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Versión estenográfica del Evento Conmemorativo del Día Internacional de la Mujer.

PRESENTADORA: Nos acompaña y damos la bienvenida a la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República.

 

A la senadora Martha Lucía Mícher Camarena, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género.

 

Y también nos acompaña la senadora Mónica Fernández Balboa, presidenta de la Comisión de Gobernación.

 

Saludamos la presencia de todas y todos ustedes. De los medios de comunicación.

 

Muchas gracias a quienes ya se encuentran conectados a través de las distintas plataformas del Senado y por supuesto a quienes siguen esta transmisión completamente en vivo, a través de la señal del Canal del Congreso de la Unión.

 

Bienvenidas, bienvenidos todos.

 

Escuchemos ahora el mensaje inicial de la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias.

 

Buenas tardes a todas y todos.

 

Saludo con afecto a las senadoras hermosas, grandiosas compañeras que hoy me acompañan. La presidenta de la Comisión de la Igualdad, que ha hecho un trabajo extraordinario en estos seis años en el Senado, pero también toda su vida.

 

Y a la senadora Mónica Fernández Balboa, una mujer fuerte, con un gran carácter, una maestra para muchas de nosotras en esta actividad, que es tan bonita y que realizamos con mucho cariño todos los días.

 

Y además, quiero decirles que les vamos a mandar un detalle a todas las trabajadoras del Senado, las colaboradoras, y llevan un toquecito del buen gusto de la senadora Mónica, porque ella diseñó el detallito que les va a llegar a ustedes.

 

En el marco del Día Internacional de las Mujeres, hoy nos tocó inaugurar y recorrer los primeros peldaños del proyecto “Cada escalón, un paso”, espacio que la Unidad Técnica de la Igualdad de Género identificó de manera estratégica para generar consciencia a quienes transitan en él, sobre el respeto y la exigibilidad de los derechos humanos de las mujeres, la cultura de igualdad y no discriminación en nuestro espacio laboral.

 

Todos estos días, cada escalón que subiremos, hombres y mujeres, nos van a recordar lo que ha costado llegar hasta el lugar en el que hoy estamos las mujeres, y este proyecto maravilloso no podía nacer de otra cabeza y de otro corazón, que no fuera el de Sulma. Muchas gracias.

 

Con este proyecto buscamos fortalecer la cultura institucional que hemos impulsado durante las Legislaturas Sexagésima Cuarta y Sexagésima Quinta, y que nos ha llevado a tener una institución certificada con distintivo nivel oro en la Norma Oficial Mexicana en la materia.

 

Esta semana conmemoramos la lucha feminista que a través de los movimientos sociales hemos, todas, tomado con relevancia y fuerza para impulsar la igualdad de género y los derechos de las mujeres a nivel mundial. Desde las mujeres primeras, que alzaron la voz para poder reconocer su ciudadanía y su derecho al voto; hasta las activistas contemporáneas que han exigido valientemente el reconocimiento de sus derechos humanos y la igualdad.

 

Todas ellas nos han heredado la encomienda de velar por una sociedad más justa, igualitaria para las mujeres, las niñas y los adolescentes. Con este legado e ímpetu a cuestas, desde nuestros espacios laborales, personales y en la comunidad, les invito a nuestras batallas diarias a las que todas nos movemos todos los días en nuestras diferentes trincheras; contribuyamos para erradicar todas las conductas machistas que dañan y frenan el desarrollo de las mujeres.

 

Recuerden ustedes que lo que se aprende, no es lo que se dice, es lo que se hace. Las mujeres, todos los días con nuestra actuación, enseñamos a las niñas cómo ser mujeres; rompamos, rompamos con la cultura del dolor, del sufrimiento, del sacrificio.

 

Siempre recuerden que la sumisión no genera respeto, genera abuso; y que el amor no se obtiene limosneándolo; a una mujer se le ama cuando se respeta a sí misma.

 

Amigas queridas:

 

Cada escalón, un paso, no es sólo un nombre. Es un recordatorio de que cada pequeño avance, cada logro, cada paso hacia adelante contribuye al progreso colectivo de la humanidad.

