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 Versión estenográfica del Foro “Día Internacional Contra la Corrupción”, al que invita la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, que encabeza el senador Ricardo Monreal Ávila. 

 

 

 

SENADOR RICARDO MONREAL: Kristian Hölge, que él es el representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México. 

 

Obviamente Roberto Salcedo, Secretario de la Función Pública. 

 

Y David Colmenares Páramo, Auditor Superior de la Federación. 

 

La maestra Blanca Lilia Ibarra. Francisco Ciscomani Freaner. 

 

Julio Ángel Sabines, magistrado de la Tercera Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. 

 

La  doctora María de la Luz Mijangos, titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción. 

 

Y los senadores Julen Rementería, coordinador del Grupo Parlamentario del PAN. 

 

La senadora Lilia Margarita. La senadora Antares. La senadora Nuvia, la senadora Verónica Martínez. El senador Eruviel Ávila. El senador Zamora, de Sinaloa. 

 

Los senadores también que nos acompañan, el senador Miguel Ángel Osorio, que es el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI. 

 

Todos presentes, para celebrar este Foro. 

 

Le cedo la palabra al senador Pérez Astorga, senador por Veracruz. 

 

SENADOR ERNESTO PÉREZ ASTORGA: Muchas gracias, coordinador. 

 

Buenos días, senadoras y senadores. 

 

Honorables miembros del presídium. 

 

Gracias por acompañarnos, medios de comunicación. A todos los que siguen el Canal del Congreso, auditorio que nos sigue a través también de las redes sociales. 

 

Hace aproximadamente tres años, el rumbo de nuestra nación se direccionó para enfrentar y erradicar lo que a mi consideración representa, la deuda histórica más grande de este país con la ciudadanía. 

 

El combate a la corrupción, es el pilar fundamental de todas las políticas públicas desarrolladas por la totalidad de los niveles del Gobierno de nuestro país. 

 

El compromiso por extinguir estos reprochables actos, no es un discurso vacío que sólo busque complacer los oídos del pueblo. No es una promesa de campaña que se quedó sólo en ideas; son acciones específicas y concretas que si bien son encabezadas por el Gobierno de la República, no es un trabajo exclusivo del mismo. 

 

Estos esfuerzos conjuntos y prioritarios, se realizan por la totalidad de los servidores públicos con los que cuenta nuestra nación. 

 

En el Senado de la República se encuentra representada la diversidad cultural, social y política de México. En esta pluralidad de ideas y concepciones, encontramos puntos divergentes en algunas cuestiones; pero cuando los ideales de justicia, de honestidad y de servicio, se nos presentan ante la Mesa, las filias y fobias se dejan de lado y, en unidad, trabajamos para enfrentar los temas que ancestralmente han lastimado lo más profundo de nuestro entramado social. 

 

En este orden de ideas, sin duda el combate a la corrupción es uno de los temas que nos une como Poder de la Unión, muestra de ello es la representación de la pluralidad política en el presente Foro. Les agradezco a todos los coordinadores su acompañamiento. 

 

Como representante del partido político de Morena, estoy orgulloso de realizar un reconocimiento a nuestro Presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador. Su empeño, entusiasmo y compromiso por exterminar los actos de corrupción; constituyen un hecho histórico, pues nunca habíamos tenido un titular en el Poder Ejecutivo Federal que mostrara tal determinación por la causa que hoy nos une. 

 

Desde el ámbito legislativo, se han promovido diversas iniciativas, mismas que culminaron en reformas que significaron un hondo calado en el andamiaje jurídico nacional. 

 

De esta manera, se estableció la prohibición de las partidas secretas en el Presupuesto de Egresos de la Federación, pues la opacidad en el manejo de los recursos, es corrupción. 

 

También se aprobó la ampliación del Catálogo de Delitos, por el que el mismo Presidente de la República puede ser juzgado; pues las limitantes para poder juzgar a un servidor público, es corrupción. 

 

Se combatió de manera frontal el robo intensificado de hidrocarburos, estableciendo tal hecho ilícito como un delito grave, pues negar el robo de combustibles y no hacer nada al respecto, es corrupción. 

