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Versión estenográfica de la Ceremonia Solemne de las Leyendas “Rudesindo Cantarell Jiménez” y “Escuadrón 201, Águilas Aztecas”, en letras doradas en el Muro de Honor del Senado de la República.  

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Damos la bienvenida a quienes nos acompañan en este presídium. 

 

A la senadora Rocío Adriana Abreu Artiñano, promovente de la leyenda “Rudesindo Cantarell Jiménez”. 

 

Y el senador Noe Castañón, promovente de la leyenda “Escuadrón 201, Águilas Aztecas”. 

 

Se encuentran también el maestro Jorge Alberto Arévalo Villagrán, director general de Exploración y Extracción de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía. 

 

El ingeniero Ángel Carrizales López, de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente. 

 

El señor Juan José Cantarell Cortés. 

 

Y la señora Juana Hernández Espíndola. 

 

De igual forma, agradezco y reconozco la asistencia de familiares de don Rudesindo Cantarell Jiménez y de quienes integraron el Escuadrón 201. 

 

Agradezco la presencia del personal de la Secretaría de Energía, así como de las comisionadas y comisionados de la Comisión Reguladora de Energía y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. 

 

Asimismo, saludo al personal de las Fuerzas Armadas, que amablemente nos acompañan. 

 

Finalmente, menciono con agradecimiento y profundo cariño, la presencia de vecinas, vecinos, amigos del municipio de Apizaco, de mi querido estado de Tlaxcala, invitamos por nuestro querido amigo Luis Medina. 

 

Sean bienvenidas y bienvenidos a esta Ceremonia Solemne. 

 

En primer lugar, daremos el uso de la palabra a la senadora Rocío Adriana Abreu Artiñano, promovente de la inscripción de la leyenda “Rudesindo Cantarell Jiménez”. 

 

Señora senadora, tiene usted el uso de la Tribuna. 

 

SENADORA ROCÍO ADRIANA ABREU ARTIÑANO: Muchas gracias, presidenta. 

 

Muy buenos días, a todas y a todos. Con mucho afecto saludo a Juan José Cantarell Cortés, nieto de don Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

A la vez, envío un fuerte abrazo a la señora Margarita, esperando que pronto se encuentre ya recuperada. Lamentablemente, venía para acá y tuvo un tema de salud, pero ya sabe que está en nuestro cariño, como siempre. 

 

También saludo a Vilma Cantarell, así como a todos los familiares de don Rudesindo, que para nosotros es un orgullo y lo será para México, hoy que platiquemos de un gran personaje, de un héroe desconocido, como hay tantos en este país y que merecen el reconocimiento de todos nosotros. 

 

Me siento muy contenta por la presencia de todos mis compañeros del sector, por el maestro Jorge Alberto Arévalo Villagrán, director general de Explotación y Extracción de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía. 

 

Del ingeniero Víctor Navarro, director corporativo de Planeación, Coordinación y Desempeño de PEMEX. 

 

De la Comisión Nacional de Hidrocarburos, saludo a todos los comisionados aquí presentes. Del doctor Néstor Martínez Romero; del doctor Héctor Moreira Rodríguez; del doctor Salvador Ortuño Arzate.  

 

Asimismo, de la Comisión Reguladora de Energía, saludo a los comisionados Ermilo Ceja Lucas; Guadalupe Escalante Benítez y Walter Julián Ángeles Jiménez. 

 

Saludo a Lorenzo Meyer, mi querido amigo, consejero independiente de PEMEX. Y a la maestra Patricia Agundis Salazar, directora de Planeación, Operación y encargada del Despacho de la Dirección General del Instituto Mexicano del Petróleo. 

 

A su vez, al ingeniero Ángel Carrizales López, director ejecutivo de la Agencia de Seguridad y Energía Ambiental. 

 

Así como a todos los presentes, amigos y a los medios de comunicación que, por su conducto, nos permiten llevar este reconocimiento hasta lugares lejanos. 

 

El día de hoy, estamos aquí con motivo de la Sesión Solemne, en la que se develará en este Muro de Honor, el nombre de un mexicano que debería ser considerado un héroe nacional. Me refiero al señor Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

En este tema de justicia social, don Rudesindo, quien descubrió uno de los campos más grandes a nivel nacional y el más grande que ha tenido México, el Complejo Cantarell. 

 

El señor Cantarell Jiménez, nació en Isla Aguada, Campeche, en el Municipio del Carmen, de donde yo soy originaria, el 25 de octubre de 1914, y se dedicó a la pesca, principalmente el camarón. 

