Versión estenográfica de la Entrega de Reconocimientos con motivo del 20 Aniversario de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, encabezada por el senador Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
PRESENTADORA: Bien. Muy buenas tardes a todas y todos.
La Junta de Coordinación Política del Senado de la República agradece la presencia de cada uno de ustedes y les da la más cordial bienvenida a la Entrega de Reconocimientos con motivo del 20 Aniversario de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión.
Preside esta ceremonia el senador Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
Damos la bienvenida a Miguel Ángel López Farías, presidente de la ANPERT.
Y a Enrique Lazcano, presidente fundador de la ANPERT.
Saludamos la presencia de las y los galardonados que se han dado cita con nosotros; por supuesto, a sus familiares y amigos.
Muchas gracias a los medios de comunicación por esta cobertura.
Agradecemos también a quienes ya se encuentran conectados a través de las distintas plataformas del Senado y por supuesto a quienes siguen esta transmisión a través de la señal del Canal del Congreso de la Unión.
Bienvenidas, bienvenidos todos.
A continuación, escuchemos las palabras de bienvenida del presidente fundador de la ANPERT, Enrique Lazcano.
E iniciamos con Miguel Ángel López Farías, donde guste.
MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS: Qué gusto saludarles.
Muy, pero muy buenas tardes.
Es un auténtico honor poder encontrarse en esta altísima cancha de nuestra República Mexicana, con rostros tan queridos, con filiaciones tan entrañables, con esta vocación que tenemos en la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión por hacer lo que en conciencia nos toca hacer, que es periodismo con el corazón, periodismo con amor y profundidad a nuestro país.
Quiero agradecer de manera profunda, determinante, a dos personajes que estimo mucho; se encuentran en el presídium.
A Enrique Lazcano, presidente fundador de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión; para mí un ejemplo de lo que hay que hacer con el micrófono, con el bien decir y el mejor comunicar.
Gracias, Enrique.
Y agradezco de manera entrañable al señor senador Eduardo Ramírez, un hombre que lleva ya varios libros escritos, sabe de esto; que tiene también la vocación de la lucha, del trabajo, del conocimiento de la gente y que ha decidido, no de ahorita, lo conozco de hace muchos años, empujar a los jóvenes talento del periodismo, escuchar a los periodistas, leerlos, atenderlos, estrecharles la mano.
Señor senador, muchísimas gracias por abrirnos este espacio, que para nosotros significa todo un honor.
Gracias.
Y, bueno, pues Héctor Aguilar también lo publicó hace un par de días, no se explica el por qué el fenómeno de las mañaneras y su permanencia, y más aún de su efectividad.
La maquinaria presidencial puede presumir su ISO9000, claro, con el concurso de los medios de comunicación, los cuales no nos podemos resistir al emisario ni a su estridente figura. Una zanahoria irresistible.
Una que sujetó a la mayoría cual remolque detrás de la oferta de Palacio Nacional. En los medios nos resistimos a reconocer que nos extraviamos en los polos y la caja de resonancia mediática se asoció con la terca visión de la realidad presidencial.
Nos ha costado fraguar con mayor anchura los contenidos para los debates.
Se nos dificulta romper la barrera de la creatividad y llegar a más radioescuchas y obtener más lectores.
El círculo rojo se pasmó ante el tsunami de las redes.
Los tiempos de la razón parecen agonizar ante las balas de los followers.
Los medios de comunicación en todo el mundo, observamos la ventana del horno de microondas en el que se preparan razonamientos instantáneos, pero sin los nutrientes para cambiar las cosas.
Ahora los grilletes de la esclavitud son con el diseño de un teléfono celular.
La Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, surge en primera instancia, como antídoto ante el creciente mercado negro de las noticias, porque existen, y los improvisados opinadores, Fake News que atacan a quien se les atraviesa o la propaganda para avalar a los cínicos.
La opinión pública nacional ha sufrido esta pandemia, la de las mentiras, provengan del sello oficial o las que se manufacturan bajo supuestas plumas o voces valientes.