 

Se legisló en materia judicial con la firme intención de eliminar el nepotismo y esclarecer la libre designación de jueces y magistrados; ya que permitir la selección de jueces y magistrados, por favoritismos o preferencias políticas, es un hecho de corrupción. 

 

Todas las medidas anteriores, testifican y refrendan que los compromisos adquiridos para combatir la corrupción, se están realizando. Mérito que no corresponde a un solo individuo o un solo partido político; y es ese ámbito de pluralidad de esfuerzos. 

 

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer el entusiasmo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México; por el interés mostrado por realizar el presente Foro. Muchas gracias. 

 

Del mismo modo, externo mi gratitud a la senadora Olga Sánchez Cordero, por todo su apoyo y soporte para lograr conmemorar una fecha tan importante. 

 

También, a la Junta de Coordinación Política, a todos sus coordinadores, que tuvo a bien retomar las ideas que nacieron de un acercamiento con la ONU y con la senadora Presidenta, para celebrar por primera vez en la historia de este Senado de la República, un Foro en el marco del Día Internacional contra la Corrupción. 

 

Y en especial, quiero agradecer a mi coordinador, el senador Ricardo Monreal, por siempre mostrar todo su apoyo e impulsar los proyectos y eventos que enriquecen la vida pública de esta Cámara Alta. Gracias, senador Monreal. 

 

Y debido a lo anteriormente expuesto, me gustaría culminar mi participación con la siguiente reflexión: 

 

No podemos regularizar la corrupción, mencionando que es un hecho de herencia cultural. No debemos tolerar sus abusos ni soportar sus excesos; por ello debemos seguir trabajando unidos, continuar con las relaciones de coordinación y colaboración para así, poder aniquilar esta indignante práctica. 

 

Que este Foro quede registrado en la memoria legislativa como el primero, pero no como el último. 

 

Por su atención, muchas gracias. 

 

SENADOR RICARDO MONREAL: Muchas gracias, senador Pérez Astorga. 

 

También están presentes, y son bienvenidos, con sinceridad se los decimos, Santiago Nieto. Santiago, bienvenido. 

 

Y los senadores Marybel Villegas, que se han incorporado; Gilberto Herrera, senador por Querétaro, bienvenido; María Celeste, senadora, bienvenida; senador Ovidio Peralta, bienvenido. El senador Eli Cervantes de San Luis, bienvenido. Si alguien me falta, seguimos comentándola. 

 

Le voy a pedir que conduzca la mesa el presidente de la Comisión, el senador Juan Zepeda, y le doy la palabra a nuestra Presidenta Olga Sánchez Cordero, y enseguida le pido al senador Juan Zepeda conduzca la reunión.  

 

SENADORA OLGA SÁNCHEZ CORDERO: Muchas gracias, querido Coordinador.  

 

Saludo con muchísimo gusto a mis compañeros senadores aquí presentes, senadoras aquí presentes; a nuestro querido Ricardo Monreal, Coordinador y Presidente, Coordinador de la fracción parlamentaria de Morena y Presidente de la Junta de Coordinación Política.  

 

También a mis compañeros coordinadores de las diversas fracciones parlamentarias. Gracias Julen, gracias al doctor Osorio, gracias Miguel Ángel. 

 

Desde luego, a Ernesto Pérez Astorga y a Juan Zepeda, que con gran entusiasmo realizaron este foro y lo empujaron en todos sentidos, en las invitaciones, en la organización. 

 

Saludo también a nuestro invitado Kristian Hölge, representante de las Naciones Unidas, aquí a mi derecha, contra la droga y el delito en México. 

 

A mi querida presidenta, Blanca Lilia Ibarra, comisionada del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información. Gracias presidenta por estar aquí. 

 

A nuestro querido Roberto Salcedo Aquino, Secretario de la Función Pública. Gracias, Roberto. 

 

A Francisco Ciscomani Freaner, consejero ciudadano del INAI y presidente del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción. 

 

Al magistrado Julio Ángel Sabines, también magistrado de la Tercera Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. 

