plg_search_media
Search - EDocman
Buscar - Categorías
Buscar - Contactos
Buscar - Contenido
Buscar - Canales electrónicos
Buscar - Etiquetas

Palabras de la senadora Olga Sánchez Cordero Dávila, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la reunión de trabajo con la secretaria del departamento de energía de los Estados Unidos de América, Jennifer M. Gronholm. 


Muy buenos días, 

 

Quiero ofrecer la más cordial bienvenida al Senado de la República a la Secretaria del Departamento de Energía de los Estados Unidos de América, señora Jennifer M. Granholm, así como a la comitiva que la acompaña. En representación del Senado de la República, le transmito nuestro mayor beneplácito por su visita de trabajo a México. 

 

Para los integrantes de la Cámara Alta es un privilegio recibirla y una oportunidad invaluable para continuar el diálogo respetuoso y al más alto nivel que hemos logrado en estos últimos tiempos para reafirmar los profundos lazos de amistad entre México y Estados Unidos. 

 

De igual forma agradecer el compromiso y disposición del Embajador de los Estados Unidos de América en México, Ken Salazar, del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, la Secretaria de Energía, Rocío Nahle y diputados y senadores involucrados en esta dinámica de reciprocidad diplomática que se ha venido dando en los últimos días. 

 

En el marco de la conmemoración del bicentenario de la formalización de nuestras relaciones diplomáticas, es evidente que hemos forjado alianzas y mecanismos de cooperación basados en el respeto a la soberanía de cada país, la igualdad, la hermandad y un sólido entendimiento que ha logrado consolidarnos como socios comerciales y acercar a nuestras sociedades, siempre bajo la aspiración de incrementar el bienestar en ambas naciones y de la región compartida de América del Norte. 

 

Deseo reconocer la voluntad constructiva y sustentada en la confianza que han demostrado los gobiernos encabezados por el presidente Joseph Biden de Estados Unidos y por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al dar apertura a una nueva etapa en la relación bilateral para ampliar los buenos resultados y especialmente para hacer frente a los desafíos pendientes, como la lucha contra las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad en la región de Centroamérica. 

 

Entre los múltiples resultados destaco la instauración de nuevos mecanismos de colaboración como el Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras, el seguimiento constante a la implementación del Tratado México-Estados Unidos- Canadá (T-MEC), y el relanzamiento del Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos. 

 

En este escenario y ante peligros inminentes como el calentamiento global, las políticas energéticas tienen un peso preponderante para la transformación de los sistemas productivos y económicos. La comunidad internacional, incluidos nuestros países, adoptamos la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, siendo uno de sus objetivos lograr el acceso a la energía asequible y no contaminante. 

 

Al respecto, me congratulo ante la importante decisión del presidente Biden de refrendar, desde el primer día de su mandato, el compromiso ambiental global de los Estados Unidos de América. 

 

México ha establecido objetivos prioritarios para alcanzar y mantener la autosuficiencia energética sostenible para satisfacer la demanda con producción nacional; fortalecer a las empresas productivas del Estado como garantes de la seguridad, soberanía energética y palanca del desarrollo nacional; asegurar el acceso universal a las energías para toda la sociedad; elevar el nivel de eficiencia y sustentabilidad en la producción y uso de las energías, entre otros. 

 

Tengo la certeza de que sus reuniones con el presidente de la República, con otros funcionarios del gabinete y actores relevantes en este sector abonarán en el diálogo franco para conocer el estado que guarda la cooperación en materia de energía y el potencial para lograr una mayor integración regional en este ámbito. 

 

En México y Estados Unidos contamos con marcos regulatorios en materia energética que nos brindan seguridad jurídica, certeza y estabilidad. La comunicación directa y oportuna es clave para conocer el alcance integral de todo proyecto o iniciativa. En este sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho pública su intención de llevar a cabo una reforma constitucional en materia de energía eléctrica. 

 

Por ello, en el Congreso de la Unión, específicamente en la Cámara de Diputados, se ha puesto en marcha un proceso de parlamento abierto que concluirá el 15 de febrero para fortalecer el análisis entre los múltiples actores interesados acerca de este proyecto de reforma. En este ejercicio están incluidos temas como el papel del Estado, el medio ambiente y la transición eléctrica. 

 

Las legisladoras y los legisladores mexicanos asumimos con plena responsabilidad el estudio e implicaciones de este tipo de proyectos legislativos, escuchando los diversos argumentos y abiertos a la pluralidad. 

 

Al respecto, hago mención que desde el Poder Legislativo, respetando los valores y principios de la política exterior mexicana, consagrados a nivel constitucional, velaremos tanto por los intereses de México, como por el cumplimiento de los compromisos adquiridos en la índole internacional. 

 

Quiero expresarle que desde el Senado de la República nos mantenemos atentos a los resultados fructíferos de su visita a México y le agradezco profundamente el interés por intercambiar puntos de vista y conocimientos en materia energética, los cuales son cruciales para garantizar un mejor presente y futuro de la humanidad. 

 

Muchas gracias.