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Número - 196

  • Alejandra Lagunes Soto Ruíz informa que Senado, gobierno, científicos y especialistas trabajan na iniciativa en la materia. 
     

La senadora Alejandra Lagunes Soto Ruíz dio a conocer que en el Senado se trabaja con el gobierno, científicos y especialistas una iniciativa para reclasificar y regular la producción de tratamientos ancestrales de los pueblos originarios, como el uso de hongos y plantas medicinales, a fin de coadyuvar en la atención de enfermedades mentales o padecimientos como el cáncer.  

 

La legisladora del PVEM advirtió que la problemática que enfrenta el mundo en materia de salud mental es preocupante, pues a causa de diversos trastornos como la depresión y la ansiedad, cada 40 segundos se suicida una persona.  

 

En la primera mesa de análisis sobre “Innovación para la salud, medicina transformativa y evidencia internacional”, Soto Ruíz destacó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reveló que en México los suicidios aumentaron 24 por ciento en los últimos tres años, y pasaron de seis mil ocho en 2018 a ocho mil 448 en 2021.  

 

Además, 15.4 por ciento de la población adulta mexicana tiene síntomas de depresión; la ansiedad, agregó, es un trastorno que crece de manera exponencial; y a partir de la pandemia se incrementaron algunos síntomas mentales en niños y adolescentes. 

 

“19 por ciento de adultos tiene síntomas de ansiedad severa, lo que quiere decir que necesitan algún tipo de tratamiento médico, mientras que 31 por ciento tiene ansiedad en algún grado”. 

 

 

Alejandra Lagunes explicó que los hongos psilocibes, que forman parte integral de la medicina tradicional de comunidades indígenas de México, curan numerosas enfermedades, incluso el cáncer, por lo que son reconocidos por la comunidad científica por sus beneficios en el tratamiento de la depresión, ansiedad, adicciones y otros trastornos mentales. 

 

Desafortunadamente, señaló, este tipo de medicina ancestral está prohibida en la Ley General de Salud, y México debe aprovechar su gran riqueza en biodiversidad y sumarse a la investigación de los usos terapéuticos de los hongos psilocibes. 

 

Lagunes Soto destacó que los costos sociales y económicos de una pobre salud mental son altísimos. La Organización Mundial de la Salud calcula que los trastornos por depresión y ansiedad cuestan anualmente, a la economía mundial, un billón de dólares en pérdida de productividad. 

 

Raúl Escamilla Orozco, subdirector de consulta externa del Instituto Nacional de Psiquiatría, expresó que en México se debe considerar el uso de medicina tradicional y de los hongos, para tratar el trastorno depresivo mayor, que es un grave problema de salud pública, que afecta a 350 millones de personas en el mundo, y está dentro de las tres causas de discapacidad por enfermedad mental. 

 

La especialista internacional Anja Loizaga Verdel consideró que es necesario incluir a los “hongos sagrados” y plantas medicinales en la legislación mexicana, y abrir ese espacio del acceso de la salud de una medicina tradicional, el cual es un patrimonio biocultural de los pueblos indígenas de México.