 

A quien tengo aquí a mi izquierda, David Colmenares. Definitivamente, David, era importante tu presencia como Auditor Superior de la Federación. 

 

Y también desde luego la presencia de María de la Luz Mijangos, Titular de la Fiscalía Especializada en materia del Combate a la Corrupción. 

 

A nuestros invitados especiales. Santiago, gracias, Santiago Nieto, gracias por estar aquí con nosotros.  

 

A todas las personas que nos acompañan, tanto en este recinto como a través de todas las plataformas digitales.  

 

Sean ustedes bienvenidos y muchísimas gracias por su presencia. 

 

Afirmar que la corrupción es un cáncer, pareciera ya un lugar común.  

 

Decir que es un virus a propósito de las mutaciones de virus y que crucialmente muta y destruye, de acuerdo con el organismo que lo está arrojando, también. 

 

Como cualquier enfermedad, la corrupción se arraiga, se enraíza, nos cuesta; como cualquier enfermedad, se disemina, daña de manera diferente los organismos a los que toca, los deja inermes, los vacía, los enferma. Y si encuentra un campo fértil, como el sistema global o instituciones lastimadas, se expande y a veces esta expansión es irremediable. 

 

Para combatir este mal, la corrupción debe ser denunciada, hecha pública, desvelada.  

 

Sin esa evidencia, sin esta puesta a la luz, la corrupción como, y la voy a comparar, como las cucarachas, vive soterrada, tolerada en la cotidianeidad, solapada en el ámbito popular y el ánimo popular. 

 

Oculta socialmente por esa tolerancia, la corrupción campea sin que nadie toque siquiera sus linderos.  

 

Contra la corrupción se han hecho y se han expedido muchas leyes, muchas reformas, como nos acaba de dar cuenta nuestro querido Ernesto Pérez Astorga.  

 

Se han formulado muchos remedios, pero en mi opinión hay uno: Ser molestamente incorruptible.  

 

¿Y por qué digo molestamente incorruptible? Porque la honestidad va dejando en evidencia la perversión de lo que se corrompe.  

 

La honestidad despide ese olor contrario al desagradable olor de la corrupción, y quién querrá seguir oliendo el hedor de una corrupción. 

 

Contra la normalidad de lo corrupto, la normalidad de lo corrupto, se debe ir oponiendo una nueva normalidad del honesto. Publicidad contra opacidad, persecución contra tolerancia, belleza y ambiente agradable contra oscuridad y contextos adversos. 

 

La ruta emprendida en los últimos años por las instituciones del Estado Mexicano indudablemente buscan una transformación cultural. Ese cambio que redefina, que impulse el ánimo del combate por encima de la impunidad, como todos los días nos lo recuerda nuestro Presidente.  

 

Esa ruta se centra en los valores sociales, sobre todo a través de los principios constitucionales de eficacia, eficiencia, economía, transparencia y honestidad.  

 

La autonomía e independencia de todas las instituciones que aquí confluyen, sobre todo las que aplican el derecho penal, aquí presente, y el derecho administrativo sancionador, también presentes, son elementos fundamentales para la aplicación de esos principios constitucionales. 

 

Sin duda, la corrupción, la impunidad, las inmunidades, la rendición de cuentas, la justicia, son temas que de manera constante nos congregan a buscar el fortalecimiento institucional del Estado de Derecho y la priorización de criterios que permitan evaluar de forma clara cómo vamos, hacia dónde queremos llegar en el corto, mediano y largo plazo en cada uno de estos temas. 

 

La interdicción de la arbitrariedad y la legalidad en la actuación de las autoridades, son principios que siempre se deben aplicar. 

 

Por ello, la importancia de estos foros, que ponen al centro del debate los avances, pero también los retos que aún estamos por enfrentar en esta materia. 

 

Días como hoy, nos invitan a reflexionar sobre las estrategias, los mecanismos, los planes institucionales necesarios para avanzar en materia del combate a la corrupción y a la impunidad, así como crear conciencia y promover mensajes que resalten la importancia de prevenir, luchar contra esta transgresión al desarrollo a nivel nacional e internacional. 