 

Y fue en 1958, cuando se encontraba navegando en su embarcación, Centenario del Carmen, en la Sonda de Campeche, cuando notó una mancha oscura que brotaba con burbujas, sospechando que podría tratarse de petróleo. 

 

Este hallazgo dejó intrigado a don Rudesindo, quien constantemente navegaba en esa zona. 

 

Fue en 1968, cuando, con sus propios recursos, decidió viajar a Coatzacoalcos, Veracruz, para hablar sobre lo que había encontrado a funcionarios de Petróleos Mexicanos.  

 

Siguió insistiendo para que fueran a visitar la zona. 

 

Continuó insistiendo, ¿cuánto tiempo creen? Tres años, necio de que fueran a ver qué pasaba en la Sonda de Campeche. 

 

Acudieron a la zona y tomaron muestras del agua, llevándose una sorpresa, ya que resultó que fue el descubrimiento del campo petrolero más grande de México, hispanoamericana; y el segundo campo gigante a nivel mundial, ya que el primer puesto lo ocupa el Complejo Ghawar en Arabia Saudita. 

 

El Complejo Cantarell, inició su operación en 1979, generando una producción diaria de poco más de dos millones de barriles; es el histórico que hemos tenido en este país y en muchos otros lados, lo que representó una gran fuente de ingresos para el país. 

 

Los cuales, aumentaron a 340 millones de dólares en 1976; 12 mil millones de dólares en 1980, representando el 40 por ciento de los ingresos totales de la economía mexicana, teniendo un gran incremento a nivel mundial y perfilando a México como uno de los principales proveedores de crudo al mercado; situación que logró ponerlo en una posición que determinó la industria petrolera a nivel mundial. 

 

El señor Cantarell, recibió algunos homenajes y reconocimientos por su hallazgo. 

 

Pemex le dio un empleo, como obrero, donde su principal función era lavar muestras de plataformas petroleras. 

 

Asimismo, se nombró dicho campo petrolero Cantarell, en honor de su descubridor.  

 

También diversos políticos de la época le hicieron promesas a don Rudesindo, para poner en una buena posición para que a él y a su familia no les faltara nada, ya que su descubrimiento, así como lo ameritaba por haber ayudado al crecimiento económico del país, y quiero reiterar, del país. 

 

Sin embargo, don Rudesindo murió en 1997, a los 83 años en el olvido y con la esperanza de recibir lo prometido, que no se cumplió. 

 

Por lo que hoy alzo la voz para que se cumplan estos acuerdos a sus descendientes. 

 

Cantarell ha sido considerado uno de los campos más importantes en el mundo.  

 

Asimismo, llegó a contribuir el 45 por ciento de la producción.  

 

Esto dio un desarrollo sin precedentes a México, generando infraestructura en los 32 estados. 

 

El impacto económico del campo petrolero Cantarell, se extiende mucho más allá de sus inmediaciones.  

 

Los ingresos generados por la producción de petróleo, ha aumentado. Financiar proyectos de infraestructura, iniciativas educativas, programas de bienestar social, fomentando una sociedad más equitativa y próspera en todo el país. 

 

Es por ello que este homenaje póstumo al señor Rudesindo Cantarell Jiménez y para el pueblo Carmelita, así como para el estado de Campeche, por su gran aportación a nuestro país, misma que continúa beneficiando a generaciones. 

 

Ese es un reconocimiento para todos aquellos héroes anónimos: obreros, pescadores, vendedores, que tanto han aportado y no son reconocidos. A su vez, a mi tierra natal, Ciudad de Carmen. 

 

Reitero que existe un compromiso del Presidente de que llegue Petróleos Mexicanos a Ciudad del Carmen. Estamos preparados y esperamos la llegada de PEMEX. 

 

No dejaré de levantar la voz por mi tierra, por mi Estado, y seré portavoz permanente de los compromisos para que ellos se cumplan. 

 

Es cuánto, señora Presidenta, y todos los asistentes. 

 

Muchísimas gracias. 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Gracias, senadora Abreu. 

 

Tiene ahora el uso de la Tribuna el señor Juan José Cantarell Cortés, nieto de nuestro homenajeado, quien se referirá ala figura de Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

SEÑOR JUAN JOSÉ CANTARELL CORTÉS: Muy buenos días a todos. Muchas gracias por este espacio. Gracias por este tiempo que nos brindan. 