A este México lleno de ámpulas y de visibles facturas, le debemos una disculpa.
En el caso, desestimamos el valor de la comunicación, la fundamentada en la investigación y honestidad intelectual; la del periodismo que no engorda sus cuentas bancarias bajo contratos con gobiernos.
El mundo del periodismo que esconde como pecado de familia la cruda disparidad salarial que existe en nuestro gremio.
Reporteros con ingresos menores a las de un repartidor de comida rápida o sin ningún tipo de protección social.
Durante décadas cohabitamos con aquella casta de tinteros privilegiada de soldados del Presidente. Hoy, con el partido en el poder no cambian mucho, porque business son business.
Pues no. Decimos no, desde la Academia, a la prostitución de ideas.
No debemos ser coreógrafos de los que medran con la inocencia de una nación y no señala únicamente a gobiernos y sus figuras, sino algo mucho más grave, la descomposición social que inexplicablemente recibe dosis de apología en narcoseries o de reguetoneros o pesos pluma que festejan la sangre enemiga y gritan cuánta cocaína se metieron en la narizota.
Cómo se les gana a los criminales, si las 24 horas del día se escuchan sus himnos en los autos o en las calles.
¿Por qué creemos que nuestros niños y niñas vienen vacunadas contra ese veneno?
Hemos descuidado el frente de esa otra batalla, la que se libra en los hogares o escuelas; la de la formación para los nuevos ciudadanos, pequeños y jóvenes, que habrán de lidiar con la siguiente crisis sanitaria o el quiebre del medio ambiente; colapsos mundiales que se aproximan.
El papel de las y los comunicadores es vital para recuperar el tejido de la conciencia.
Los responsables de que no se pudra la memoria somos nosotros.
Este Gobierno pronto dejará de serlo.
Un hombre se va a quitar la banda presidencial y se la va a dar una mujer.
Para la gran mayoría de mexicanos esto significa el nacimiento del Quinto Sol; que la multiplicación de los panes seguirá, que los milagros tocarán nuestras puertas.
En el imaginario habrá quien suponga que seremos una nación de justos y que ahora sí la ley será ley por fin.
Los medios de comunicación, amigos, amigas, debemos replantear nuestro papel, apoyar en la generación de una opinión pública que encuentre en nuestro trabajo algo más que la repetición de ideas, o peor, el enojo.
Es momento de encender la creatividad para conquistar nuevas mentes; generar que las y los jóvenes se interesen más en los periódicos o programas informativos y dejen, dejemos de ser mercaderes en una plaza de tiktokers o memes.
México, México está gritando por el regreso de la paz.
México está golpeando los barrotes para que el diálogo pueda entrar.
Penosamente, México acaricia la sala de terapia intensiva y el periodismo es una de las herramientas que puede provocar que el país sea una tierra lista para sus mejores cosechas.
Seamos honestos, ninguna nación resiste otros tres años, seis años de sangrado. Es vital un gran acuerdo; es urgente la reconciliación.
Que nunca más las opiniones políticas y las preferencias ideológicas nos separen.
Que el miedo deje de ser el único comensal que no se levanta de la mesa. Este miedo con encabezado de periódico “México violento”, “México de asesinos”, “México de desaparecidos”, “México de odios y rencores”, “México de cínicos y corruptos”.
Cambiemos la historia.
Por ello la importancia de este encuentro, pues en medio del palenque electoral se da un extraordinario gesto de respeto y aquí reiteraré nuestro reconocimiento al senador Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Junta de Coordinación Política de este Senado, quien propuso este estrechón de manos para reconocer la importancia de las y los periodistas de México, acuerpados hoy en la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión.
Nuevamente gracias, querido senador. Gracias, amigo.
Concluyo.
Me siento honrado en presidir a lo mejor de los comunicadores de esta nación.