 

Como cualquier enfermedad, por último, la corrupción y la impunidad nos hacen perder la tranquilidad y el bienestar. 

 

Por ello, debemos asumir un compromiso moral y ético de contribuir, desde nuestras posibilidades y atribuciones, a la construcción de una democracia deliberativa, mediante el debate informado y una actitud crítica, propositiva y responsable. 

 

Enhorabuena por este Foro, a todas y a todos, y, desde luego, les deseo éxito en todos estos trabajos. 

 

Muchas gracias. 

 

SENADOR JUAN ZEPEDA: Muchas gracias. 

 

Primero, quiero saludar a todos los presentes en esta su casa, en el Senado, agradecer a todos los que nos acompañan en esta tan importante fecha, como lo es el Día Internacional contra la Corrupción. 

 

Quiero agradecer al senador Ernesto Pérez Astorga, la invitación a co-conducir ambos este evento. 

 

Por supuesto, a la Junta de Coordinación Política por celebrar este tipo de encuentros, con distintos actores fundamentales para el combate a la corrupción. 

 

Quiero agradecer la presencia de todas y de todos los senadores que generosamente nos acompañan para engalanar, sin duda, con su presencia este evento. 

 

A los medios de comunicación, que también hoy nos cubren para que esto tenga la resonancia, que es necesario que se tenga más allá de esta Sede. 

 

A los asistentes que hoy también nos acompañan, por la importancia de la participación cada vez mayor de la sociedad, de los ciudadanos, en esta lucha y combate contra la corrupción. 

 

La corrupción, para cualquier democracia, es un severo problema que debe ser combatido de frente y con todo el rigor y las herramientas del Estado, con estrategias claras y de manera conjunta. 

 

En este sentido, radica la importancia en esta Mesa, de la presencia del señor Kristian Hölge, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Corrupción, las Drogas y el Delito en México. 

 

En esta programación que tenemos, es un honor escuchar la participación de nuestro representante, aquí en México, de las Naciones Unidas. 

 

Tiene la palabra el representante, Kristian Hölge. 

 

Adelante. 

 

KRISTIAN HÖLGE: Muchísimas gracias. 

 

Honorables senadoras y senadores. 

 

Distinguidas y distinguidos magistrados. 

 

Distinguidas y distinguidos titulares. 

 

Colegas y asistentes. 

 

Medios de comunicación. 

 

Señoras y señores: muy buenos días. 

 

Es un verdadero privilegio, es un verdadero placer compartir este espacio de lujo con ustedes, con motivo del Día Internacional contra la Droga, y, efectivamente estamos aquí con mucho entusiasmo. 

 

Puede ser que sea el primer evento de esta índole, pero estoy seguro que no sea el último. 

 

Yo, nosotros, estamos aquí para transmitirles un mensaje, hacer un llamado, y, por último, también hacer un ofrecimiento. 

 

Pero, primero, permítanme unas reflexiones: 

 

Hoy, hace exactamente 18 años, se dio, afirma la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, lo cual se dio simultáneamente en la sede de nuestra oficina en Viena, y la ciudad de Mérida. 

 

Desde entonces, México está presente en cada discurso y cada evento en el que se alude este instrumento de alcance global, pues aún hoy se le reconoce o conoce como la Convención de Mérida. 

 

A tantos años, hay que reconocer que la lucha contra la corrupción no ha dejado de estar presente en los esfuerzos del Estado Mexicano y hoy es un ejemplo de eso. 

 

Sin necesidad de ir muy lejos, recordemos que México comenzó su reciente designación como Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, con un mensaje contundente: la corrupción es el principal obstáculo para ejercer nuestro derecho a una vida libre de temores y violencias. 

 

Y, yo voy a agregar, que es un obstáculo para ejercer todos nuestros derechos, todos nuestros derechos humanos y lograr sociedades más justas y resilientes. 

 

Y, es que cada recurso, cada fondo, cada peso que se pierde por la corrupción, afecta directamente la capacidad del Estado para cumplir sus compromisos, con sus obligaciones y en particular, con los objetivos del desarrollo sostenible. 