 

Hoy, al inaugurar este espacio, estamos reconociendo y honrando el papel crucial de las mujeres en este proceso.

 

Y aprovecho la oportunidad de comentarles que en breve, desde la Presidencia de la Mesa Directiva les haremos llegar un presente que tiene ese propósito; generar consciencia a nuestros patrones culturales que debemos romper, así como fomentar e impulsar el reconocimiento a la labor y la capacidad de las mujeres que laboran en esta Cámara.

 

Porque aquí lo único que nos hace distintas es nuestras formas de vestir, si quieren, pero todas somos mujeres y todas somos colaboradoras; unas colaboran como senadoras, otras colaboran en el Administrativo, otras colaboran en áreas diversas, pero todas somos mujeres y aquí nadie es más que nadie, pero tampoco menos.

 

Agradezco a las senadoras y senadores que han acompañado e impulsado las grandes reformas que hoy mostramos y anunciamos en la Sesión.

 

Mi gratitud a todas mis compañeras en el Senado, que día a día realizamos las tareas que nos tocan con nuestro mejor esfuerzo. Que se refleje en la vida de niñas, adolescentes y mujeres mexicanas, el trabajo que hacemos sus senadoras de todos los Grupos Parlamentarios.

 

¡Que vivan las mujeres, las que fuimos, las que somos y las que seremos!

 

Muchas gracias.

 

PRESENTADORA: Muchas gracias a la senadora presidenta por este valioso mensaje de sororidad y empatía de mujer a mujer.

 

Nos quedamos con esta frase: la sumisión no genera respeto.

 

Antes de continuar, queremos saludar la presencia del maestro Mauricio Farah Gebara, secretario general de Servicios Administrativos del Senado de la república. Bienvenido.

 

Tiene ahora el uso de la palabra la senadora Martha Lucía Mícher Camarena, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: Buenas noches a todas, a todos.

 

Muchas gracias por estar aquí.

 

Gracias por todo el apoyo que nos da la Unidad.

 

Muchas gracias, mi querida Sulma, gracias por mi equipo en la Comisión para la Igualdad.

 

Miriam, Pati, Rafa, el otro Rafa, Yolanda, pues todo el equipo. Muchas gracias, de verdad, por todo lo que hacen para que nosotras podamos estar aquí paradas frente a ustedes, dirigiendo unas palabras.

 

Y a todo el equipo de la Cámara de Senadores, nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y, por supuesto, ahí se ven porque nosotras ya nos vamos.

 

Bueno, espero yo no, pero de todas maneras. Muchas gracias por todo su trabajo.

 

Primero decirles que es muy importante recordar cómo nació este 8 de marzo.

 

Pues, para quienes no lo saben, en Nueva York, en 1908, una empresa algodonera, una fábrica, probablemente esa es la sospecha, que el propio dueño de la empresa provocó el incendio porque las mujeres reclamaban el mismo sueldo por el mismo trabajo.

 

¿Y saben ustedes por qué nos vestimos de este color? Por ellas. Porque el humo que salía era de este color.

 

Y entonces, en recuerdo de todas ellas, es que el feminismo adquirió esta tonalidad, porque las indumentarias, lo que traían era de este color y el humo que salía era de este color.

 

Así es que cada 8 de marzo no es que le digamos al mundo entero que es el día único de las mujeres, todos los días son los días de las mujeres, pero en especial el 8 de marzo levantamos nuestras voces para decirle al planeta entero, al planeta, que tenemos derecho a tener derechos.

 

Que hemos sido violadas por los padres, por los abuelos; que hemos sido manoseadas en el transporte público; que hemos acudido a un ministerio público a denunciar y se han burlado de nosotras, o que hemos tenido a un juez, como el que acaba de ser destituido, que nos pedía a los cuatro años que supiéramos modo, forma y tiempo, como si pudiese cualquier persona decirlo en sus cinco sentidos.

 

Eso es lo que le decimos al mundo entero, que no hemos logrado la igualdad sustantiva. Es decir, que las circunstancias que nos rodean siguen siendo y siguen estando en contra de nosotras.

