Versión estenográfica del mensaje de la senadora Olga Sánchez Cordero, Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, en los Diálogos Parlamentarios “Movilidad y Seguridad Vial: Factores de desarrollo”.
Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Saludo con mucho gusto al senador Emilio Álvarez Icaza Longoria, secretario de la Comisión de Zonas Metropolitanas y Movilidad del Senado de la República, y un gran impulsor de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.
Agradezco, asimismo, la participación del maestro Javier Garduño, titular de Planeación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; que es un experto en planeación territorial y movilidad.
Igualmente, nos acompaña el maestro Rafael Pérez, titular del Instituto Municipal de Planeación de la ciudad de León, Guanajuato, que viene haciendo un buen trabajo en estas materias desde hace tiempo.
Gracias por honrarnos con su destacada participación.
Envío también un cordial saludo a las y los presidentes municipales, así como a quienes nos acompañan hoy en representación de las entidades federativas, colegios de arquitectos e ingenieros.
Agradezco mucho su respuesta a esta convocatoria, que es la segunda parte de los Diálogos en torno a la Movilidad y Seguridad Vial. El pasado lunes contamos con una nutrida participación y destacadas ponencias, en las que el panel coincidió en que la movilidad y la seguridad vial son estratégicas para el desarrollo.
Durante dicho diálogo se compartieron experiencias, inquietudes y propuestas que, sin duda, enriquecerán el diálogo en torno a este importante tema.
El derecho a la movilidad ha sido reconocido en nuestra Constitución, gracias a la lucha sin descanso de las organizaciones de la sociedad civil, de las y los expertos en el tema, de las y los legisladores totalmente comprometidos con la causa y, primordialmente, gracias a la lucha de las familias y amigos de las víctimas de siniestros viales.
De acuerdo con la Coalición Movilidad Segura, cada día mueren 44 personas en siniestros viables prevenibles. Por su parte, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, nuestro país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y el tercero en Latinoamérica, en muertes por siniestros viales.
Además, los siniestros viales constituyen la primera causa de muerte en personas entre los 5 y los 29 años.
La aprobación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, sea un asunto de la mayor importancia. Afortunadamente, tras una serie de foros, consultas y encuentros con las familias de las víctimas, la sociedad civil organizada y las autoridades a nivel estatal y municipal, se recabaron importantes insumos y buenas prácticas que condujeron un diálogo ejemplar al interior del Senado de la República. Reconozco al Senador Álvarez Icaza por su ardua labor.
La discusión en torno a la Ley General de Movilidad ha demostrado que, cuando prima el interés por la ciudadanía, los acuerdos son posibles.
El dictamen que aprobamos en el Senado ya es una minuta en la Cámara de Diputados en donde, sin duda, se analizará con el cuidado y detalle que la materia requiere.
Como proyecto de la ley general, esta minuta crea un piso mínimo, como todas las leyes generales.
Las leyes generales crean un piso mínimo en la normativa para garantizar derechos; y en este caso el derecho a la movilidad segura, equitativa, incluyente y accesible, bajo un enfoque sistémico y de sistemas seguros.
Define mecanismos de coordinación de las autoridades de los tres órdenes de Gobierno y de la sociedad en materia de movilidad y seguridad vial.
Como todos saben, las leyes generales distribuyen competencias y establecen pisos mínimos en normativas que tendrán que ajustar todas las entidades federativas a esas normativas de la Ley General.
Establece bases que priorizan los modos de transporte con menor costo ambiental y social, y esto es de la mayor importancia ¿por qué? Por los mecanismos y acciones para la gestión de factores de riesgo que permitan reducir las muertes y lesiones graves ocasionadas por siniestros viales.
En suma, este proyecto establece criterios, principios, lineamientos para generar e implementar legislaciones locales que permitan salvar vidas.
Además, la movilidad es un elemento esencial para tener una vida digna y para el desarrollo pleno y armónico de las personas y de las sociedades.
Por eso esta Ley General de Movilidad pone en el centro a la persona humana, pretende mejorar la vida de las personas que a diario transitan por las calles de las ciudades, de los municipios de nuestro país.
En la dimensión individual, impactará positivamente la vida de las personas con discapacidad, que enfrentan tremendas barreras a su propia libertad; así como de las personas que diariamente se desplazan durante horas para poder trabajar, o de aquellas para quienes al trasladarse es un alto factor de riesgo.
En la dimensión colectiva, permitirá replantear una convivencia armónica de diversas formas de movilidad, significará pensar en ciudades para sus habitantes y no al revés.
Agradezco por esto nuevamente la presencia de estos distinguidísimos ponentes, convencida de que la movilidad segura, accesible, incluyente es un derecho humano, pero también es un cambio hacia nuestro futuro, que todos estamos aquí para recorrerlo juntos.
No es posible ya que personas se tengan que trasladar durante dos o tres horas a sus lugares de trabajo y dos o tres horas para regresar a sus casas.
Por eso los invito a caminar juntos esta ley y esta ley que es de verdad una ley muy importante y que tiene en el centro a la persona humana en materia de movilidad.
Muchas gracias.