Versión estenográfica de la comparecencia de Javier May Rodríguez, Secretario de Bienestar, ante el Pleno del Senado de la República, como parte del análisis del Tercer Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
SENADORA OLGA SÁNCHEZ CORDERO: Licenciado Javier May Rodríguez, como es de su conocimiento, el artículo 69 constitucional compromete a los servidores públicos que asisten en comparecencia, a informar bajo protesta de decir verdad.
En consecuencia procederé a tomarle la protesta correspondiente, por lo que le solicito ponerse de pie, así como a las senadoras y senadores, y personal que acompañan al servidor público compareciente.
Licenciado Javier May Rodríguez, en los términos de lo dispuesto por el artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, le pregunto, ¿protesta usted decir verdad en la información que exponga a esta Asamblea y ante las preguntas que se le formulen, tanto las senadoras como los senadores de la República?
SECRETARIO JAVIER MAY RODRÍGUEZ: Sí, protesto.
SENADORA OLGA SÁNCHEZ CORDERO: De no cumplir con el compromiso que asume ante esta Asamblea, la Cámara de Senadores estará en posibilidad de iniciar los procedimientos a que haya lugar.
Favor de tomar asiento.
En consecuencia y en cumplimiento del resolutivo 6º del Acuerdo aprobado para normar esta comparecencia, procederemos a la intervención inicial del señor licenciado Javier May Rodríguez, secretario de Bienestar, hasta por 20 minutos.
Señor Secretario, tiene usted el uso de la palabra.
SECRETARIO JAVIER MAY RODRÍGUEZ: Presidenta de la Mesa Directiva, doctora Olga Sánchez Cordero, le saludo con mucho aprecio y le deseo el mejor de los desempeños ahora en su trabajo legislativo.
Senadoras y senadores de las diferentes fracciones parlamentarias, les expreso también un afectuoso saludo.
Compañeras y compañeros de la Secretaría de Bienestar y de los diversos organismos que hoy nos acompañan.
Amigas y amigos que están en este recinto. A los medios de comunicación. A quienes nos siguen a través de las redes sociales:
Asisto a esta soberanía, en cumplimiento a lo establecido en el artículo 69 de la Constitución Política, y con la convicción de que es un acto de rendición de cuentas que fortalece la vida democrática de nuestro país.
Bienestar es la felicidad del pueblo. El Gobierno del Presiente Andrés Manuel López obrador está llevando a cabo transformaciones profundas, para que México sea un país donde todas las personas puedan vivir sin angustias ni temores.
Desde el inicio de la Cuarta Transformación, se definió que por el bien de todos, primero los pobres, y bajo este principio hemos trabajado sin descanso. El propósito es que nadie se quede atrás ni nadie se quede afuera, que nunca más haya personas y familias agobiadas, marginadas ni en el olvido.
Queremos que la gente esté protegida y que tenga tranquilidad, que no padezca angustia por parecer, hasta en lo más mínimo.
A diferencia de antes, hemos iniciado un camino nuevo para atender a la gente, para darle esperanza y construir un Estado de bienestar en el que las personas dejen de estar expuestas a la voluntad sexenal.
Este camino incluye el establecimiento de nuevos derechos sociales, el blindaje de los programas ayuda a la gente el fortalecer la inclusión y garantizar el presupuesto social.
Voy a explicar cada uno de estos aspectos, porque el pueblo debe saber en que la Cuarta Transformación, sus programas sociales ya no son como antes.
Son cuatro aspectos que detallo a continuación:
Primero, los nuevos derechos sociales. En la época de la Revolución, la lucha del pueblo contra la opresión y la injusticia, logró establecer en la Constitución importantes derechos sociales como es el acceso a la educación gratuita, a la vivienda, al trabajo y a la salud, entre otros.
Por eso, en la etapa neoliberal, todos esos derechos comenzaron a ser desmantelados, para dar paso a privatizaciones y en lugar de pensar en el pueblo, los gobiernos se dedicaron a hacer negocios populares.
Claro, que para contener la inconformidad hicieron programas en la lógica neoliberal, de que al pueblo de abajo debía tocarle algo. Se quedaban, todos los apoyos se quedaban arriba, pero en la práctica fueron desechando los derechos ganados por la Revolución.
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…a la vivienda, al trabajo y a la salud, entre otros.
Por eso, en la etapa neoliberal todos esos derechos comenzaron a ser desmantelados, para dar paso a privatizaciones; y, en lugar de pensar en el pueblo, los gobiernos se dedicaron a hacer negocios cupulares.
Claro que para contener la inconformidad hicieron programas en la lógica neoliberal de que al pueblo de abajo debía tocarle algo. Todos los apoyos se quedaban arriba, pero en la práctica fueron desechados los derechos ganados por la revolución.