 

La corrupción atenta contra las personas, contra la prosperidad, contra la paz, contra el planeta y contra las alianzas, es decir, los cinco P de la Agenda 2030. Este efecto ha quedado más claro que nunca, durante la pandemia. 

 

Sin embargo, no podría señalar a un único responsable, porque todos somos responsables. El título de este Foro lo refleja claramente: esta es una tarea prioritaria y sobre todo es una tarea conjunta. 

 

La misma Convención de Mérida lo establece sin titubear: el combate a la corrupción es un asunto de corresponsabilidad. 

 

Y si todos somos responsables, todos somos parte de la solución también. Cada uno de nosotros, en todas las instituciones y en cada esquina; tenemos un rol que cumplir. 

 

Ningún proyecto, programa, política, plan o prioridad, otras cinco P, ya sea del Gobierno, de la sociedad civil, del sector privado o del mismo Sistema de Naciones Unidas; pueden y deben diseñarse, ejecutarse y evaluarse e incorporar sistemáticamente medidas de prevención y lucha contra la corrupción, llámese buen Gobierno, ética o transparencia. 

 

Esto implica garantizar que la integridad, la rendición de cuentas y la transparencia sean elementos centrales de nuestro actuar. 

 

La prevención de la corrupción, junto con el reconocimiento de los derechos humanos y el impulso a la igualdad de género, deben ser, por lo tanto, los ejes transversales de todo programa público e incluso privado. Y así es en UNODC. 

 

En otras palabras, la lucha contra la corrupción no es una nota aislada, es un arreglo musical, una sinfonía, y todas y todos somos músicos en esta orquesta. Dos mil veintiuno es un año trascendental, marcado por dos conciertos internacionales anticorrupción: 

 

Por un lado, tuvimos la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra la Corrupción, en Nueva York, donde UNODC tuvo el privilegio de presentar el trabajo que desarrollamos junto con las entidades federativas, para acelerar la implementación de la Convención de Mérida en México, en todos los estados de México; un ejemplo subnacional, que nos pone a la vanguardia internacional. 

 

Por otro lado, la semana entrante se va a llevar a cabo la Conferencia de los Estados Parte de esta misma Convención, en Egipto. Ahí, se va a discutir el presente y el futuro de nuestras acciones anticorrupción frente a la delicada situación económica, social y ambiental que atraviesa el mundo entero. 

 

Y, debemos preguntarnos, ¿nuestra sinfonía está a la altura de estos conciertos? ¿Hemos avanzado lo suficiente? 

 

Me imagino que todas y todos conocemos la respuesta. 

 

Por eso, quisiera cerrar con un mensaje, con un llamado y un ofrecimiento. 

 

Primero el mensaje: 

 

Recuperemos lo que la corrupción nos robó, porque no basta con prevenir y perseguir estos hechos, si no compensamos el daño a la sociedad y las oportunidades que perdimos. Debemos buscar la reparación del daño social, la recuperación de lo robado, la reinversión de estos recursos en el desarrollo sostenible, en beneficio de nuestras sociedades. 

 

Recuperemos lo que siempre fue nuestro y nunca debió perderse. 

 

Ahora, el llamado: 

 

Formemos una alianza anticorrupción público-privado-social; hombro con hombro, aliémonos entre el Gobierno, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía. 

 

A las y los legisladores y representantes de las asociaciones de combate a la corrupción presentes, les invito a aliarse con todos los músicos de esta orquesta anticorrupción. Juntos sí tenemos chance. 

 

Y por último, el ofrecimiento: 

 

Consideren a UNODC, a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, como un aliado. Nuestra razón de ser, nuestro sentido mismo es acompañarles en cada paso. 

 

Si nuestra Oficina contra la Droga y el Delito no les apoya en esta tarea, las Naciones Unidas no estarán cumpliendo con su propósito. Simplemente, no seríamos relevantes en México. 

 

Que la lucha anticorrupción resuene en cada rincón. Enhorabuena por este evento y muchas gracias por la invitación. 

 

SENADOR ERNESTO PÉREZ ASTORGA: Muchas gracias por sus palabras, señor Kristian Hölge. 

