Versión estenográfica del mensaje del senador José Narro Céspedes, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la inauguración de la muestra gráfica: Violencia Vicaria y Deudores Alimentarios.
Se habla, se dice que estamos en la Legislatura de la paridad, en la Legislatura de los derechos de las mujeres, en la Legislatura de la igualdad sustantiva, en la Legislatura de una cuarta transformación.
Todo esto no será realidad, si no cambiamos nuestro entorno, nuestra realidad.
Y, una parte de esta realidad es la violencia de diferentes formas, hacia las mujeres. Es la violencia económica, es la violencia emocional, es la violencia psicológica, es la violencia política, es la violencia física contra las mujeres.
Hoy, por eso estamos haciendo que los muros, que las rejas de este Senado de la República sirvan para expresar este llamado que hacen miles y miles y miles de mujeres, para cambiar este sistema patriarcal, este sistema violentador hacia las mujeres.
Tenemos 15 días viviendo o teniendo fechas muy importantes en la vida de la sociedad. El Día del Niño, el Día de las Madres, y ayer el Día del Maestro; tenemos que buscar cambiar la cultura desde el tema de la educación.
Tenemos que, el Día del Niño y el Día de la Madre, se refieren a una simbiosis, a dos seres humanos: la mamá y el hijo, que tienen un amor indisoluble entre ellos y que son parte del pilar a través del amor, de la familia.
Y tenemos a los maestros, que también ayer se festejaron, que son parte de esa enseñanza que también tenemos que transformar.
Hoy, aquí estamos facilitando a través de estas fotografías, lo que es el tema de los deudores alimentarios y la violencia vicaria. No nada más es una forma de violencia económica, no todo es la pensión; lo más grave es la violencia emocional, son padres que niegan a sus hijos, son padres que rechazan a sus hijos, son hijos que se sienten rechazados por sus propios padres y por lo que sería su familia.
Son hijos o son niños que nacen con ese agravio, con ese dolor, con ese abandono, con esa falta de amor. Que seguramente el día de mañana, en lugar si un niño tú le das amor, ese niño el día de mañana va a andar dando amor a los demás.
Pero si ese niño se formó, se forjó en la violencia, seguramente ese niño en la etapa de adolescente y adulto, no va a estar viendo a quien ayuda, sino con quien se venga, hace la venganza o con quién devuelve esa agresión de la que él fue víctima.
Hoy necesitamos cambiar esa realidad. Por eso, ¿qué es lo que se propone a través de la ley?
Que el Estado mexicano utilice mecanismos de acciones afirmativas y de acciones para que esa responsabilidad sea cumplida, en el caso de los deudores alimentarios. No más evasiones a la ley, no más fraudes a la ley, no más daño a los niños, que son precisamente cuando nos decimos: ¿por qué hay tanta violencia en México?
Porque la violencia la sembramos desde que están muy pequeños esos niños, esos próximos seres humanos.
Si regamos como una semilla para que nazca una planta, si regamos con el amor a esos niños, vamos a tener una sociedad diferente, que va a estar cimentada en el amor, en valores, en la solidaridad, en el respeto, en la responsabilidad, en la honradez, en la honestidad; porque no es honrado, no es honesto aquel que niega, que evade, que se esconde, que rechaza una responsabilidad que él contrajo, cuando él fue parte de ese dar vida a un nuevo niño, a un nuevo ser humano.
Por eso, hoy lo que planteamos es que el Estado mexicano coadyuve para hacer que esa igualdad y que esa paridad y que ese mundo de amor y de ilusiones, que se habla a veces en los Congresos, pase de ser un dicho, una palabra y pase a ser acciones concretas, en esa búsqueda, en esa construcción de la justicia, que es a la que anhelamos y que es la que queremos.
No hay justicia, si no hay justicia para esos niños. No hay justicia, si no hay justicia para esas madres.
El día de ayer yo iba hacia Monterrey, iba hacia Reynosa, Tamaulipas. En ese vuelo me encontré, nos encontramos, juntos, con una madre que le habían sido arrebatados tres hijos, que nosotros hemos estado ayudando.
El padre llevaba a sus hijos, a dos de sus hijos los iba a pasar hacia Estados Unidos. Fue detectado gracias a la lucha que dieron estas cientos, miles de mujeres y que logró que se estableciera una alerta. Ese padre fue detectado en la frontera, esos niños fueron rescatados de un padre muy fuerte económicamente, poderoso económicamente; un padre que según señalamientos, puede estar hasta vinculado con grupos de la delincuencia organizada.
Por eso los niños tuvieron que ser llevados al Aeropuerto, a la terminal de salida, no permitieron que la madre saliera, por gente de la SEIDO, que fueron los que llevaron a cabo la investigación. Y falta uno de los niños, que seguramente está retenido en una casa, que está ubicada ahí en Monterrey, Nuevo León.
Ese llamado de las madres en la búsqueda de sus hijos, esos padres que esconden a los hijos, como una forma de castigar, como una forma ante rebeldía o ante la mujer que decide divorciarse ante la vida imposible que le hace pasar este hombre; ante esa mujer que decide no doblegarse, no humillarse, no subordinarse, no subordinar sus derechos, sus emociones, su amor a una persona que no ha sido merecedora.
Por eso, hoy estamos aquí no para hablar de una Legislatura de la paridad; sino para hacer, junto con ellas, que esta Legislatura y las legislaturas y esta transformación, sea la transformación de la paridad, sea la transformación de la justicia, sea la transformación de las mujeres y sea la transformación de esos niños que reclaman y que exigen la paternidad responsable, de miles y de millones de hombres que no cumplen con su responsabilidad.
Por eso hoy estamos aquí, como vicepresidente de la Mesa Directiva, acompañándolas a ellas, apoyándolas a ellas, estando junto con ellas en esa lucha, en ese caminar de todos los días en busca de sus hijos y en búsqueda de la justicia.
Muchas gracias.
Damos por inaugurada esta exposición, siendo este lunes 16 de mayo del año 2022, siendo las 10:31, damos por inaugurada esta maravillosa, este llamado a la justicia, este llamado al amor, este llamado a la reconciliación de un país que está cimbrado, que está sentado sobre las bases de la violencia, que eso es lo que queremos cambiar.
Hoy damos por inaugurada esta maravillosa, este maravilloso llamado, este grito de auxilio de miles de mujeres, que le hacen un llamado a las diferentes autoridades y a todos los mexicanos, para que pongamos un remedio, una solución a esta deuda que sigue estando pendiente con las mujeres mexicanas y con la niñez de nuestro país.
Muchas gracias.