Por eso el Gobierno del Presidente López Obrador propuso reestablecer los derechos que se habían ido perdiendo como: la salud, la educación pública y el poder adquisitivo del salario mínimo, entre otros.
Y también impulsar nuevos derechos sociales en al Constitución, para propiciar un Estado de bienestar en favor del pueblo.
Con esta idea, el Presidente propuso y el Congreso aprobó consagrar en el artículo cuarto constitucional el derecho a una pensión de las personas adultas mayores y de las personas con discapacidad permanente, así como becas para estudiantes pobres.
Éste es un gran logro del pueblo y una transformación profunda del tiempo actual.
Los programas sociales ya no son más una dádiva ni un favor del Gobierno, son un derecho constitucional que estamos cumpliendo.
Dos. El blindaje de los programas.
Los neoliberales no tenían llenadera y lo poco que daban a la gente era usado por fines políticos marcados por la corrupción.
Por mucho tiempo los programas sociales fueron usados de manera clientelar y con propósitos electorales. Condicionaban la ayuda a la gente a cambio de votos.
Cuando se acercaban las elecciones comenzaban la repartidera de láminas, despensas y todo tipo de artículos para tratar de manipular la voluntad popular.
Todo eso lastimó por mucho tiempo a la población y a la democracia.
Por eso en la Cuarta Transformación decidimos poner fin a esta etapa oscura y ahora el artículo 19 de la Constitución establece que la corrupción y el uso electoral de los programas sociales son delitos graves.
Esto significa que quien comete un delito irá a la cárcel, es decir, no podrá llevar su proceso en libertad.
Esta es la otra transformación profunda, porque se destierra la corrupción, la simulación, la manipulación, así como el uso clientelar y electoral de los programas.
Y puedo informar que en las elecciones recientes, tanto a fines del 2020 como en el 2021, no tuvimos ninguna intervención, ninguna denuncia con injerencias de la Secretaría de Bienestar en los procesos electorales.
Además no permitimos la corrupción. Cuando recibimos alguna queja, de inmediato la canalizamos al Órgano Interno de Control para que se proceda.
Aquí aprovecho para pedir a las y a los beneficiarios de los programas, al personal de Bienestar y a la población en general que nos ayuden. Cuando detecten algún acto indebido de corrupción que lo denuncien, que no se queden con la indignación ni se limiten a acudir a los medios sino que formalicen su denuncia para que se proceda.
Entre todos podemos combatir la degradación moral que significa la corrupción; por eso también ahora las pensiones y apoyos de los programas sociales se entregan de manera directa a la gente, para evitar que líderes políticos o supuestos dirigentes se aprovechen de la necesidad de la población.
Ahora cada persona recibe su beneficio sin intermediarios y así aseguramos que el recurso llegue completo y no se vaya quedando en el camino, como sucedía antes.
Y que quede muy claro, nosotros no establecemos relaciones de complicidad con nadie; no hacemos negocio con el dolor ajeno; no lucramos con la necesidad de la gente, no usamos los programas con fines electorales y no toleramos la corrupción.
Y, si no lo hacemos nosotros, tampoco permitimos que nadie lo haga.
Tres. El fortalecimiento de la inclusión.
El abandono del pueblo generó mucha imaginación y exclusión, así como el racismo y el olvido de los sectores de la población; pero entre las y los olvidados, por mucho tiempo hubo personas todavía más olvidadas y marginadas, como la población indígena y el pueblo afro mexicano.
En la Cuarta Transformación, estamos resarciendo esa deuda y los programas del Gobierno de México lleguen a los 62 pueblos indígenas de nuestro país.
La atención es a fondo porque el rezago es histórico.
El artículo segundo de la Constitución, ya reconocía a los pueblos indígenas como parte de la Nación, pero en la Cuarta Transformación se impulsó, y ya es una realidad, el reconocimiento del pueblo afro mexicano, también en la Carta Magna, como parte de la composición pluricultural de México.
Esta es otra transformación profunda, porque se combate el racismo y la exclusión de manera decidida.
El pueblo afro mexicano ahora es sujeto de derecho y a sus comunidades llegan también los programas sociales.
Y en los programas para el Bienestar las mujeres también tienen un papel fundamental.
El 55 por ciento de quienes reviven la pensión para el Bienestar de las personas adultas mayores son mujeres.
El 43 por ciento de los derechohabientes de la pensión para el Bienestar de las personas con discapacidad permanente, son mujeres.
El 30 por ciento de integrantes del programa Sembrando Vida, son mujeres, lo que resulta relevante en una actividad como el campo, que había sido tradicionalmente para hombres.
El 70 por ciento de quienes han recibido microcréditos, conocidos como Tandas para el Bienestar, son mujeres.
