Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la Ceremonia de Iluminación para conmemorar el Día Mundial del Duelo Gestacional y Perinatal.
Estamos celebrando, conmemorando el Día Mundial de la Concientización sobre la Muerte Gestacional, Perinatal y Neonatal.
Fecha que nos motiva a reflexionar en el Senado sobre la compleja y devastadora experiencia de perder a una hija o un hijo durante el embarazo o el parto, o al nacer.
Además de dolorosa y traumática, estas experiencias son generalmente invisibilizadas en casi todos los entornos, el familiar, el laboral, el institucional, el de la pareja, el de la sociedad entera.
En todos ellos no se logra dimensionar el impacto que produce en las madres, en los padres, en las abuelas, en los abuelos, quienes la mayoría de las veces no cuentan con herramientas ni apoyos institucionales para lidiar con los sentimientos de rabia, pena y frustración, lo que extienden sus daños emocionales y psicológicos.
Se suele pensar, de manera errónea, que la muerte de una hija o un hijo recién nacido o en gestación se reduce a ese solo momento, sin ponderar que el duelo se atraviesa en muchas otras aristas: Los besos que no se darán, las travesuras que no se vivirán, las experiencias que no se compartirán y los millones de “Te quiero” que no se pronunciarán nunca más.
Hace unas semanas, como ustedes saben, con la cooperación de un grupo de organizaciones y personas que se encuentran aquí reunidas en este día, como Marian, como Vanessa, como, Katia, como Moni, Leo, Mario, todas las mamás que aquí estamos todos presentes, se presentó una iniciativa que yo firmé y presenté, conocida como la Ley de Cunas Vacías.
Un proyecto que busca abordar integralmente estos sucesos y reconocer una serie de derechos que garanticen un trato digno, empático y humanizado hacia las madres, los padres, las familias que viven esta terrible experiencia.
Ustedes conocen muy bien el proyecto.
Vale la pena recordar que la Ley Cunas Vacías descansa en seis pilares:
-Garantizar la atención integral y multidisciplinaria de la muerte gestacional y perinatal.
-Capacitar de manera permanente al personal profesional, auxiliar y técnico de la salud, para abordar la muerte fetal y perinatal.
-Reconocer el derecho de las mujeres a ser acompañadas en todo momento por personas de su confianza y elección.
-Proveer mecanismos para facilitar la donación de leche.
-Otorgar permisos de duelo con goce de sueldo para madres y padres.
-Otorgar días de descanso laboral, entre seis y ocho semanas de descanso posteriores al parto.
Quiero enfatizar nuevamente que este proyecto no habría sido posible sin su idea, sin su acompañamiento.
Sé que durante años, además de trabajar el tema, todas y todos han exigido la construcción de leyes y políticas que hagan posible que el trato digno hacia las madres y padres se haga realidad; que todos aquellos que pierden a sus bebés tengan derecho pleno, es lo que en justicia corresponde.
Este proyecto de cunas vacías y la iluminación del primer edificio en la Ciudad de México para conmemorar el Día Mundial del Duelo Gestacional y Perinatal, es el resultado de un acto de amor hacia cada una y uno de sus bebés estrella.
En el Senado de la República no quitaremos el dedo del renglón y seguiremos dando la batalla para hacer posible que la mayoría de sus niñas y niños se conviertan en un legado para miles de familias.
Bienvenidas nuevamente a esta sede.
Envío un abrazo amoroso a quienes para siempre llevarán a sus hijas e hijos en el alma y el corazón.