 

Quiero agradecerles a todos y cada uno de ustedes por este tiempo, pero sobre todo a la senadora Rocío Abreu Artiñano. La verdad, gracias por recordar a mi señor abuelo. 

 

Lo que expresó, lo que dijo, tal cual, así fue la vida de mi abuelo, pescador, que, sin pedir nada a cambio, sufrió para poder esas muestras, hasta que después de tres años decidieron hacerle caso al viejo pescador. 

 

Lo que no le creían que ahí había petróleo, hasta que decidieron acompañarlo a ver dónde se encontraba ese yacimiento, ahora conocido como el Complejo Cantarell, uno de los complejos más grandes que tenemos en México. 

 

Y el agradecimiento para la senadora. La verdad, gracias por trabajar por el Estado como lo ha hecho. Muchas gracias. Gente como usted necesitamos, deveras. 

 

Y sobre todo por mi abuelo, que murió en la pobreza, tal cual. El último empleo que tuvo en PEMEX fue como velador, el que descubrió el Complejo más grande. 

 

Como dijo la senadora: “los héroes sin capa a veces que no nos damos cuenta”. 

 

Quiero agradecerles a todos por este tiempo y hacerle honor a mi señor abuelo, que creo que sin quererlo hizo mucho por nuestro país, sin quererlo creo que hizo grande a nuestro país. 

 

Y pues solamente les puedo decir gracias, gracias a todos. Senadora Rocío Abreu, muchas gracias; gracias, en serio, por acordarse de mi abuelo, por hacerle honor a don Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

Muchas gracias a todos. 

 

Y, ¿qué les puedo decir? No olvidemos a nuestros héroes sin capa; no olvidemos, porque hay muchos todavía por México, que siguen sin ser escuchados, siguen sin ser vistos. 

 

Así es que muchas gracias. Y pues en honor a mi abuelo, don Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias, señor Juan José Cantarell. 

 

Tiene ahora el uso de la Tribuna el maestro Jorge Alberto Arévalo Villagrán, director general de Exploración y Extracción de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, para referirse a la figura de Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

MAESTRO JORGE ALBERTO ARÉVALO VILLAGRÁN: Muy buenos días. 

 

Señor Juan José Cantarell. Es un placer conocerlo. 

 

Senadora Ana Lilia Rivera Rivera. Gracias. 

 

Senadora Rocío Abreu. Gracias. 

 

Senadores y senadoras. 

 

Invitadas e invitados que nos acompañan el día de hoy. 

 

Buenos días a todos. Sean bienvenidos a este Recinto. 

 

A nombre del Secretario de Energía, el maestro Miguel Ángel Maciel Torres, agradezco la oportunidad para asistir a esta ceremonia solemne, con motivo de la inscripción de la leyenda “Rudesindo Cantarell Jiménez”, en el distinguido Muro de Honor de este Senado de la República. 

 

Rudesindo Cantarell, es un personaje trascendente en la historia de la industria petrolera de nuestro país, en su desarrollo. 

 

A él debemos el descubrimiento del campo petrolero súper gigante, más importante que hay en México, lleva su nombre: Cantarell. 

 

Los trabajos de reconocimientos, superficiales, geológicos y geofísicos comenzaron en el mar desde 1966. Es decir, ocho años después del avistamiento de Rudesindo Catarell. 

 

Hoy en día, el proyecto Cantarell está formado por ocho campos, estos son Akal, que es el más importante y que conserva el 90 por ciento del volumen original del complejo. Chac, Ixtoc, Kambesah, Kutz, Nohoch, Sihil y Takín. Ese es el Complejo Cantarell. 

 

Todo este complejo está localizado a 80 kilómetros de Ciudad del Carmen, Campeche, en aguas someras del Golfo de México, y los tirantes oscilan entre 35 y 40 metros de agua. 

 

Se trata, sin embargo, de las acumulaciones de petróleo más concentradas y ricas del mundo, sin duda. Estos campos forman un excelente Complejo, están conectados hidráulicamente y comparten múltiples instalaciones en altamar. Eso es algo muy importante. 

 

En junio de este año, el Proyecto Cantarell cumplió 44 años de vida productiva y fue en el año 2013 cuando alcanzó su nivel máximo de producción de petróleo crudo, es decir, produjo 2.2 millones de barriles diarios en aquel entonces. La producción actual de México es 1.9, con todos los campos que tenemos. Acá, Cantarell dio 2.2 millones de barriles como pico. 

