Número - 238
- Esta tecnología debe considerar la diversidad cultural y perspectiva de género, además de favorecer a grupos vulnerables y el desarrollo sostenible: Alejandra Lagunes.
En la mesa de trabajo, que se llevó a cabo este martes en el Senado de la República, para analizar los temas sobre la regulación de la inteligencia artificial, la senadora Alejandra Lagunes Soto Ruíz dijo que es indispensable garantizar los beneficios de esta tecnología para todos, a fin de no generar mayor inequidad ni ensanchar las desigualdades.
Se trata, afirmó la legisladora del PVEM, de no dejar a nadie atrás, considerar la diversidad cultural, la perspectiva de género, favorecer a los grupos vulnerables y el desarrollo sostenible.
En la serie de encuentros, que organiza la senadora con la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial, especialistas analizaron temas relacionados con la perspectiva de género, inclusión y diversidad.
Aimée Vega Montiel, investigadora en materia de derechos humanos de las mujeres, señaló que estos trabajos coinciden con diagnósticos nacionales que realiza la UNESCO en 55 países, a fin de recolectar datos sobre la inteligencia artificial.
Dijo que los expertos coincidieron en que no existe una política nacional en el tema, por lo que es necesario construir mecanismos que hagan de esta nueva tecnología un facilitador de la igualdad de género y de los derechos humanos de las mujeres.
Una de las principales problemáticas relacionadas con esta nueva tecnología, agregó, es la precarización del mercado laboral, es decir, con esta transición en curso hacia la automatización inteligente habrá efectos que agudicen la brecha entre mujeres y hombres.
Reconoció que en México se tiene un marco normativo muy precario en materia de violencia digital, el cual no sirve para el acceso a las víctimas a la justicia.
La investigadora Adina Barrera consideró que es urgente regular los procesos de transparencia en el uso de la inteligencia artificial, con lo que se generarían herramientas contra la información falsa, discriminación y desinformación.
Con ello, enfatizó, se facilitaría la supervisión y control por parte de las autoridades y los usuarios. Además, refirió que esta tecnología podría ser importante en la detección de la violencia en el ámbito socio digital, con lo cual se contribuirá a construir entornos más seguros.
La supervisión de las autoridades, la colaboración entre empresas, gobiernos y sociedad civil, son claves para garantizar un uso ético y responsable de la tecnología, asentó.