 

Porque de nada nos sirve que aprobemos una Constitución o reformas a la Ley o a los Códigos Penales Civiles, de lo Familiar, etcétera, si un ministerio público se sigue burlando de nosotras; si un juez exige a una mujer, a una niña que le diga a qué horas fue, dónde fue, si era de noche, si era de día.

 

Eso es la igualdad sustantiva; modificar las circunstancias, una policía capacitada, especializada, una Fiscalía especializada, espacios libres de violencia, calles iluminadas. Eso es la igualdad sustantiva.

 

Y como bien lo dijo y lo anunció nuestra próxima presidenta de la República, claro que lo incorporaremos a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

 

Eso es lo que hemos hecho.

 

Ana Lilia y Mónica, han llegado al Senado de la República como presidentas, y no crean que llegaron y dijeron: “Quiero ser presidenta de la Comisión”, “Sí, cómo no, pásale Ana Lilia”, “Adelante, Mónica”, no; ha sido a codazos, ha sido porque tenemos que demostrar capacidad, trayectoria. Caramba, nos exigen lo que los hombres no han tenido en su historia.

 

Por eso es para mí un honor saber, primero, que nuestra lucha, la lucha, el trabajo, el trayecto que hemos recorrido, que ha sido un largo y tortuoso camino, no ha sido en valde.

 

Si estamos aquí, si podemos elegir un método de elección, un método de anticoncepción; si podemos decidir cuándo, a qué horas y dónde queremos tener una relación sexual; si queremos divorciarnos; si queremos denunciar; si queremos o no hacer uso de nuestro tiempo libre lavando, trapeando o chismeando, es gracias al feminismo, a las feministas, a esta gran causa que desde hace años marchaba y marchaba por eliminar los privilegios del patriarcado.

 

Pero esos privilegios siguen, y cada vez que aprobamos algo surge otra cosa, y ahora otro tipo de violencia, y ahora otra demanda, y eso es lo que hemos podido hacer; escuchar a la gente, como lo han hecho extraordinariamente tanto Mónica como Ana Lilia, que han sido extraordinarias presidentas, que nunca perdieron compostura ni cordura.

 

Con una educación, le dicen a uno que no pueden hablar o le dicen a una que espere su turno.

 

Es un honor que hayamos podido tener la paridad. Nos costó mucho trabajo la paridad en todo. No fue fácil.

 

El día que estábamos negociando las reformas, nos estábamos dando de pellizcos aquí para no perder la paciencia frente a los argumentos ridículos que estaban esgrimiendo algunos asesores.

 

Pero entendimos que habla el patriarcado, no eran ellos, sino lo que han aprendido del patriarcado; que no había mujeres, que no estábamos capacitadas, que de dónde iban a sacar tantas mujeres. Pero cuando se trata de una elección de un municipio de dos mil personas, luego luego piensan en nosotras y venimos al pensamiento inmediatamente.

 

Ahora estamos listas.

 

Ya estamos en los puestos de decisión, en los puestos de elección.

 

Seguimos trabajando por las tres autonomías: por la física, por la autonomía económica y por la autonomía en la toma de decisiones, y lo hemos demostrado.

 

Y hoy lo dijo muy bien, fuerte y quedito, lo dijo la senadora Ana Lilia: Basta de ponernos a prueba. Ya estamos hartas de que nos pongan a prueba, porque podemos hacer las cosas todavía mucho mejor de lo que esperan de nosotras al lado y dejando de compararnos con los hombres.

 

Muchas gracias a todas y a todos.

 

Gracias por el esfuerzo para que estemos aquí paradas, para que podamos iluminar por esa escalera; esa escalera que a nosotras las mujeres nos ponen una escalera así, y a los hombres les ponen una escalera eléctrica.

 

A ver si dejan de ponerles escaleras eléctricas a los hombres y dejemos que a unos una y a otros otra. Queremos las mismas escaleras, las mismas oportunidades y el mismo trato.

 

Así es que gracias por todo su esfuerzo. Gracias a todo el personal.