 

Y como dato importante, algunos pozos de Cantarell, producían hasta 35 mil barriles por día, para que se den una idea, el pozo de Chicontepec, Poza Rica, produce 100 barriles por día. Acá eran 35 mil barriles por día. 

 

Hoy en día, el proyecto produce 46 mil barriles por día, diarios, y 528 millones de pies cúbicos de gas. Aun así, está dando bastante. 

 

Pero, ¿qué es Cantarell? Para que se den una idea, el volumen original del Proyecto Cantarell es de 40 mil millones de barriles de petróleo crudo, equivalente, es decir, aceite más gas; lo que representa el 11 por ciento actual en relación al volumen original de nuestra nación actualmente. Cantarell tiene el 11 por ciento aún de volumen original, un enorme tesoro negro. 

 

Y como decía la senadora, está superado simple y sencillamente por el campo Ghawar, de Arabia Saudita. Es de los gigantes del mundo, de los súper gigantes del mundo. 

 

Ahora, por su volumen, de que se puede recuperar o reserva actual, el proyecto se considera uno de los campos supergigantes más grandes del mundo; sus reservas originales ascendieron a 20 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Es decir, es un campo súper gigante de mil millones de barriles para arriba, es un campo súper gigante; este tiene 20 mil millones y se ubica entre los seis principales campos del mundo actualmente. 

 

Cantarell representa el 32 por ciento del volumen de aceite y el 11 por ciento del volumen de gas que se ha producido, se ha extraído del subsuelo desde el siglo pasado y actualmente. Todo lo que se ha extraído en la nación, Cantarell representa actualmente el 32 por ciento, para que vean la gran riqueza. 

 

Es la joya de una corona, formada por otros tres complejos, que también están súper gigantes, tales como Ku-Maloop-Zaap y Abkatún-Pol-Chuc, en mar; y el complejo Antoni J. Bermúdez, que se encuentra en tierra, es parte de ellos y otros cientos de campos. 

 

Esta generosa dotación de la naturaleza, explica la importancia histórica que ha tenido la industria petrolera mexicana en diversos momentos del siglo XX y la primera década del XXI. 

 

Pero hoy, con la inscripción de la leyenda “Rudesindo Cantarell Jiménez”, su apellido se convierte en símbolo de riqueza petrolera para la nación; quedando de manifiesto que el desarrollo y rescate de la industria petrolera de la nación, se debe al talento y el esfuerzo de técnicos y trabajadores de México; quienes son parte fundamental de la industria petrolera. 

 

Muchas felicidades y enhorabuena. 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias, ingeniero Arévalo. 

 

Tiene ahora el uso de la palabra el ingeniero Ángel Carrizales López, de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, quien se referirá a la figura de Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

INGENIERO ÁNGEL CARRIZALES LÓPEZ: Con su permiso, Presidenta.  

 

Reciban un cordial saludo de mi secretaria María Luisa González Albores González, Secretaria de Medio Ambiente. 

 

También agradezco a la senadora Rocío Abreu la invitación a este recinto, y reconozco el impulso y la tenacidad de reconocer a nuestro héroe mexicano, don Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

Bienvenida la familia Cantarell. 

 

Como nación, estamos conscientes de la gran riqueza natural que poseemos y, claro ejemplo, es el Complejo Cantarell, el cual posicionó a México como uno de los países petroleros más importantes a nivel mundial. 

 

Con 40 mil millones de barriles adicionados al volumen de reservas a nuestro país, el yacimiento Cantarell se convirtió en uno de los yacimientos más importantes del mundo. 

 

Fue en el año de 1971, en el mes de marzo, cuando el pescador carmelita Rudesindo Cantarell, fortuitamente se percató de la profundidad del mar de la Sonda de Campeche, emanaba una mancha de aceite. 

 

Rudesindo desconocía la magnitud de su hallazgo. Se había topado con el que se convertiría en el campo petrolero más importante de México. 

 

El tesoro descubierto por el humilde pescador, produciría dos terceras partes de la producción total de la República Mexicana.  

 

Ubicado a 85 kilómetros de Ciudad del Carmen, Campeche, esta capital petrolera por excelencia es y seguirá siendo un referente del sector hidrocarburos, destacando la importancia que tuvo el campo para la economía mexicana, ya de los ingresos derivados de la alta producción del petróleo, pues se traducen en grandes proyectos de inversión en todos los sectores económicos del país. 

 

Para la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), es de gran relevancia la historia petrolera de nuestro país. 

