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Versión Estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la clausura de la 5ª Generación de “10 por México. Taller Legislativo para las Juventudes”. 

 

 

 

Bueno, primero quisiera felicitarlas, felicitarlos.  

 

Yo inicié en la política en el servicio público muy joven, a los 15 años, y me inicié por la disputa en el comité estudiantil de la preparatoria donde yo estudiaba, y perdimos. 

 

Pero luego me surgió la inquietud de capacitarme y de aprender a hablar, a comunicarme y no había forma de hacerlo. Estoy hablando de los 70’s, todavía no nacía ninguno de ustedes, 75, y no había este tipo de ejercicios que ahora existen. 

 

Y aunque llegué un poco tarde, ya les explicaré las razones, contra mi voluntad, nunca lo hago, escuché la parte en la que Ana, su presidenta, expresaba algo que todos hemos sentido en su momento. 

 

Ella dice: “Este proyecto me ha dado muchas cosas gratas e inolvidables”, y dice ella: “La oportunidad de descubrir lo que realmente me apasiona”.  

 

Y confiesa ella diciendo: “Yo era una persona totalmente diferente y el hablar en público era un reto personal -dice ella- un reto personal. Y hoy este curso, estas 10 semanas me han ayudado a superar ese reto”. 

 

Bueno, tan le han ayudado que la hicieron presidenta, por algo será. 

 

Así comienzan las grandes generaciones que trascienden en la historia.  

 

Ustedes son una generación y hoy han compartido estas 10 semanas de conocimientos, de experiencia, de conocer servidores públicos, de sacarse la selfie, la fotografía con esos servidores públicos; pero sobre todo, decía el senador Mancera, trabajar, estudiar los sábados, que para ustedes es, dice él, muy difícil. 

 

Y decía el senador Ramírez Marín, y para nosotros más, que tenemos más de 60 años, ya el sábado no queremos trabajar. 

 

A mí me alegra mucho que esta generación esté dando luz. 

 

Lo que les puedo recomendar es que se sigan preparando. 

 

Aquí los facilitadores, los alumnos ya egresados que les ayudaron a integrarse en este Seminario de 10 por México, de capacitación y formación legislativa, han hecho un gran trabajo. 

 

Joanna, que es una entusiasta, tiene ya ésta, la quinta generación, ya cerca de dos mil jóvenes que han estado donde están ustedes a lo largo de estos dos últimos años y vamos a seguir formando, capacitando más jóvenes. 

 

Yo quiero felicitar a Miguel Ángel Mancera, porque en honor a la verdad él fue quien concibió el que formáramos estos equipos, estos seminarios, estos grupos; y ya después todos pluralmente los hemos adoptado.  

 

Ahora se ha incorporado la senadora Ruiz Massieu. El senador Ramírez Marín ya hicimos una reunión en Yucatán, pronto estaremos para iniciar este ejercicio en Yucatán, ya lo hicimos en Guerrero y lo vamos a hacer en varias entidades federativas. 

 

Hoy terminan este curso 140 jóvenes y quiero reconocerlos, quiero expresarles mi felicitación. 

 

Llegué tarde porque ahora tenemos problemas con el aeropuerto, serios.  

 

Fui, me invitó la universidad de Ciudad Juárez, Chihuahua, a darles una conferencia y a presentar un libro. Y luego pasé a Chihuahua, la capital, y de ahí mi vuelo salía a las ocho de la noche para llegar más o menos a las 11, era el itinerario normal; 11 de la noche y llegué casi a las cuatro de la mañana, porque duramos en el avión desde las ocho de la noche hasta las tres de la mañana.  

 

Como legislador, como representante de la Nación me preocupé, porque vi la desesperación que yo compartí con los demás pasajeros.  

 

En esta experiencia algunos perdieron su conexión, otros tenían reuniones o simplemente la urgencia de reunirse con su familia. Todos sentados, desesperados y preocupados. 

 

Estuvimos dando vuelta por la Ciudad de México, que en ese momento se presentaba una tormenta también, y fuimos a aterrizar para reabastecer combustible hasta Guadalajara. 

 

En Guadalajara, sin bajarnos del vuelo estuvimos una hora, hasta que nos autorizaron regresar a la Ciudad de México arribando a las tres y media de la mañana. 

 

Yo he estado pensando, como Presidente de la Junta de Coordinación Política, que debemos involucrarnos en lo que está pasando en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. 

 

Es probable, voy a reunirme con todos en el grupo parlamentario, de que citemos a comparecer al Secretario de Comunicaciones y Transportes, pero también a los responsables de Aeronáutica Civil y responsables también de todo lo que está sucediendo; porque estamos estos días observando en el Aeropuerto de la Ciudad de México o en los aeropuertos del Valle de México desvíos de los lugares de destino, demoras excesivas, incidentes de conexión y también desviación a lugares remotos, con la preocupación del abastecimiento de combustible. Incluso alertas de acercamiento de aviones. 

 

Me dicen, está ocurriendo un rediseño del espacio aéreo, pero de manera personal estoy muy preocupado. Y por eso el Senado de la República va a actuar.  

 

Estamos en receso, pero son temas técnicos que tenemos que estar revisando para poder prever y evitar cualquier incidente mayor.  