Vayamos a la construcción de un periodismo no sólo valiente sino verdaderamente patriota; más conciencia, más libros, más periódicos, más pluralidad en los medios electrónicos y digitales; menos superficialidad y la erradicación de la vanidad como pieza de una falsa autoridad moral.
En la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, en sus 20 años hemos esquivado el protagonismo simplón, los premios o medallas de pago por evento.
No tenemos precio, somos libres; pero lo que más nos destaca, señoras y señores, es nuestro profundo amor a México.
Muchas gracias.
PRESENTADORA: Por supuesto, muchas gracias al presidente de la ANPERT por su valiosa exposición.
Damos ahora el uso de la voz al presidente fundador de ANPERT, el periodista Enrique Lazcano.
ENRIQUE LAZCANO: Me da mucho gusto saludarlos, en una tarde que para la mayoría de los que formamos parte de la ANPERT, es sin duda una tarde memorable.
Hace 20 años, no muy lejos de aquí, sobre la misma Avenida Reforma, inauguramos y dimos a conocer un proyecto interesante, un proyecto que pretendía ser un encuentro de amigos, para fortalecernos.
Quiero en primer término, agradecer a quienes nos acompañan desde la Tribuna más alta de la nación en esta tarde. Señoras y señores, muchas gracias.
Señor senador, te agradezco mucho, Eduardo, la generosidad de tu oferta para recibirnos aquí en el Senado de la República.
Amigos todos:
Hace 20 años este país era otro, hace 20 años quienes hoy gobiernan muchos espacios de la vida política nacional, eran unos muchachos, unos jóvenes. Mucha agua ha pasado bajo el puente.
Hoy, y lo digo con una enorme tristeza, algunos de los que hace 20 años presentamos a los mexicanos este proyecto, ya no se encuentran con nosotros. La gratitud es la memoria del corazón, por ello tendría que iniciar agradeciéndoles su cariño y confianza a este proyecto, a los que nos acompañaron en ese momento y hoy no están con nosotros.
Yo pediría que les diéramos un aplauso enorme a todos los compañeros que hoy ya no se encuentran con nosotros.
Gracias también a quienes en aquel entonces me acompañaron en la primera directiva: Pablo Latapí, Gustavo Rentería, como vicepresidentes; y hago una pequeña pausa para agradecer a quien venturosamente para mí, no ha de haber sido fácil para él, me inició hace más o menos 40 años en este camino del periodismo. Gracias, señor Rentería, muchas gracias. No se me olvida, muchas gracias.
A mi amiga y compañera Tere Vale, a Flor Berenguer, a Fabiola Kramsky, a Irene Moreno, a Gustavo Méndez Tapia, a Miguel Bárcena y a Judith Sánchez, por supuesto.
También agradecer a quienes han presidido la Academia en estos 20 años. Al maestro Leopoldo Mendívil, Polo, cariño y nuestro agradecimiento para ti.
A Vladimir Galeana, que no está, pero se lleva el aplauso su hijo, que se lleva el aplauso de nosotros también.
A Carlos Ramo Padilla y a nuestro presidente actual, Miguel Ángel López Farías, que es un hombre que se ha echado a la Academia a la espalda para llevarla adelante, y le doy un abrazo y el cariño y el aplauso de todos los compañeros. Gracias, Miguel Ángel.
La Academia se creó con una finalidad; que los periodistas de medios electrónicos nos colegiáramos, y al hacerlo, nos volviéramos más fuertes. Existen y existían agrupaciones de artistas, de compositores, de escritores, de deportistas y un largo etcétera; luego entonces, ¿por qué nosotros no? Lo hicimos, y el gran propósito era cuidarnos, buscar beneficios profesionales y personales para los miembros de la Academia.
Así se logró, entre otras cosas, que muchos de los integrantes de la Academia hoy sean licenciados en periodismo. Buena parte de ese asunto también se lo debemos al presidente que le sustituyó, a Polo Mendívil. Gracias, Polo, por eso; gracias, señor Rentería también por eso, porque muchos de los aquí presentes lograron un título de licenciatura gracias al esfuerzo de ustedes. Gracias de nuevo.