 

No sólo hemos aprendido de ésta para ser un país petrolero con gran experiencia técnica; al mismo tiempo, hemos fortalecido los conocimientos para hacer una industria segura y cada vez más respetuosa con el medio ambiente y eso es algo que celebro también en esta ocasión. 

 

En esta presente Administración, priorizamos que las comunidades y los pueblos mexicanos tomen sus propias decisiones respecto a la generación, distribución y consumo de energía. 

 

Luchamos por disminuir la pobreza energética y garantizar la soberanía energética de nuestro país, por lo que siempre buscamos que la explotación de este recurso tan preciado y necesario, sea con las mejores prácticas nacionales e internacionales que prioricen la parte ambiental, económica y cultural de las regiones donde se practiquen. 

 

Un ejemplo de lo anterior y, haciendo referencia a Campeche como estado impulsor de proyectos del sector, estado que alguna vez fue mi hogar y a quien le guardo un profundo cariño y respeto por haberme acogido en una maravillosa isla, donde se puede ver a la industria petrolera que engalana la vista con las colosales plataformas que pueden ser observadas cuando te dispones a visitar el mar. 

 

Aprovecho para comentarles que uno de los proyectos en Campeche, que estamos impulsando y que busca justamente satisfacer la necesidad energética de los pueblos y comunidades, y, al mismo tiempo, abonar a esta soberanía, quiero referirme a las Gasolineras Bienestar, ya que Campeche será el segundo estado en inaugurar una de ellas en el ejido de Conhuas, del Municipio de Calakmul.  

 

Bien dujo nuestro Presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador: Sólo el pueblo puede salvar al pueblo. 

 

Pero también creo que el pueblo organizado en cooperativas, puede salvar al pueblo. 

 

Este proyecto es impulsado y organizado por los miembros de la comunidad, quien en poco tiempo lograron materializar el proyecto donde impera el bienestar, la felicidad y la autosustentabilidad. 

 

Es así como, desde la Isla de Rudesindo hasta las tierras de los conhuas, que se evidencia como los hidrocarburos, pueden transformar para bien la vida de las personas, las comunidades y el país. 

 

Por lo que, desde la ASEA, refrendamos que es posible generar bienestar con criterios de protección al ambiente y desarrollo económico. 

 

Sabemos que es un trabajo arduo, pero sin embargo el pueblo mexicano está primero y el objetivo es uno: alcanzar la soberanía energética del país por el bien de todas y todos. 

 

Cantarell es este inolvidable personaje histórico petrolero que dejó una huella imborrable en nuestro país, dedicando su vida a transformar nuestra nación. 

 

Su legado perdurará para siempre en nuestros corazones. 

 

Muchas gracias. 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias, ingeniero Carrizales. 

 

Tiene ahora el uso de la Tribuna el senador Noé Castañón, promovente de la inscripción de la leyenda: “Escuadrón 201, Águilas Aztecas”. 

 

SENADOR NOÉ CASTAÑÓN RAMÍREZ: Muy buenos días, y que sea un día de festejo y reconocimiento, que sea un día de solemnidad y de memoria, para compartir con ustedes un momento de profunda reflexión y gratitud. 

 

Nos reunimos para rendir un respetuoso homenaje a los héroes que elevaron el nombre de México durante uno de los capítulos más desafiantes de la historia de la humanidad. 

 

Nos congregamos aquí, para hacer un respetuoso reconocimiento a héroes que, con admiración y gratitud, quiero expresar, elevaron sus alas de coraje y tenacidad, no sólo por la gloria de México, sino también por la libertad y la libre autodeterminación de aquellos pueblos hermanos que se encontraban subyugados en el Pacífico. 

 

Alzaron vuelo convirtiéndose en auténticos símbolos de valentía, coraje y patriotismo, que el día de hoy, a escasos días de conmemorar el 73 aniversario de su regreso a esta Ciudad, recibimos con respeto y admiración en este Recinto. 

 

Demos la bienvenida a familiares de nuestros héroes del Escuadrón 201, nuestras águilas aztecas. 

 

La historia del Escuadrón 201, es un hito importante en la historia militar de la Fuerza Aérea Mexicana, un momento lleno de actos heroicos, comprometidos por la gloria de nuestro país y dignos de reconocimiento en el teatro de operaciones del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. 

 

En los cielos del Lejano Oriente, en 1945, esos ases de combate desafiaron los límites de la valentía y la dedicación. 