 

Todo el Sistema de Aeronavegación, de los controladores, es estrictamente técnico, no político y así lo vemos. Es un asunto técnico, que obviamente hacemos eco de los miles de ciudadanos que se han visto afectados por estas demoras, por la alteración de horarios, por la suspensión de vuelos, la cancelación de vuelos, y creo que el Senado como institución debe intervenir técnicamente. 

 

Por eso fue que llegamos tarde, porque no pude despertar a tiempo. Una disculpa a todos.  

 

Me da mucho gusto que estén todos aquí. Los jóvenes son pieza clave para la transformación del país.  

 

México vive una transición política y ustedes deben de compenetrarse con esa transición política. Tienen que construir, tienen que diseñar el México que todos queremos.  

 

Y, en efecto, no tengan miedo, no tengan temor. Les puedo asegurar que los sueños que se propongan los van a consumar, los van a concretar, los van a llevar a cabo.  

 

Se los digo yo, que soy de un origen campesino. Éramos 14 de familia, 14 hermanos para sostener los estudios, que fueron en educación pública.  

 

Yo era un vendedor de agua fresca a mis 10-11 años, 12 años; o en el tianguis vendíamos verduras provenientes del rancho de donde soy, en el tianguis. Pero soñé, sí soñé con estar aquí.  

 

No hay improvisación en los sueños; sueñas, construyes, te preparas, luchas y lo logras. No hay nada que no puedas lograr.  

 

No hay que tenerle miedo a nadie, a nada; los retos hay que vencerlos. Sólo hay que tenerle miedo al miedo mismo.  

 

No tengan temor, prepárense. Los vamos a llamar, porque no tendría sentido que se preparen y se queden abandonados y rezagados, que sirva como una experiencia simplemente de coyuntura en su vida; no, vamos a llamarlos para que participen. Los necesitamos; los vamos a llamar para que participen en las actividades públicas propias del momento. 

 

Que no los aprisione la indiferencia, la apatía, incluso la fiesta la pueden combinar, la pueden mezclar; pero esto que ahora han hecho estas diez semanas es muy importante para su vida, su formación. 

 

Por eso quiero felicitarlos, felicitarlas. Felicitar a los maestros, a las maestras. Felicitar a las universidades que contribuyeron con esta formación de 10 semanas. Y felicitar a los organizadores, a los facilitadores, a los acompañantes, a todos aquellos que han sido egresados de este seminario y que ayudan voluntariamente a transmitir sus experiencias. 

 

Estar sentados ahí, el sentarse ahí donde están ustedes, es un privilegio; no cualquier gente puede estar sentado ahí. Es más, antes este Recinto era sacrosanto, no se podía ni entrar. 

 

Nosotros hemos sido los responsables de que sea accesible a la población, pero antes no podías sentarte en el escaño de un senador o una senadora, era como una violación, era como una especie de sacrilegio. 

 

Qué pensar que estuviera presidiendo en esta Mesa Directiva un personaje que no tuviera corbata, o no tuviera saco, como el senador Mancera, porque él siempre es muy elegante. 

 

Entonces, ahora ustedes deben de sentirse satisfechos; sáquense las selfies que quieran. Pero cuando se las saquen piensen “algún día voy a estar aquí, no como visitante, no en el “10 por México”, sino como senador, o como senadora”. Algún día voy a estar aquí como legislador o como legisladora”. Y lo van a cumplir, porque de los sueños se hacen los grandes proyectos de la Nación, de la vida pública. 

 

Yo quiero felicitarlos de nueva cuenta, y voy a tomarles la protesta. La protesta es un acto simbólico, formal, de inicio de obligaciones. En este caso, la protesta que establece la ley, son para obligaciones de carácter institucional. Ustedes, será un acto de protesta de carácter informal, pero representativo para ustedes y para nosotros. 

 

Quiero también agradecerles, al personal de Resguardo, a Fidel y a todo su equipo, gracias por cuidarlos, por estar pendientes. 

 

Al personal de Servicios Parlamentarios, a todo el personal de Servicios Parlamentarios; de Eventos; de Protección Civil, también. Todos. Cuando vienen ustedes, todos nos activamos para estarlos cuidando y apoyándolos en lo que se requiera. De verdad, es una experiencia inolvidable, ya lo verán ustedes. Johana, gracias por tu entusiasmo, y a todo tu equipo, a todo el equipo que con el tiempo se ha ido profesionalizando. 

 

Bueno, ahora sí nos paramos y voy a tomarles la protesta a todos los legisladores y legisladoras de “10 por México”. 

 

Bueno, protocolariamente, el Presidente debe estar sentado. Procedo: 

 

¿Protestan guardar y hacer guardar el Reglamento para el Ejercicio Legislativo “10 por México” 5ª Generación, y desempeñar con responsabilidad y decoro el ejercicio para el que han sido convocadas y convocados en este Parlamento? 

 

¡Sí; protesto! 

 

Si así lo hicieren, la Nación, su generación y el futuro de la Patria se los premiará. Si no hicieran esto, se los reclamará. 

 

Enhorabuena. 

 

¡Felicidades!