Pero queríamos más. Queríamos que nuestros compañeros que, por alguna razón hubieran perdido la vida, que no son pocos, en el cumplimiento de su trabajo, su familia quedara protegida y con un techo digno. Que sus hijos, en caso de haberlos, gozaran de beca académica para seguir estudiando. Que se pudiera crear una casa de retiro para periodistas con situación económica complicada, una casa digna.
La historia del periodismo con el poder es muy particular. No es extraño ver un trato privilegiado del político al periodista, sobre todo en épocas electorales, ¿no? Al terminar la misma, frecuentemente ni la llamada les toman, es una realidad.
Valía la pena que recordara que el periodista, junto con el grupo político hoy en el poder, fue artífice también del cambio. La vida política y la pluralidad tiene, de hecho, mucho que agradecer a mis compañeras y compañeros periodistas. Ellos fueron, sin duda, la polea de transmisión de un cambio, por lo demás, que le urgía al país. Hay que reconocer eso.
Pero es buen momento también para reflexionar qué le toca hoy a la academia, después de 20 años. Si me lo preguntan, diría que les toca lo mismo; ser el puente entre la sociedad y el Gobierno.
No son momentos fáciles, ni para uno ni para otro. El periodista no tiene que ser amigo del poder; el deber, en todo caso, de los periodistas, está con la sociedad y con su conciencia. Hemos buscado como agrupación, incluso llevar estas preocupaciones al terreno parlamentario; tener una voz que lleve a la Tribuna más alta de la nación, las urgencias de una de las profesiones más hermosas del mundo, pero también más riesgosas.
Sin embargo, aún no lo hemos conseguido. Ojalá que la directiva actual o las futuras logren instalar un periodista en una curul o en un escaño, para hacer realidad todos estos anhelos.
Para terminar, diría solamente que queremos lo mismo; un mejor México, más libre, más plural, más democrático, más participativo, más seguro, más inclusivo y más justo.
Y hoy, desde el natural territorio de la pluralidad política, que es el Senado, repetiría con un enorme deseo de convertir esto en realidad permanente, lo último que dije en aquella ocasión, hace 20 años, cerca de aquí, en la Plaza de la Constitución, origen y destino de nuestro México, ondea majestuosa nuestra Bandera Nacional. Y era la vida, que lo siga siendo, como en un gran abrazo que cobije el alma y el corazón de todas y todos los mexicanos.
Que así sea.
Muchas gracias.
PRESENTADORA: Muchas gracias al periodista Enrique Lazcano por este cálido mensaje y por compartirnos sus valiosas reflexiones.
Queremos solicitarle nuevamente al presidente de ANPERT, Miguel Ángel López Farías, haga nuevamente uso de la voz para referirse a los periodistas fallecidos.
MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS: Gracias, Enrique.
Ha sido un viaje en el cual este tren, lo mencionábamos en algún momento, querido Eduardo, justo cuando pierde la vida Gustavo Méndez Tapia, un tren que se ha llevado grandes quereres, que ha arrastrado con la existencia, pero nos ha dejado enormes lecciones a nosotros, los vivos, de aquellas enormes figuras que cimentaron, apoyaron, nutrieron a la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión.
Pido un minuto de aplauso a favor de Ofelia Aguirre Ruelas, Renward García Medrano, Eduardo Pasquel Alcalá, Miguel Ángel López y Bernal, Lorenzo Martínez Vargas, Gustavo Méndez Tapia y mi querido amigo Federico Vale Castilla.
PRESENTADORA: Iniciamos.
(MINUTO DE APLAUSOS)
MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS: Tenemos, si no mal entiendo, tenemos un video recordando precisamente la figura de nuestros compañeros.
Veamos.
(PROYECCIÓN DE VIDEO)
PRESENTADORA: Y bien, señoras y señores, trabajadores de los medios de comunicación de radio y televisión, es momento de escuchar el mensaje del presidente de la JUCOPO, el senador Eduardo Ramírez Aguilar.
