Versión estenográfica del mensaje del señor Graeme Clark, embajador extraordinario y plenipotenciario de Canadá en México, en la conmemoración del 80 Aniversario de las Relaciones Diplomáticas entre México y Canadá.

Muy buenos días.

Senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Junta Directiva del Senado de la República.

Senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte del Senado de la República.

Apreciables senadoras y senadores.

Mi querido Roberto Velasco, encargado de la Unidad de América del Norte de la Cancillería.

Me es muy grato visitar el Senado de la República el día de hoy, para festejar estos 80 años de relaciones diplomáticas entre nuestros dos países. Y qué mejor que hacerlo en compañía de tan distinguidas personas.

Agradezco enormemente las gestiones de la Mesa Directiva y de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, para llevar a cabo este evento conmemorativo, que pone de manifiesto la cercanía y la calidez de las relaciones entre nuestros países.

Esta placa que hoy develaremos en este importante Recinto es testimonio de ocho décadas de cooperación, de amistad, de retos compartidos y de buena vecindad entre nuestros dos países.

Y este año es particularmente importante para Canadá y México, ya que también celebramos 50 años de la puesta en marcha del programa de trabajadores agrícolas temporales, y 20 años de la alianza México-Canadá, y, por supuesto, se cumplen también 30 años desde la entrada en vigor del TLCAN.

Somos importantes aliados estratégicos y compartimos un diálogo y un compromiso permanentes.

Estamos unidos en nuestro deseo de combatir el cambio climático, por ejemplo; de promover la equidad de género, los derechos de los pueblos indígenas, la inclusión y la diversidad, de impulsar la democracia y el Estado de Derecho, y de fomentar la seguridad en nuestro hemisferio, nuestra casa compartida.

Trabajamos juntos para generar prosperidad y crear empleo para los ciudadanos de ambos países y para construir economías que funcionan para todos.

Estamos también orgullosos de emplear a unos 25 mil mexicanos cada año en el sector agrícola a través de este famoso PTAT, que es el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, un mecanismo que permita a las empresas agrícolas de Canadá satisfacer sus necesidades de mano de obra estacional.

Por supuesto que no omito destacar la importancia de la relación parlamentaria entre Canadá y México, que juega un papel tan destacado en nuestra relación bilateral.

Este año celebraremos 49 años de relaciones parlamentarias, que incluyen acercamientos constantes entre legisladores de ambos países, así como un total de 23 reuniones interparlamentarias.

Estoy convencido de la importancia de la diplomacia parlamentaria y hago votos para que los lazos entre legisladores de ambos países continúen fortaleciéndose.

De nuevo, agradezco mucho la oportunidad de conmemorar este hito en la relación bilateral con ustedes.

Y como usted lo dijo muy bien, Presidenta: ¡Que viva México! ¡Que viva Canadá!