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Número - 1272 

  • México emplea más de seis millones de toneladas de fertilizantes al año, pero la producción nacional del bien solo satisface el 30 por ciento de la demanda, destacan senadores.

 

Las Comisiones Unidas de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, y de Estudios Legislativos Segunda, aprobaron con 19 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones, el dictamen de la minuta con el que se modifican varias disposiciones de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable para establecer, entre otras cosas, el apoyo a la producción y financiamiento de fertilizantes, y la disminución de la importación de este producto y sus insumos.

 

Los cambios a los artículos 3, 6 y 36 de la norma también establecen la declaratoria de interés social y orden público de la cadena de producción de fertilizantes en el país, además de incluir, como Agentes de la Sociedad Rural, a quienes participen en la producción, transporte, distribución y comercialización de productos, insumos y fertilizantes.

 

El dictamen de la minuta subraya que México actualmente emplea más de seis millones de toneladas de fertilizantes al año, pero posee una limitada producción nacional, con la que sólo satisface el 30 por ciento de la demanda; tal circunstancia se debe, en parte, a la privatización de Fertimex en 1982, medida que detuvo la producción nacional de fertilizantes.

 

Enfatiza, además, que es riesgoso para la economía del país depender de los mercados internacionales para abastecernos de fertilizantes, pues su disponibilidad y precios están sujetos incluso a circunstancias geopolíticas, como ocurrió con el conflicto entre Rusia y Ucrania, que afectó el suministro y costo del bien al ser dos de las principales naciones que lo producen.

 

La senadora presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, sostuvo que México debe “caminar” hacia la sustentabilidad alimenticia por la gran cantidad de personas que habitan en el territorio nacional.

 

Lamentó que la producción de alimentos en México se haya visto mermada por la dependencia internacional de los fertilizantes, problema que fue más evidente durante la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania que, consideró, “desnudaron” una problemática que hizo reflexionar sobre qué se debe hacer para producir nacionalmente el bien y ayudar al campo mexicano.

 

Por otra parte, enfatizó que se tiene que avanzar hacia la producción de fertilizantes orgánicos que permitan eliminar moléculas agresivas con el medio ambiente, aunque admitió que eso no se puede hacer “de tajo”, pues se ocasionarían problemas mayores, como afectaciones a la producción de alimentos.

 

Por su parte, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, senador Rafael Espino de la Peña, explicó que desde 1982, la capacidad de adquirir la canasta básica disminuyó en un 80 por ciento, lo que probó que la determinación de privatizar las empresas productoras de fertilizantes no fue una política exitosa.

 

Defendió, por ello, que esta enmienda a la Ley de Desarrollo Rural Sustentable va “en línea” con la recuperación de la rectoría económica del Estado, como ha ocurrido con Petróleos Mexicanos, que ha recuperado su producción para no depender de importaciones.

 

“¿Cómo se recupera la rectoría económica del Estado?, ¿cómo podemos abonar a la soberanía alimentaria?, pues teniendo control sobre uno de los insumos principales, que son los fertilizantes”, concluyó.

 

En la discusión del dictamen de la minuta, senadoras y senadores de Morena y del PVEM se posicionaron a favor de la disposición; Leticia Peña Ocampo, de Morena, coincidió en la importancia de contar con fertilizantes orgánicos, que son más baratos y no son nocivos para la salud, pero también pidió hacerlo paulatinamente para no poner en riesgo la producción de alimentos.

 

El senador Reyes Flores Hurtado, de Morena, expuso que, por la falta de agua o buenas condiciones de la tierra, hay estados desérticos que requieren el uso de fertilizantes por lo que consideró conveniente ser autosuficientes en esta materia; María Graciela Gaitán Díaz, del PVEM, también respaldó la reforma al estimar que beneficia a los campesinos.

 

En contra y en abstención, se manifestaron senadoras y senadores de Acción Nacional y de Movimiento Ciudadano; José Erandi Bermúdez Méndez, del PAN, opinó que con esta reforma no implica que “mágicamente” habrá producción nacional de fertilizantes, además de criticar que el asunto se haya legislado “con prisa”.

 

Por su parte, la senadora Laura Iraís Ballesteros Mancilla, de Movimiento Ciudadano, advirtió que la disposición de hacer de interés social y orden público la producción de fertilizantes en el país, impedirá que procedan amparos contra su uso, incluso si afectan al medio ambiente.