SENADOR EDUARDO RAMÍREZ: Muy buenas tardes. Sean bienvenidos y bienvenidas a este lugar, recinto de la patria donde se discute el Federalismo mexicano, la política exterior y los temas de interés nacional para nuestra República.
En verdad es un gran momento para reflexionar las expresiones aquí vertidas por parte del presidente de la Academia Nacional de periodistas de Radio y Televisión, de un gran mexicano, Miguel Ángel López Farías.
También de su presidente fundador, al muy conocido don Enrique Lazcano.
Quisiera comentarles que hace algunas décadas, cuando prendíamos la radio y teníamos, éramos, yo creo que no tan jóvenes, sino infantes; yo escuchaba a don Enrique Lazcano y siempre con mucha propiedad, sus análisis y sus reflexiones sobre los problemas.
Nos hemos dado a la tarea en este Senado, quiero comentarles, tuvimos la iniciativa junto con otros senadores y senadoras, de reconocer a los talentos profesionales, a los talentos artísticos, a quienes han dado una lucha a favor de México.
Entonces, en este Senado se le ha reconocido a destacados miembros del arte mexicano, de la pintura, el día jueves vamos a reconocer a grandes marinistas mexicanos; desde luego a deportistas, a los compositores, como bien lo dijo don Enrique. También les hemos dado homenaje y reconocimiento a los presentes post mortem.
Y, nació esta idea, porque en el Senado se entrega un premio al valor civil, que es el Premio Belisario Domínguez, y se entrega a aquellos que han aportado algo a la sociedad mexicana, pero nos limitamos mucho, porque hay diferentes disciplinas; diferentes profesiones o luchas o luchadores o luchadoras sociales que hacen una aportación. Entonces, se abrió esta posibilidad.
Y, también entregamos un reconocimiento a los destacados médicos, el Premio Jesús Kumate; y otro más que logré incorporar en mi paso por el Senado, que es el Premio a la Literatura Rosario Castellanos. Pero, aun así, nos quedamos muy cortos.
Si bien es cierto, en la Cámara de Diputados se entregan otros reconocimientos periodísticos, creo que es de Neri, y nosotros, los tiempos legislativos nos alcanzan. Y platiqué con Miguel López sobre su trabajo, cuando me di cuenta de que lo nominaron como presidente.
Siempre trato de tener un acercamiento con los medios de comunicación con quienes cubren la fuente del Senado de la República, tanto radio, televisión o a través de sus plataformas digitales. Y, Miguel, que es muy combativo, me invitó un día a su programa allá en la radio, Heraldo, y me di cuenta de su línea editorial; y particularmente siempre me gusta asumir retos porque a veces no queremos tocar temas, que son un poco escabrosos en la discusión del Senado de la República.
Y entonces, entablamos una relación laboral, él como comunicador y su servidor como portavoz y como legislador de los grandes temas de nuestra Constitución; y después nació el intercambio de ideas ya en lo personal, sobre el quehacer periodístico que llevan cada una y cada uno de ustedes. Y, nació esta idea, hacer un reconocimiento.
Lo hacemos sabiendo que su trabajo, como lo dijo don Enrique, es informar de una manera libre, democrática, aunque a veces no se cumple este propósito porque también los medios informativos son diseñadas e instaladas a través de empresas, que tienen también como un objetivo, su creación normativa. Pero, quienes ejercen el periodismo libre, independiente y con un periodismo responsable; porque ahora vemos ataques a través de las redes sociales, que eso no fomenta una consciencia, sino más bien fomenta también un sentimiento de odio, un sentimiento de confrontación.
Entonces, creo que son momentos de hacer un reconocimiento al trabajo que ustedes realizan.
El periodismo se ha vuelto un trabajo de alto riesgo, en todo el país, desde hace algunos años. Y creo que deben de tener las garantías para el libre ejercicio de su profesión; pero como en México tenemos tantas necesidades y tantas asignaturas pendientes, cuando se plantean los temas de medidas cautelares para ustedes, se toman con la solicitud normal de todos los temas que llegan.
