Versión estenográfica del mensaje de la senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la inauguración de los Diálogos Parlamentarios “Por el equilibrio ecológico sin demora”.
Muchas gracias, mi querido Rafa, por esta oportunidad y muy buenos días a todas, a todos ustedes. Es, desde luego para mí un honor, un gusto esta mañana estar con ustedes.
Saludo con mucho afecto a mi compañero senador Raúl Bolaños Cacho, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, de este Senado de la República.
De igual forma, me alegra mucho recibir a nuestras panelistas. Gema, bienvenida Gema, hacía tiempo que no te veía y qué bueno que te veo hoy, aunque sea a través del Zoom. Muchas gracias por haber aceptado, tú eres fundadora de Voto por el Clima.
Y Paloma, gracias Paloma García Segura, por también aceptar estar en esta conversación esta mañana, y sé que tú eres fundadora también de Igualdad Social Ambiental.
Y son dos grandes analistas.
Quiero también saludar a mi amigo, Máximo Carbajal. A los académicos, a los investigadores, a todos quienes nos acompañan; a las y los presidentes municipales que se conectaron, a las autoridades federales, a la academia, a representantes de la sociedad civil especialistas en estas materias.
Así como a toda la audiencia que nos acompaña esta mañana. Gracias a todas, a todos, por su presencia.
El cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación, son ya el mayor reto de la era moderna. Una muestra de ello es esta pandemia, que tanto daño ha causado pero que vamos a vencer con las mejores técnicas y avances de la ciencia; con el mejor espíritu de solidaridad y de coordinación entre los gobiernos y la sociedad civil.
En ese sentido, las modificaciones a la Ley General de Equilibrio Ecológico que realizamos para incorporar la perspectiva intercultural y la perspectiva de género, en la distribución de costos y beneficios asociados a los objetivos de la política ambiental, son y fueron muy necesarias y fundamentales.
En nuestro país, 52 por ciento de la población total, somos mujeres. Existen 69 lenguas nacionales, 56 etnias y 7 millones de habitantes son hablantes de lenguas indígenas.
Es claro, México es una gran Nación pluriétnica y pluricultural, y precisamente en esta diversidad recae nuestra grandeza.
Sin más, hoy acabo de estar con el embajador de la República Checa y me decía: “Es impresionante la cultura, la polietnia que existe en este gran país, por mucho –me dijo– es más la cultura que tiene este gran país que prácticamente toda América”, así fueron sus palabras.
De ahí la gran importancia de dotar de instrumentos al marco normativo, que necesariamente tiene que contar con una perspectiva de género y una perspectiva intercultural, en este caso tanto la política y el sector ambiental.
Por ello, en este Senado nos dimos a la tarea de dotar a la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente de una mayor equidad social, al incorporar esta perspectiva de género e intercultural en septiembre del año pasado.
Porque quiero compartirles que actualmente desde esta Presidencia del Senado de la República hemos iniciado un proceso de difusión, de intercambio, de análisis jurídico y de modelos de operación en varias materias clave para el desarrollo y bienestar de las personas.
Nuestro objetivo es que las entidades federativas y los municipios puedan conocer y, en su caso, homologar estos nuevos preceptos y ordenamientos en sus propios marcos constitucionales, desde luego respetando su soberanía y su autonomía como estados autónomos y soberanos que integran este gran Pacto Federal; porque al final somos un Estado republicano, somos una República.
En la medida en que logremos un piso más parejo, es decir, un orden nacional con conceptos y prácticas equivalentes, armonizando nuestros marcos jurídicos y homologando estas prácticas, estaremos dotando de posibilidades a la acción de la sociedad, para lograr un país más justo, más incluyente y sustentable.
Quiero retomar algo en lo que diversas agencias y programas de Naciones Unidas han hecho hincapié.
Existe una necesidad urgente de acciones con perspectiva de género para abordar las crisis ambientales y quiero dar algunos datos:
Los desastres de origen natural, impactan de manera diferenciada.
De acuerdo a diversos reportes de Naciones Unidas, la probabilidad de que las mujeres y los niños mueran a consecuencia de un desastre natural, es hasta 14 veces mayor que la de los hombres; ¡14 veces mayor!
Está documentado que, en el tsunami que ocurrió en el sureste asiático en 2004, casi el 80 por ciento de las víctimas mortales fueron mujeres.
En el sismo que sufrimos en nuestro país en 2017, hubo dos mujeres víctimas por cada hombre.
Asimismo, los desastres naturales impactan de mayor manera a las personas indígenas, o con discapacidad, o en alguna otra situación de mayor vulnerabilidad.
Estos son datos duros de Naciones Unidas.
Por eso la perspectiva de género, por eso la perspectiva intercultural, por eso la perspectiva de derechos humanos.
Por otro lado, existe esperanza toda vez de que las experiencias demuestran que las intervenciones en torno al medio ambiente y al cambio climático, brindan oportunidades para el liderazgo de las mujeres y fortalecen la creación de una cultura más incluyente.
En este Foro, tenemos dos grandes ejemplos en las personas de Gemma y de Paloma. El liderazgo de las mujeres puede conducirnos a una verdadera transformación resiliente y sostenible, y por supuesto es vital contar con aliados como el senador Raúl Bolaños Cacho, que es el presidente de esta importantísima Comisión, y que tiene un gran compromiso con las causas ambientales y las causas de género, y yo soy testigo de ella.
Sin más, yo les invito a participar, y cedo la palabra a nuestras distinguidas y distinguidos panelistas, cuyas aportaciones, sin duda, serán de gran valor.
Muchas, muchas gracias nuevamente.
Y, por supuesto, siendo las 11:38 horas del día 3 de febrero del 2022, declaro inaugurado estos Diálogos Parlamentarios “Por el equilibrio ecológico sin demora”.
Muchas gracias a todas y a todos.