 

Cada maniobra, cada vuelo ininterrumpido, cada misión, resonó con el sonido imponente de una responsabilidad inquebrantable del pueblo, de un pueblo comprometido con los valores de la libertad y la justicia para con el mundo. 

 

En sus alas, llevaban no sólo la insignia mexicana, sino también la esperanza de un país que buscaba aportar esfuerzos por un mundo mejor. 

 

Y todo esto comenzó en 1942, cuando nuestro país fue víctima de dos ataques perpetuados por las potencias del eje en contra de las embarcaciones “Potrero del Llano” y “Faja de Oro”, atacados deliberadamente a pesar de que el país, nuestro país, previo a este suceso, no estaba en conflicto armado con los agresores. 

 

Pero ante esos condenables hechos, por petición del entonces presidente Manuel Ávila Camacho, el Senado de la República, este mismo Senado, aprobó la declaración de guerra el 22 de mayo de 1942, y ante ese llamado, el Gobierno Mexicano creó la Fuerza Aérea Expedicionaria, mejor conocido como el “Escuadrón 201. 

 

Integrado por 300 voluntarios, jóvenes y adultos, pilotos, mecánicos, técnicos, controladores de radio y demás personal auxiliar, provenientes de diversos colegios y órganos militares a lo largo del país que, a pesar de que el conflicto se encontraba lejos de sus hogares, atendieron al llamado de la Patria para defenderlo. 

 

No sólo a nuestro país de la amenaza del fascismo, sino también para luchar por la libertad, la justicia y la libre autodeterminación de los pueblos ocupados en el Pacífico. Hombres que en su momento eran anónimos y que la historia los preparaba para ser grandes héroes de México y del mundo libre. 

 

Los pilotos del Escuadrón 201 en sus P-47, esos Thundderbolts de nariz blanca y con el reconocido logo de Pancho Pistolas en su cola, condujeron 96 misiones de combate apoyando a las fuerzas terrestres aliadas, participaron activamente en la lucha en la Isla Madre Luzón, en Filipinas; y en Formosa, hoy Taiwán. 

 

Volaron 2 mil 842 horas en el Pacífico, de las cuales mil 970 horas fueron en misiones de combate y 591 horas en zonas de combate. 

 

“Ese mexicano está loco”, razonaban en las radios los pilotos estadounidenses militares, pues eran testigos de la audacia del teniente Reynaldo Pérez Gallardo, al atacar un convoy enemigo en aquellas tierras lejanas. Los pilotos mexicanos jugaron un papel decisivo en la liberación de Filipinas y Formosa. 

 

El Escuadrón 201 había puesto fuera de combate a más de 30 mil soldados enemigos, destruyendo infraestructura, armas y convoyes de abastecimiento y refuerzo.  

 

Sin embargo, esta gloriosa victoria no vino sin un costo, cinco de ellos cayeron en combate: el capitán segundo, piloto aviador Pablo Rivas Martínez; el teniente piloto aviador Héctor Espinoza Galván; el teniente piloto aviador José Espinoza Fuentes; el subteniente piloto aviador Mario López Portillo; y el subteniente piloto aviador Fausto Vega Santander. 

 

Nombres que jamás deben ser olvidados, pues ellos defendieron a la patria, la libertad y la soberanía. Bajo su nombre de combate: Águilas Aztecas, estos valientes mexicanos no sólo pelearon con la legendaria fuerza del Sol Naciente; sino que también se enfrentaron a los prejuicios racistas de muchos militares norteamericanos, una batalla que México igualmente ganó, gracias a la voluntad de acero y la firme convicción de sus integrantes, logrando el reconocimiento de sus contrapartes aliadas. 

 

Pues fue el mismo general Douglas MacArthur, quien reconoció la importancia de las misiones de las Águilas Aztecas, cuyas acciones salvaron vidas y fueron clave para la victoria aliada en el Pacífico. 

 

Hoy, a 73 años de su triunfante regreso a la Ciudad de México, en aquel lejano, distante 18 de noviembre de 1945, nuevamente el pueblo mexicano rinde tributo al legado de nuestras Águilas Aztecas. Cada vuelo intrépido, cada maniobra valiente resonará en nuestras memorias como un eco eterno de la fuerza y el espíritu indomable de quienes nos precedieron. 

 

En este Senado de la República, pues, se rinde este acto. Es una forma de agradecimiento por sus servicios, inmortalizando su historia para que las futuras generaciones sigan sintiendo el orgullo y el honor de aquellos mexicanos que arriesgaron y dieron su vida por la patria.  

