plg_search_media
Search - EDocman
Buscar - Categorías
Buscar - Contactos
Buscar - Contenido
Buscar - Canales electrónicos
Buscar - Etiquetas

Versión estenográfica de la participación de la senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la Conmemoración del Día de la Bandera. 

 

Muy buenos días, a todas, a todos ustedes. 

 

Saludo con mucho gusto, con mucho respeto y con afecto, al señor Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. 

 

Agradezco la atenta invitación para participar en tan importante evento, que nos convoca a refrendar nuestros valores comunes, enaltecer a nuestro lábaro patrio, símbolo de identidad, de orgullo y de unidad, de las y los mexicanos. 

 

De igual forma, saludo al señor ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. 

 

Al señor diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. 

 

Al señor general Secretario Luis Cresencio Sandoval. Al almirante Secretario José Rafael Ojeda Durán. 

 

A la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. 

 

A los distinguidos integrantes del Gabinete legal y ampliado, y a los invitados especiales. 

 

Fijar en una imagen lo que una nación significa, es algo muy difícil de lograr. Por eso, los símbolos patrios y principalmente las banderas en el mundo, intentan esa difícil síntesis. 

 

Cuentan historia, profundizan el simbolismo de un pueblo comprometido con sus transformaciones históricas. 

 

La Bandera de México, narra nuestro pasado prehispánico, colonial, imperial, independentista, reformista y revolucionario. Nuestra Bandera fija años de luchas y vaivenes, de esfuerzos y triunfos, de unidad entre el pasado y el presente. 

 

Cada vez que un mexicano o mexicana levante los ojos hacia nuestra Bandera, debe sentirse agradecida, honrada de haber nacido en este país. Sus colores son sólo tres, de los muchos colores que tiene México; pero en ellos se condensan sus atardeceres, sus mares, sus montañas. 

 

Me enorgullece saber, al verla, que esos colores y ese escudo sintetizan la valentía, la fiereza y la entrega del pueblo mexicano.  

 

En 1940, el Presidente Lázaro Cárdenas oficializó el 24 de febrero como el Día de la Bandera, y hoy le rendimos honores, porque sabemos que ese lienzo plasma la historia de México; los colores, los sabores, los dolores y la grandeza de una nación, de nuestra nación. 

 

Sabemos bien que la Bandera de México es principalmente un símbolo, y sabemos que como todo símbolo, implica muchas cosas. 

 

Primero, un símbolo es señal de transformación y el ondear permanentemente la Bandera, nos lo recuerda. Cada vez que ondea con fuerza en el Zócalo, en el Campo Marte, en cualquier plaza, en cualquier casa, en cualquier hogar, la Bandera nos recuerda el cambio y nuestro compromiso con la patria. 

 

Los símbolos también son útiles para comunicarnos. La Bandera  comunica muchos sentimientos, no sólo de nacionalismo, sino de identidad, de unión, de pertenencia a una nación, a una comunidad, a una historia que comparte el símbolo por el que representa en común, de esa sociedad; en valores, en principios, porque comparte un presente vivo. 

 

También, los símbolos nos hacen pensar y, lo primero que yo pienso cuando veo nuestra Bandera, es en nuestra historia; pero también es en la transformación de México. 

 

Es el sendero de gloria y de trabajo, de esfuerzo de miles de mexicanas y mexicanos por construir una patria; una patria unida, una patria que, aun en la modernidad, en los tiempos de la comunicación por redes, puede sintetizarse en este símbolo que envuelve a la patria y que nos hace pensar en México, en su grandeza, en la bondad de su gente, en la riqueza de su pueblo y en la riqueza de su tierra. 

 

Como muchas de nuestras acciones simbólicas, los símbolos patrios encierran mucho más de lo que logran plasmar. Abrevian una grandeza que cabe en ellos, pero que no la limita, sino la engrandece al rememorarla. 

 

La Bandera es unión. La Bandera es unidad. La Bandera unifica; por eso, hoy que es su día, no puedo sino alzar la vista y pensar en México, en ese México que vive, que siente, que piensa, que vibra cada vez que nuestra Bandera ondea en lo alto de un asta. 

 

Esté donde esté, porque la Bandera es un símbolo de la patria, y la patria, nuestra patria es grande, es monumental. 

 

Muchas gracias.