Versión estenográfica del mensaje del senador Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la Entrega de Reconocimientos a Luchadores: Leyendas y Nuevas Promesas de la Lucha Libre Mexicana.
Decirles que me siento muy emocionado, las palabras que pronunció Irma, Lola González, Irma es la señora; Lola, la verdad es que me conmovieron porque ustedes tienen una larga historia de adversidades, de obstáculos, de necesidades que enfrentan porque tienen una vigencia. El deporte como tal tiene una vigencia; nosotros en la vida tenemos una vigencia profesional, académica, laboral, como personas.
Y esta idea, como bien lo señala “El Fantasma”, fue una idea que articuló muy bien Faruc y que gracias a que expuso esta oportunidad de reconocer a los grandes luchadores y luchadoras de México, el doctor Ricardo Monreal tuvo a bien darle oportunidad y cauce a este reconocimiento, y ahora como sucesor de él en la Junta de Coordinación, nosotros le vamos dando siempre ese seguimiento al trabajo que se ha realizado tanto en la Junta de Coordinación Política como también con mi presidente de la Mesa Directiva, el senador Alejandro Armenta.
Todos los que estamos aquí, senadoras y senadores, somos personas muy sensibles y no podría ser de esta forma, porque hay que reconocer en vida, como dice la senadora Nancy de la Sierra, reconocer a estos personajes que nos han dado identidad nacional. Yo crecí con la leyenda de “El Santo”, con las películas que nos inspiraron ustedes, “El Mil Máscaras”, “Tinieblas”; tantos personajes de la lucha libre de los años 70’s, 80’s.
Estudié la Secundaria y me gustaba un poco la verdad, no la lucha, me gustaba un poco la confrontación. Era otra época, pero me inspiraba yo en “Octagón”, en las patadas de “Octagón” que hacía y que giraba y combinaba como el karate y la lucha libre.
Así crecí, inspirado en ti, querido “Octagón”, de niño quería yo ser “Octagón” y quiero seguir siendo “Octagón” en la vida, porque ustedes han dado un ejemplo grande para nuestros hogares mexicanos.
A “Mil Máscaras”, siempre tuvimos esa oportunidad de verlo luchar, de verlo actual, y ahora que reconocemos a todos los luchadores, déjenme mencionaros porque no quiero pasar a nadie inadvertido.
Primeramente a las mujeres, a Lolita González, por tu tenacidad.
A Irma Aguilar. Querida Irma, ponte de pie.
A Irma González, doña Irmita González, un símbolo de la Lucha Libre.
A la Marquesa, a la Marquesa. Felicidades, La Marquesa.
A una leyenda también, que es a nuestro amigo El Fantasma y presidente de la Asociación de Lucha libre.
Quiero felicitar también a otro gran luchador, como es Canek, que nos inspiramos también en Canek.
Al legendario Mil Máscaras.
A Solar, buen Solar.
A otro destacado: al Dos Caras.
A Máscara Año 2000.
A Fuerza Guerrera.
Al Satánico, ¿rudo, verdad?
Al legendario Octagón, al buen Octagón.
Y a mi paisano, a Guerrero Azul. Felicidades, querido hermano paisano.
Quisiera compartirles, y con esto voy a concluir.
¿Quién falta? El Signo, discúlpame, Signo. Aquí está el Signo, sí es cierto, y mil disculpas, ¿eh? Mil disculpas. El Signo.
Hay tanto que hablar sobre la Lucha Libre y le voy a pedir a mi presidente de la Mesa y a los senadores y senadoras. Está Bertha Caraveo, ella es senadora por Chihuahua, a mi presidente de la Mesa, Alejandro Armenta, a la senadora Nancy, amiga de Puebla y al senador Cristóbal, que podamos impulsar un libro inspirado desde el Senado para los legendarios y legendarias de la Lucha Libre mexicana, y quede registrado en la historia de nuestro país.
¿Les parece?
Y allí homenajear a cada uno de ustedes y a cada una.
Decía un escritor extraordinario, don Carlos Monsiváis, y que me parece muy atinado cómo él definió a la Lucha Libre, y dijo: “Sólo en la Lucha Libre el bien se enfrenta al mal en igualdad de condiciones”.
Lo definió muy bien Carlos Monsiváis. No importa si somos rudos, no importa si somos técnicos, lo importante es luchar por la vida.
Felicidades a todos.