 

Nos acompaña hoy una de sus viudas, Juan Hernández Espíndola, esposa del mayor Armando Rodríguez Contreras, para quien yo pido un aplauso, extensivo a todos sus familiares. 

 

SENADOR NOÉ CASTAÑÓN: ¡Que viva, pues, el Escuadrón 201! 

 

TODOS: ¡Viva! 

 

SENADOR NOÉ CASTAÑÓN: ¡Que vivan nuestras Águilas Aztecas! 

 

TODOS: ¡Viva! 

 

SENADOR NOÉ CASTAÑÓN: ¡Y que viva siempre México! 

 

TODOS: ¡Viva! 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias, señor senador Castañón. 

 

Se concede el uso de la palabra a la señora Juana Hernández Espíndola, esposa del mayor Armando Rodríguez Contreras, integrante del Escuadrón 201, para referirse a las Águilas Aztecas. 

 

SEÑORA JUANA HERNÁNDEZ ESPÍNDOLA: Doy las gracias a la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera; a la senadora Rocío Abreu; al senador Noé Castañón. 

 

Muchas gracias a todos, por este reconocimiento que están dando. 

 

Son unas personas que, con mucho orgullo se dice, del Escuadrón 201, fueron voluntarios, hijos de la patria; del cual, nos sentimos muy orgullosos porque fueron voluntarios e hijos de la patria. 

 

En realidad, les agradezco este reconocimiento, porque quiere decir que sigue viviendo, que no queda nada más así. 

 

Muchas gracias a todos. 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muchas gracias por sus sentidas palabras, señora Juanita. 

 

C. JUANA HERNÁNDEZ ESPÍNDOLA: Me siento orgullosa de estar aquí. 

 

Como le digo, este es un reconocimiento precioso que sí se lo merece en realidad, tan sólo por ser voluntarios, porque así fue. 

 

Y qué bonito que esto siga viviendo porque, de lo contrario, años atrás estaba muy olvidado, muy olvidado estaba. 

 

Y ahora les agradezco que esto tenga vida. 

 

Muchas gracias. 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Gracias. 

 

Gracias. 

 

Nuevamente saludo a todas y a todos nuestros invitados e invitadas especiales el día de hoy. 

 

Saludo con afecto y calidez a todas las personas que hoy están aquí para atestiguar la inscripción de los nombres de Rudesindo Cantarell Jiménez y del Escuadrón 201 “Águilas Aztecas”, en el Muro de Honor de este Senado de la República. 

 

Sean todas bienvenidas, bienvenidos. 

 

Honorable Asamblea; distinguidos miembros del Gobierno, Fuerzas Armadas y ciudadanos de México: 

 

Siempre es difícil ser la última en hablar, pues prácticamente todo se ha dicho. 

 

Se han dicho los merecidos elogios y reconocimientos a nuestros homenajeados, a los que me sumo plenamente. 

 

Don Rudesindo Cantarell Jiménez cambió la historia moderna de nuestro país, a través de un descubrimiento que parece más una fábula o un cuento, como aquellos que nos contaban en la infancia, en los que los protagonistas hallan el tesoro perdido y cambia el destino de millones de personas para siempre. 

 

Gracias a ese humilde pescador, que murió en la miseria; cuyo premio fue considerarlo velador de Pemex. 

 

Un hombre que cuántas escuelas, caminos, hospitales se construyeron y se siguen construyendo con su gran descubrimiento. 

 

Para don Rudesindo no fue una ficción. El hallazgo que hizo en las aguas de la Sonda de Campeche ha sido, desde mediados del año pasado, la locomotora de la economía nacional y el motivo de que cientos de sueños y proyectos del pueblo mexicano sean hoy una realidad palpable. 

 

Por su enorme contribución al progreso de nuestro país, este Senado de la República honra la memoria de ese gran mexicano que, en la humidad, marcó para siempre el desarrollo de México: don Rudesindo Cantarell Jiménez. 

 

Cuyo legado impagable perdurará en la memoria de los mexicanos, a través de los muros de la Casa del Federalismo, que le agradece su aportación para abrir no sólo una nueva etapa en la vida de la Ciudad del Carmen, sino para cambiar el destino de nuestro país entero. 

 

En nombre de todos los presentes y, en representación del pueblo mexicano, es un honor atestiguar este día histórico, que celebra a un hombre valiente y patriota, pero que al mismo tiempo reconoce a las y los pescadores de nuestro país por tan enorme trabajo, en el que cada madrugada se hacen a la mar. 