 

Quisiera saludar a los senadores que se incorporaron recientemente, y que algunos creo que no fueron mencionados.  

 

A la senadora Gloria Sánchez. Gracias, senadora. 

A Alejandro Pena, que también se acaba de incorporar.  

A Alejandra Lagunez. 

Xóchitl Gálvez. Bienvenida, Xóchitl. 

Eli Cervantes, senador. 

Mario Zamora. 

Eruviel Ávila. 

Verónica Martínez. Bienvenidos todos. 

 

Ahora me permito presentar al licenciado David Rogelio Colmenares Páramo, Auditor Superior de la Federación. 

 

Perdón, no mencioné al coordinador de la bancada del PAN, el senador Julen Rementería; al senador Miguel Ángel Osorio Chong. Bienvenidos.  

 

LICENCIADO DAVID ROGELIO COLMENARES PÁRAMO: Muchas gracias.  

 

La verdad es un honor poder participar en esta mesa el Día Internacional contra la Corrupción.  

 

Toda la semana, y en las últimas semanas y en los últimos meses, este tema, el tema que tiene que ver con la lucha contra la corrupción ha tenido una gran relevancia. De ahí la importancia de que en el Senado de la República se realice un evento tan distinguido de esta naturaleza. 

 

Quiero, desde luego, mencionar a la senadora Olga Sánchez Cordero, Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República. 

 

Al senador Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la Junta de Coordinación Política del mismo Senado. 

 

A los señores senadores Juan Zepeda Hernández y Ernesto Pérez Astorga, por supuesto. 

 

A todos los senadores y senadoras que están presentes en esta reunión. 

 

Mencionar desde luego al señor Kristian Hölge, representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga en México. 

 

Al maestro Roberto Salcedo Aquino, Secretario de la Función Pública. 

 

A la maestra Blanca Lilia Ibarra, Comisionada Presidenta del INAI.  

 

A la doctora Luz Mijangos, titular de la Fiscalía Anticorrupción. 

 

A Francisco Cisomani, presidente del Comité Ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción. 

 

En fin, es fácil que me confunda, saludo desde luego a Santiago Nieto, por el gusto de saludarte. Y a todos los asistentes a esta reunión. 

 

Es desde luego un tema fundamental el hecho de que siendo un Día Internacional contra la Corrupción, nos muestra que estamos frente a una situación que es compartida en todo el mundo y ante la cual existe el consenso de la necesidad de llevar acciones precisas para revertir sus actos en todos los ámbitos de trabajo donde hay una posibilidad de participar en esta lucha, pero no es una lucha sólo nacional sino hemos visto que es internacional, y es un movimiento muy interactivo porque puede venir por todos lados. 

 

Debido al impacto que tiene la corrupción sobre un gran número de aspectos de la vida social, este espacio de discusión resulta propicio para ofrecer un panorama amplio acerca de un tema que desafortunadamente aún no ocupa un espacio considerable del debate público. 

 

La naturaleza y características de la corrupción en la actualidad, son cualitativamente más complejas, en tanto que este tipo de prácticas trasciende las fronteras y genera verdaderas restas nacionales que involucran la actuación de grupos de alta capacidad económica y que cuentan con una considerable influencia en distintas esferas.  

 

Actividades como la producción y distribución de narcóticos, la trata de personas, el tráfico de especies, el lavado de dinero, la evasión fiscal, implican operaciones millonarias que dañan a la sociedad, desprestigian al Estado, a los estados nacionales, y comprometen en su futuro; y más que nada su futuro y la responsabilidad que tenemos frente a las generaciones que hoy nacen y que obviamente nuestro trabajo debe estar siempre en función de dejarles un mejor mundo a las generaciones futuras. 

 

Ante este panorama, es necesaria la intervención decisiva de las autoridades y de los ciudadanos para encontrar vías que permitan generar una conciencia pública respecto a los efectos de la corrupción y definir alternativas de acción efectivas para batir tanto sus causas como sus consecuencias.  

 

Resulta alentador saber que no se trata de un problema sin solución.