorio y gobierno el Estado Mexicano, ¿por qué? Porque el pueblo ya está en todos los países del mundo, porque ya México es transterritorial en su nacionalidad. 

 

La reforma tiene un espectro enorme. De un día para otro del 17 de mayo del 2021 al 18 de mayo del 2021 se dio la nacionalidad mexicana a 12 millones más de mexicanos nacidos en el extranjero, hijos de padres mexicanos nacidos en el extranjero. 

 

Imagínense de lo que estoy hablando. 

 

Y éstos a la vez van a tener a sus hijos nacidos en México o en el extranjero y tendrán la nacionalidad mexicana, aún cuando hayan nacido en el extranjero.  

 

Es una reforma con unas dimensiones verdaderamente increíbles. 

 

Y ahora estamos modificando estos otros artículos para también dar continuidad y para, en el tema obviamente de la nacionalidad, a favor tanto de los mexicanos y mexicanas que se encuentren dentro y fuera del territorio nacional, pero como de los mexicanos que optaron voluntariamente por la nacionalidad mexicana. 

 

Todo esto, y quiero decirlo, lo he llevado a cabo de la mano y en consonancia con el doctor Tonatouh Guillén, que es el gran conocedor de estos temas de población y de nacionalidad. 

 

Es de sobra conocido que obviamente la gran población nacional que habita en otras naciones, han tenido un gran desempeño; un trabajo, una dedicación, un esfuerzo que son reconocidos prácticamente en todo el mundo. 

 

¿Por qué? Porque han trabajado en otros países y son muchos de ellos la mano de obra mejor calificada.  

 

Y muchos otros han llegado a resolver temas muy importantes de trabajo y de su dedicación y esfuerzo en otros muchos países. 

 

Les decía yo, el caso más relevante fueron los 12 millones de mexicanos que habitan en Estados Unidos de Norteamérica y no habían tenido el derecho a la nacionalidad mexicana. 

 

Estados Unidos da la nacionalidad por el ius soli, pero no por el ius sanguini; y ahora México la da también por el ius soli y por el ius sanguini

 

Pero también los 36 millones de personas de origen mexicano que viven igualmente en el vecino país del norte, que representan el 60 por ciento del total de la población considerada hispana en esa nación. Estamos hablando de 36 millones de personas. 

 

Hoy contamos aquí con destacadísimas representantes de este grupo nacional, que por diversas razones han emigrado de nuestro país pero que mantienen su amor, su cariño a la patria que los vio nacer y el deseo de ayudar siempre a sus familiares desde donde se encuentren. 

 

De ahí, imagínense ustedes todas las remesas que vienen de estos, verdaderamente como los llama el Presidente Andrés Manuel López Obrador, héroes, que fueron a trabajar y que no se olvidaron de su familia y que siguen enviándole recursos a las familias. 

 

Con esta reforma al artículo 30, los hijos de todos los connacionales ya tienen el derecho para una (…) nacionalidad mexicana. 

 

Ahora me preguntaban qué pasa si los mexicanos, estos 12 millones, no hacen los trámites para tener la nacionalidad mexicana; y la respuesta, y lo comentaba con Tonatiuhn Guillén, es muy sencilla: ¿Qué los que nacen en México tienen que hacer trámites para ser mexicanos? No. Los que nacen en México pues son mexicanos por nacimiento, punto, se acabó.  

 

Ahora, aunque no hagan los trámites en el extranjero, los mexicanos hijos de mexicanos cuyos padres no hayan nacido en el extranjero también son nacionales, son mexicanos aunque no hayan hecho sus trámites; porque así está decretado por la Constitución, porque así la Constitución determina que son también mexicanos, y obviamente los derechos y obligaciones que representan. 

 

Por eso también agradezco a la señora, a la doctora Olga Camargo, mexicana vecindada en Chicago Illinois, que hace muchos años está como una de las líderes empresariales más destacadas en ese país en materia financiera. 

 

Y muchas gracias Olga, tocaya mía, si me permites, por estar hoy aquí con nosotros. 

 

Muchas felicidades por tu gran trayectoria, por todo lo que has brindado a México desde los Estado Unidos de Norteamérica. Tu ejemplo siempre es motivo de orgullo para todos nosotros. 

 

Sin más, muchas gracias a todas y a todos por estar aquí conociendo esta gran noticia, porque algunos no la conocían, de la nacionalidad mexicana en el extranjero. 

 

Por eso voy a ceder la palabra a nuestros especialistas que nos acompañan y sus voces siempre enriquecerán con creces este diálogo parlamentario sobre nacionalidad y futuro. 

 

Y estas reformas, solamente para concluir, que estoy presentando, que presenté, es por aquellos mexicanos por naturalización que no pueden ocupar prácticamente ningún puesto público. 

 

Imagínense, yo estaría de acuerdo en que las restricciones fuera constitucionales, pero hay leyes orgánicas municipales que no permiten -imagínense ustedes- que no permiten que los policías municipales, sino que tienen que ser mexicanos por nacimiento y que no permiten los mexicanos por naturalización en las filas de la policía municipal.  

 

A ese grado tenemos las leyes secundarias restringiendo los derechos de nuestros mexicanos por naturalización que voluntariamente, por derecho propio se hicieron y se quisieron hacer mexicanos por naturalización. 

 

Y esto es lo que estoy tratando de resolver a la brevedad posible para terminar de consolidar esta reforma sobre la nacionalidad mexicana. 

 

Muchas gracias, Rafa.