 

Que estas letras sean el recordatorio de la gratitud que sentimos hacia don Rudesindo Cantarell; una inspiración para todos nosotros a seguir su ejemplo de servicio desinteresado y compromiso con el progreso de la nación mexicana. 

 

Enhorabuena. 

 

Asimismo, hoy nos reunimos para conmemorar y rendir homenaje por medio de la inscripción en letras de oro en el Muro de Honor de este Alto Recinto, a los valientes hombres del “Escuadrón 201”, quienes representaron a México con honor y valentía en la Segunda Guerra Mundial. 

 

Este Escuadrón, también conocido como “Águilas Aztecas”, fue el único contingente aéreo mexicano que participó en la guerra, demostrando el compromiso de nuestra nación con la paz y la justicia internacional. 

 

El “Escuadrón 201” no sólo luchó con coraje en los cielos de Filipinas, sino que también sirvió como un poderoso símbolo de solidaridad de México con las fuerzas aliadas. 

 

Su valentía no sólo defendió los ideales de libertad y democracia, sino que también elevó el nombre y el prestigio de México en la escena internacional. 

 

Los resultados de su acción fueron la liberación de Filipinas y la imposición del servicio militar obligatorio con la promulgación de la ley y reglamento del Servicio Militar, que entró en vigor en 1942. 

 

Hoy, Juanita nos ha dicho que: “Nunca los olviden, porque ellos fueron voluntarios”. Voluntarios. Gracias a esos voluntarios, hoy tenemos un servicio militar. 

 

Es fundamental recordar que detrás de cada piloto había familias, amigos, y un país entero, que compartían la esperanza de un mundo mejor. 

 

Sus sacrificios y los de sus seres queridos, deben permanecer en nuestra memoria colectiva como un recordatorio del precio de la paz y de la libertad. 

 

Hoy, que el mundo se convulsiona ante la guerra, ante el dolor y el sufrimiento, qué oportuno momento, senador Noé Castañón, para recordar a las “Águilas Aztecas”. 

 

Queremos hombres y mujeres que, a pesar de que cueste la vida, estemos dispuestos a salir a luchar por la paz y la libertad. 

 

Además, su legado va más allá de sus hazañas en el campo de batalla. El “Escuadrón 201” es un ejemplo brillante del potencial de México en la arena global, mostrando que cuando estamos unidos por una causa común, no hay desafío demasiado grande ni barrera insuperable. 

 

Además, dijo algo muy importante el senador Noé Castañón: “también rompimos, con el “Escuadrón 201”, la barrera del clasismo y el racismo”. 

 

¿Quién ha dicho que sólo los norteamericanos son valientes? El valor de nuestros grandes “Águilas Aztecas”, nos hizo enseñarles una muestra, poquito, de lo que es el valor del soldado mexicano. 

 

En este día de conmemoración, reafirmamos nuestro compromiso con los valores por los que luchó el “Escuadrón 201”: Unidad, coraje y dedicación, al servicio de nuestra nación y la humanidad. 

 

Que su historia inspire a futuras generaciones de mexicanas y mexicanos a servir con igual valentía, desinterés y amor, y honor. 

 

A nombre del Senado de la República expresamos nuestro eterno agradecimiento y respeto a los héroes del “Escuadrón 201”. 

 

Su legado, a través de la inscripción en letras de oro en el Muro de Honor de esta Soberanía, permanecerá inmortal en los anales de nuestra historia, como un faro de inspiración, un recordatorio de lo que los mexicanos podemos lograr unidos con un propósito noble. 

 

Hoy, el “Escuadrón 201”, nuestras “Águilas Aztecas”, brillarán para siempre, igual que ese humilde campesino, padre del desarrollo de este país moderno, como lo fue don Rudersindo Cantarell. 

 

Que vivan nuestros héroes, hoy, reflejados en estos Muros de Honor. 

 

Procederemos ahora a la develación de las inscripciones en el Muro de Honor. 

 

En su momento, nos pondremos de pie y nos mantendremos para guardar un minuto de silencio y entonar nuestro Himno Nacional, como acto final de esta ceremonia. 

 

Por lo que solicito a quienes conforman el presídium y quienes hicieron uso de la palabra, nos acompañen a la base del Muro de Honor para la develación de esta ceremonia. 

 

Favor de ponerse de pie. 

 

 

(Develación de la inscripción en letras de oro en el Muro de Honor de esta Soberanía).