Número - 341
- “No dejar a nadie atrás,” objetivo en política de salud del Ejecutivo, expone ante senadores Jorge Alcocer.
- Expone en comparecencia ante Comisión que se que toda la población acceda a una atención de salud digna, cálida y humana.
- En la pandemia de Covid-19, empezó la integración del Sistema Público de Salud de México, subraya Juan Antonio Ferrer.
Como parte de la glosa del Cuarto Informe de Gobierno del Ejecutivo Federal, el titular de la Secretaría de Salud (SSA), Jorge Alcocer Varela, y el director general del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer Aguilar, comparecen ante las y los integrantes de la Comisión de Salud del Senado.
La senadora Lilia Margarita Valdez Martínez, presidenta de la comisión, señaló que, durante 40 años, la salud fue un negocio, además de que la mejora de estos servicios no fue un asunto prioritario para los gobiernos anteriores, por lo que la administración actual ha realizado diversos esfuerzos para la reconstrucción del sistema.
Aunque hay un aumento de presupuesto para la salud en el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2023, la legisladora de Morena pidió más recursos para este rubro, pues “nunca habrá dinero que alcance”.
“Queremos contribuir, como aliados, para que se avance en el acceso a estos servicios en mejores condiciones y en garantizar la defensa de la salud”.
En su intervención inicial, el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer Varela, aseveró que la política de “no dejar a nadie atrás”, establecida por el Presidente de la República e implementada por esta dependencia, tiene como meta que toda la población acceda a una atención digna, cálida y humana, con un enfoque de género, de derechos humanos, justicia y con especial énfasis a los grupos más vulnerables.
Indicó que plantean contar con un Sistema Nacional de Salud Universal, a través de la consolidación de la prevención, la atención y la rehabilitación de las enfermedades, además de los servicios basados en los cuidados primarios de la salud y la firma de convenios con los servicios de salud estatales para transferir los servicios otorgados por el IMSS-BIENESTAR.
La transformación de los servicios del IMSS-BIENESTAR se basa en la mejora de la infraestructura, su modernización, su rehabilitación y su equipamiento, apuntó, así como el incremento del personal humano calificado al aumentar las contrataciones y las basificaciones.
Hasta ahora, puntualizó el funcionario, se han revisado 251 hospitales y tres mil 59 unidades de primer nivel, con la participación de mil 145 trabajadores para verificar el estado de dichas unidades.
El tiempo de ejecución de la obra planteada y los recursos a invertir en el plan de salud IMSS-BIENESTAR, detalló, ha tenido una inversión de 11 mil 958 millones de pesos, que cubre la salud de cerca de 20 millones de mexicanas y mexicanos.
Alcocer Varela explicó que este modelo de atención establece seis pilares de acción: gratuidad, accesibilidad, oportunidad, cobertura universal, continuidad y calidad, y que el presupuesto dedicado a la salud se incrementó 71 por ciento, al pasar de 122 mil millones de pesos en 2018 a 209 mil millones en 2023.
En lo que va del año, puntualizó, se han construido 18 centros de salud y nueve hospitales; aún faltan 127 obras más por concluir antes del 2024. Adicionalmente, agregó, se han realizado trabajos de conservación y mantenimiento a más de cuatro mil 234 centros de salud y 160 hospitales desde 2019.
Informó que se desarrollaron jornadas médicas quirúrgicas para ofrecer servicios de alta especialidad a la población que habita en zonas rurales, en las que se atendió a siete mil 214 personas y se aplicaron seis mil 368 procedimientos quirúrgicos. De la misma manera, acotó, el programa asistió a la población migrante por su tránsito en territorio mexicano.
Sobre la atención a la pandemia por Covid-19, subrayó que la estrategia de vacunación permitió la inmunización de 83 por ciento d la población mexicana mayor de cinco años, lo que contribuyó a que le virus cediera en incidencia y letalidad, con la consecuente reducción de la ocupación hospitalaria.
También dijo que la disminución de los servicios de hospitalización para atender la pandemia afectó la capacidad del Sistema Nacional de Salud para tratar muchos padecimientos adecuadamente, lo cual redundó en defunciones que pudieron prevenirse.
El funcionario señaló que México ocupa la posición 20 entre los países con más casos confirmados de Covid-19 por cada 100 mil habitantes y el número 32 en fallecimientos por esta causa.
En cuanto a las enfermedades crónicas, Alcocer Varela reveló que se reiniciaron las labores para construir el Registro Nacional de Cáncer, el cual permitirá conocer el estado de esta enfermedad en todas las regiones y de todas las edades.
“El registro aspira a convertirse en un bien público permanente para la nación, sirviendo como un instrumento de vigilancia epidemiológica que oriente las estrategias, la administración de los recursos institucionales y dirija los programas nacionales de control al cáncer”.
Durante el periodo más crítico de la pandemia, señaló, la incertidumbre, el miedo, la preocupación, y los altos niveles de estrés de la población y del personal sanitario afectaron el bienestar y la salud mental, por ello, dijo que se debe atender esta problemática.
Por su parte, el director del Insabi, Juan Antonio Ferrer Aguilar, aseguró que, durante la pandemia generada por la Covid-19, fue cuando realmente empezó la integración del Sistema Público de Salud de México.
Fue en ese momento, precisó, cuando se universalizaron los servicios, ya que el IMSS, ISSSTE, Sedena, Semar, Pemex, y los 15 institutos estatales de seguridad social atendieron a personas sin seguridad social.
Mencionó que para el 2022, el abasto de claves entregadas de medicamentos es de 98 por ciento, y el dos por ciento que falta está en tránsito, es decir, hasta que lleguen a los estados.
Destacó que para el abasto de medicamentos se tienen divididos 25 grupos terapéuticos y mil 918 claves entregadas; y el cien por ciento de las claves oncológicas ya fueron entregadas.
Informó que para la compra consolidada 2023 ya se adjudicaron mil 980 claves que fueron consolidables, de esas, medicamentos son mil 299 claves; material de curación, 649 claves; 32 vacunas y faboterápicos que se comprarán completas.
Agregó que entre 2023 y 2024, se invertirán 242 mil 500 millones de pesos; “en eso está estimada la compra”.
Explicó que el total de la mano de obra que se encuentra en los estados por parte del Insabi, es de 23 mil 977 trabajadores; y para la nómina anual se invirtieron 10 mil 384 millones 47 mil 923 pesos.
El funcionario refirió que en 2019 se tenían 72 centros de salud y 18 hospitales con infraestructura inconclusa; para 2020, eran 34 centros de salud y 14 hospitales; 2021, 23 centros de salud y 10 hospitales; para 2022, 18 centros de salud y nueve hospitales; y faltan por concluir 127 establecimientos de salud.
“Llevamos cuatro mil 307 centros de salud y 160 hospitales ya concluidos, pero tal vez no acabemos, porque son más de 11 mil unidades las que debemos de trabajar, pero estamos haciendo los que requieren mayor intervención”.
Dijo que la federalización de los servicios de salud ya se llevó a cabo en Nayarit, Tlaxcala, Colima, Sonora, Baja California Sur, Sinaloa; para el mes de noviembre se integran Campeche, Veracruz y Guerrero; en diciembre lo harán Morelos, Michoacán y Oaxaca; y al inicio de 2023, se adhiere San Luis Potosí.
Puntualizó que hoy los servicios de salud para las personas sin seguridad social están a cargo de la Federación y los servicios estatales, y con ello el Gobierno federal establece la rectoría, otorga conforme al presupuesto los recursos financieros y presta los servicios de salud en el tercer nivel de salud.