Y, desde luego, las mujeres son mayoría en el programa de apoyo para el Bienestar de niñas y niños de madres trabajadoras.
En suma, avanzamos en la inclusión, en el rescate del olvido de la población indígena de los pueblos afro mexicanos y de las mujeres.
Cuatro. Presupuesto Social Garantizado.
En la época neoliberal, la prioridad la tenían los de arriba. A ellos se destinaba el presupuesto. Cuando se hablaba de rescate, siempre era para las cúpulas. Para el pueblo había muy poco y siempre se le regateaban los recursos.
Por eso, en la Cuarta Transformación se tomaron medidas administrativas y presupuestales para darle prioridad a los de abajo, sobre todo a los más pobres.
De acuerdo con la política del presidente Andrés Manuel López Obrador, en materia de austeridad, combate a la corrupción y en la Secretaría de Bienestar, eliminamos los derroches, combatimos la deshonestidad y trabajamos sin opulencia.
Igual que el Presidente, recorremos el país fundamentalmente por tierra. Y por citar sólo otro ejemplo, en los tres años del actual Gobierno, la Secretaría de Bienestar ha destinado cero pesos a la publicidad.
Estamos privilegiando y fortaleciendo la comunicación directa con la gente, pero no hacemos propaganda mediática ni mucho menos promoción de funcionarios.
Con medidas de este tipo, estamos ayudando a fortalecer las finanzas públicas, la cual contribuye a que los recursos vayan directamente al bienestar de la población y que estén garantizados y que se tenga un incremento.
Para decirlo con claridad: El presupuesto destinado a los programas que aplica la Secretaría de Bienestar, pasó de 44 mil millones de pesos en 2018, cuando todavía era SEDESOL, a 178 mil millones de pesos este año 2021.
Y, para el 2022, se tiene proyectados recursos por 289 mil millones de pesos. De aprobarse es monto en el 2022, el presupuesto de los programas de la Secretaría de Bienestar, destinado a ayudar a las y los más pobres y desprotegidos, habrá crecido 556 por ciento en la comparación con el 2018.
A diferencia de antes, ahora hablar de atender a los pobres no es demagogia.
Los programas de la Secretaría de Bienestar cuentan con presupuesto garantizado y creciente, que además ayuda a los más necesitados, contribuye a fortalecer la economía familiar y reactivar la economía general.
Senadoras y senadores:
Con nuevos derechos sociales, blindaje de los programas, fortalecimiento de la inclusión y presupuesto garantizado, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha llevado a cabo transformaciones profundas, que sirven de base a los programas de la Secretaría de Bienestar.
Así, y con corte al mes de junio de este 2021, informo a este Pleno y al pueblo de México, lo siguiente:
La pensión para el Bienestar de las personas adultas mayores, se entrega a 8.3 millones de derechohabientes, de los cuales el 10 por ciento es población indígena o afromexicana.
Este año 2021, se ejerce en este programa un presupuesto total de 133 mil millones de pesos. Destaco la atención para personas adultas mayores, ha crecido año con año de mil 160 pesos bimestrales en el 2018; creció a 2 mil 550 en 2019 y actualmente asciende a 3 mil 100 pesos cada dos meses.
El 21 de marzo, el Presidente López Obrador anunció que esta pensión ahora se entregará a partir de los 65 años de edad, de manera genera, y seguirá aumentando hasta el 2024, para que la pensión sea de 6 mil pesos bimestrales.
Actualmente estamos en el proceso de incorporación de nuevas personas adultas mayores, por lo que se estima que en el 2022, el número de derechohabientes de este programa será de 10.3 millones de personas.
Las pensiones para el Bienestar de las personas con discapacidad permanente, se entrega a 934 mil 895 derechohabientes, con presupuesto este año, de 16 mil 338 millones de pesos.
Sembrando Vida genera más de 418 mil empleos en 28 territorios de 20 estados del país. Y al cierre del año serán 451 mil sembradoras y sembradores activos. Este programa cuenta con un presupuesto de 28 mil 930 millones de pesos.
Para el 2021, también se fomenta el arraigo de las y los jóvenes al campo, con la participación de 34 mil 659 becarias y becarios del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
A través de este programa se trabaja para sembrar mil 100 millones de árboles en 1 millón de hectáreas. Actualmente, se lleva a cabo la segunda jornada nacional de siembra, por lo que este año alcanzaremos una meta de 800 millones de árboles y estaremos muy cerca de alcanzar la meta prevista.
Sembrando Vida busca reforestar el país, rescatar el campo del olvido, generar empleo, impulsar la autosuficiencia alimentaria, fortalecer la integración de las comunidades, evitar la migración y propiciar el arraigo de las y los jóvenes a la tierra.