 

Pues ya nos vamos y, pues, ni modo, así es esto, el tiempo pasa, nos vamos haciendo viejos y viejas.

 

Bueno, dicen que yo, yo sí. Ya llegué aquí a cumplir 70 años y seguiremos en el trayecto.

 

Muchas gracias por todo.

 

Larga vida a las mariposas.

 

Larga vida.

 

PRESENTADORA: Muchas gracias a la senadora Malú Mícher por compartir estas valiosas reflexiones, producto del feminismo, sobre lo que ha sido y lo que falta aún.

 

Bien. Queremos saludar y dar la bienvenida al licenciado Eduardo Fernández, director general del Canal del Congreso de la Unión.

 

Escuchemos ahora la participación de la senadora Mónica Fernández Balboa, presidenta de la Comisión de Gobernación.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Gracias. Muy buenas tardes a todas y a todos.

 

Principalmente, mi agradecimiento, antes de iniciar, a la presidenta de la Mesa Directiva, a la senadora Ana Lilia Rivera, porque no ha dejado un solo día de compartir con nosotras.

 

Hemos tenido ese privilegio, y le reconocemos, de compartir con nosotras todas sus intenciones, y sus sueños, y sus ideas para poder hacer una gestión como presidenta del Senado con equidad, con igualdad y reconociendo siempre, a no solamente a las senadoras y los senadores, sino a todas y todos y cada uno de los colaboradores y colaboradoras del Senado de la República, y además tomándonos en cuenta en todo.

 

Muchas gracias, Ana Lilia. Este evento y muchas de las acciones que pasarán estos días son producto de esto.

 

Y por supuesto agradecer y reconocer, como siempre, a la Unidad de Género. Sulma; te mencionamos mucho, pero la realidad es que, mira, está aquí la senadora Malú, la presidenta Ana Lilia, no está la senadora Olga, pero yo en mi momento al frente de la Mesa Directiva, reconocemos tu profesionalismo, tu dedicación, de todo el equipo de la Unidad de Género, siempre pendiente para poder colaborar con la Comisión, con la Presidencia, con cada uno de nosotros, y lo reconocemos y me da mucho gusto. Además, ¡felicidades!

 

Honor a quien honor merece siempre, y eso es lo que tenemos que hacer.

 

Y decirles, también, en este sentido de honor a quien honor merece, acaba de decir la Presidenta de que ella les va a hacer llegar un detallito, que tuve yo que ver; ¡no!, tuvimos todas que ver; todas tuvimos que ver, estuvimos platicando, estuvimos hablando y de ahí salieron muchas ideas, y fuimos todas. Entonces, ojalá, esperamos que esta Iniciativa que tuvo ella les guste mucho.

 

Y pues, bueno, la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres pues va más allá de eventos alusivos a este importante Día.

 

Va más allá incluso de recordar la lucha feminista para impulsar las agendas de derechos humanos de las mujeres, de las niñas, y los y las adolescentes. Esto debe ser ya un compromiso asumido por todas y por todos.

 

La conmemoración de este Día nos debe de llevar a la reflexión sobre lo que ha representado para cada una de nosotras, las que estamos aquí y en otros espacios, de los logros, las victorias, los avances que se han materializado desde hace más de un siglo, gracias a mujeres valientes, como acaban de decir las senadoras; gracias a mujeres empoderadas, a mujeres solidarias que decidieron alzar la voz, que decidieron exigir justicia social, que decidieron que se merecían mejores condiciones de vida, mejores condiciones de desarrollo y de igualdad frente a los hombres.

 

Es un hecho, como se dijo hoy en la Sesión Solemne, que debemos reconocer los avances legislativos.

 

Es un hecho que debemos reconocer que se han mejorado las condiciones y, como lo acaba de explicar la senadora Malú, que hay que los derechos deben de ser todos los derechos para todas las mujeres y que hoy por hoy tenemos nuevos derechos, y se han mejorado las condiciones en general que nos desarrollamos.

 

Pero no podemos dejar de ver que las violencias y la discriminación sistemática y estructural siguen mermando y limitando los derechos humanos de las mujeres.