La gente es muy productiva y tiene un gran arraigo a su tierra, y están buscando la forma de heredar un mejor destino a sus hijas y a sus hijos, con paz y desarrollo. En este propósito no están solos, cuentan con el apoyo del Gobierno para salir adelante.
A través del programa conocido como Tandas para el Bienestar, se han otorgado 386 mil 826 microcréditos, de los cuales 70 por ciento han beneficiado a mujeres que viven en pueblos y localidades de alta y muy alta marginación.
Con este programa se impulsa la economía familiar desde abajo, con la inversión de este año, que es de 2 mil 320 millones de pesos.
El Programa de Apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, hijas de madres trabajadoras, ha atendido a 184 mil 920 derechohabientes, en beneficio de 193 mil 329 niñas y niños, con un presupuesto de mil 584 millones de pesos.
A través del Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural, se entregaron apoyos económicos o en especie a 258 mil 684 personas de dos entidades federativas.
Este apoyo incluye a las personas damnificadas por las inundaciones en Tabasco y Chiapas, registradas a fines del 2020; así como a migrantes en la frontera sur y norte.
Tan sólo en ayuda a personas damnificadas en Tabasco y Chiapas, la inversión ascendió a más de 2 mil millones de pesos. Destaco aquí que a diferencia de la corrupción y tardanza que había con la aplicación del FONDEN, ahora los apoyos se entregan de manera directa, sin corrupción y de inmediato: no se permite que nadie lucre con la desgracias de la gente.
Informo a este Pleno, que hoy se empezaron a entregar los apoyos en Veracruz, Puebla e Hidalgo.
Actualmente, está por iniciar la entrega a las demás entidades que fueron afectadas por las situaciones climáticas en nuestro país. Además, se levanta el censo para identificar afectaciones por inundaciones en el municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México; así como daños por el Huracán Nora en Puerto Vallarta, Jalisco.
Por instrucciones del Presidente López Obrador, es que se ayude a la población damnificada cuanto antes para que inicie su recuperación lo más pronto posible, en todos los casos hay plena coordinación con los gobiernos, con los tres niveles de Gobierno.
Debo precisar que ante una contingencia, la Secretaría de Bienestar se coordina y coadyuva con la atención emergente que brindan otras instituciones, como la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional y la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Lo primero siempre es salvar vidas, que la gente tenga refugio y alimentos. Bienestar interviene después con un censo para identificar afectaciones, a fin de que se otorguen apoyos para la recuperación y la reintegración a la vida normal.
Por otra parte, este año el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social, el FAIS, cuenta con recursos por 84 mil 779 millones de pesos y hasta ahora ha impulsado a 96 mil 201 proyectos de obras en los municipios en comunidades de alta y muy alta marginación.
Los programas de la Secretaría de Bienestar, pese a la pandemia por el Covid, todo lo contrario, fueron fundamentales para afrontar los efectos provocados por este problema mundial de salud.
Senadoras y senadores, como ha dicho el Presidente López Obrador, si no hubiesen existido estos programas, no hubiésemos resistido a la pandemia.
Por fortuna, las familias mexicanas, sobre todo los más pobres, siempre contaron con la entrega de los apoyos sociales incluso de manera anticipada, así tuvieron recursos para su alimentación y para mantenerse en sus casas.
Frente al desempleo y la angustia que provocó la pandemia, con los programas para el bienestar pudimos evitar saqueos o conflictos sociales.
Hemos seguido en paz porque el pueblo mexicano es grandioso y porque hubo el apoyo del Gobierno.
Por eso el trabajo realizado ante la pandemia por Covid-19, demostró lo acertado de poner siempre por delante el bienestar del pueblo; y que proteger a la población más vulnerable ayuda a la paz social y a la felicidad de la gente.
Aquí quiero expresar un agradecimiento público a las y los servidores de la nación, a las y los técnicos del Programa Sembrando Vida, a las unidades básicas de atención y al personal de la Secretaría de Bienestar en general, porque sin descanso han seguido atendiendo a las personas, aún en los tiempos de pandemia.
Ha sido un trabajo incansable y de verdadero amor al pueblo.
Ahora mismo, junto al personal de salud, siguen apoyando en los procesos de vacunación, pero también auxilian a las personas damnificadas por inundaciones o por sismos, y continúan trabajando en su trabajo ordinario de los programas.
Todo mi reconocimiento, agradecimiento y admiración a mis compañeras y compañeros de Bienestar, porque llegan hasta los lugares más lejanos, nada los detiene. Trabajan desde los territorios, no desde los escritorios.
Son verdaderos servidores públicos, no burócratas.
Todo esto que informo aquí, senadoras y senadores, no es un simple discurso; son hechos, no palabras.
Muchas gracias.