 

Y es por ello que este próximo 8 de marzo debemos de reconocer nuestra historia, la historia feminista, que fue forjada por nuestras antecesoras y que gracias a ellas estamos y somos.

 

Me quiero permitir citar hoy a Annie Lennox, la cantante, y compositora y activista británica, que apoya a mujeres de todo el mundo con su frase célebre que dice: “Si valoramos lo que hemos heredado de manera gratuita del esfuerzo de otras mujeres que lucharon antes, sin duda es moralmente ético levantarnos y decir: ¡Sí! Soy feminista”.

 

Pero por supuesto que debemos seguir avanzando, tenemos que seguir trabajando, tenemos que seguir labrando camino y abrir brechas para las mujeres que vienen, para nuestras sucesoras, para las generaciones futuras, para que todas puedan tener mejores condiciones de vida, mejores condiciones de desarrollo, de igualdad, de justicia, de respeto, y podamos alcanzar, juntas y juntos, la plenitud de la vida digna que nos merecemos.

 

Muchas gracias. Pero de verdad muchas gracias a todas y a todos, porque durante estos seis años hemos podido lograr de la mano de cada una y de cada uno de ustedes, de verdad que logros sumamente importantes por todas las mujeres, las niñas, niños y adolescentes de nuestro país.

 

¡Felicidades a todas y gracias!

 

PRESENTADORA: Agradecemos a la senadora Mónica Fernández por puntualizar la importancia de continuar con los avances a favor de las mujeres.

 

Bien vamos a dar paso al acto de Iluminación, para lo cual les pedimos a nuestras legisladoras se acerquen al mueble que contiene el botón del encendido para iluminar este recinto.

 

Iniciamos: tres, dos, uno.

 

(ACTO DE ILUMINACIÓN)

 

En estos momentos estamos apreciando cómo poco a poco, el edificio principal de este órgano Legislativo se comienza a iluminar color morado, con el cual el Senado de la República envía un mensaje de empatía y solidaridad a las niñas y mujeres de todo el mundo, por sus causas, nuestras causas más sentidas.

 

A continuación, les pedimos sean tan amables de trasladarse a las escalinatas donde se proyectarán las frases alusivas a este evento, en conmemoración del 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres.

 

La entrada principal del Senado de la República ha sido el espacio que, del tiempo a la fecha, se ha ocupado para proyectar, junto a las escalinatas, frases alusivas con las que se pretende generar consciencia sobre el respeto de los derechos humanos de las mujeres, las niñas y las adolescentes; las violencias que sufren y el compromiso del Senado de la República por erradicarlas.

 

Damos el uso de la voz a la senadora Malú Mícher.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: Okey.

 

Cinco, cuatro, tres, dos, uno…

 

(ILUMINACIÓN CON FRASES ALUSIVAS)

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: ¡Todas las mujeres. Todo el derecho!

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Por el reconocimiento de las mujeres como eje central de la sociedad.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Por nuestro derecho a vivir libres de violencias.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: Por nuestro derecho a ser respetadas desde la diversidad.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Sin mujeres, no hay democracia.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Por la transformación cultural a favor del reconocimiento de nuestros derechos.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: Ni una menos, ni una más.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Eliminemos los estereotipos y roles que frenan el desarrollo de las mujeres.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Si tocan a una, respondemos todas.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: Por la reivindicación de todos nuestros derechos.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Nada sin nosotras.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Nos queremos vivas y sin miedo.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: No, es no.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Por espacios laborales libres de violencias.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Por más niñas y mujeres en las ciencias.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: Queremos poder elegir para no morir.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: No se daña a quien se quiere.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: Por más niñas y mujeres en las tecnologías.

 

SENADORA MARTHA LUCÍA MÍCHER CAMARENA: No queremos tus halagos, queremos tu respeto.

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Mi cuerpo, mi decisión.

 

SENADORA MÓNICA FERNÁNDEZ BALBOA: ¡Todas las mujeres, todos los derechos!

 

TODAS: ¡Todas las mujeres, todos los derechos! ¡Todas las mujeres, todos los derechos! ¡Todas las mujeres, todos los derechos!