Entonces, esta fue una de las grandes propuestas que se hicieron al inicio de la Legislatura; proteger con medidas cautelares a los activistas en derechos humanos, a quienes ejercen el libre periodismo o a quienes tienen una responsabilidad de alto riesgo y no logramos aún establecer leyes que sean sancionables para aquellos servidores públicos.
Vemos como esta semana hubo el cobarde asesinato de Samanta, una gran activista de la comunidad LGBT. Yo tuve el honor de haberla conocido y fue una extraordinaria persona, que defendía, incluso la tuvimos en esta Tribuna; sus propuestas con una gran vehemencia.
Me dio mucha tristeza, pero también me dio mucha indignación, porque ella como otras o como otros, en distintas actividades profesionales van a tocar las puertas de las instituciones que procuran la justicia en nuestro país.
Este sin duda, es un tema que debe abrirse al debate nacional, abrirse al parlamento abierto y ahí, yo creo don Enrique, Miguel y todos los que están y todas; hay que abrir esos espacios, porque cada vez va a ser más compleja la actividad que ustedes realizan.
Antes lo era, desde el poder público. Ahora pasó del poder público hacia el nivel de la delincuencia, y eso es más grave aún, porque antes el señalamiento era particularmente hacia las autoridades que ejercían recursos públicos, impartición de justicia sesgada. Pero ahora se ha vuelto compleja esta actividad y se ha vuelto muy complejo el tema que está viviendo nuestro país.
Ya no me dio tiempo, tenía en mente lanzar una propuesta que tiene que ver con llevar a cabo un parlamento mundial y discutir los grandes temas; porque lo que pasa aquí en México pasa en Colombia, pasa en los Estados Unidos, pasa en países como Europa, que tienen más desarrollo.
Entonces, un parlamento donde discutamos de fondo los problemas que trae consigo la no legalización de las drogas. Es un tema fuerte, pero finalmente es un tema de comercio internacional que está, ya no en el bajo mundo: está en el visible mundo.
Hablar de estos temas es complejo, pero sé que se va a dar. Ese parlamento mundial se tiene que poner de acuerdo para que se logre la legalización que nosotros impulsamos para pacificar el país; pero no logramos establecer normas en aras de construir la legalización, y esto iba a tranquilizar tanto la condiciones que viven las comunidades.
Allá en el estado de Guerrero la gente ya no cultiva maíz, la gente ya cultiva cannabis, cultiva amapola. Y dicen, bueno, ¿y la amapola? Aquí lo hemos tenido en los Foros, hay desabasto para amortiguar el dolor, ¿por qué? Porque todo se va a la clandestinidad.
Y los laboratorios que hacen uso de este tipo de enervantes, no tienen, y solamente le alcanza aquellas personas que padecen de cáncer o de alguna enfermedad terminal, medicinas a muy alto costo.
Entonces, el tema tiene que abordarse desde una perspectiva distinta, no desde el miedo, no desde una perspectiva del qué dirán, incluso, sino visualizar lo que estamos viviendo, sociológicamente.
Entonces, son grandes temas que están pendientes en esta Agenda, que tienen que ver con el ejercicio de su profesión y que tienen que ver con el ejercicio público.
Por ello, este reconocimiento que les hacemos en el Senado es en honor a su valentía; en honor a ese trabajo individual que realizan o grupal, porque el Estado mexicano tiene sin duda una asignatura pendiente con ustedes. Tiene una asignatura pendiente para que se desarrollen libremente en el ejercicio de su trabajo.
Yo creo que es un buen momento, ahora que inician las campañas presidenciales, poner sobre la narrativa, sobre el debate nacional, porque no se ha tocado. Si ustedes analizan las propuestas presidenciables, se habla de todo menos de los temas que finalmente no son la parte gruesa de las necesidades, pero sí en una necesidad como es el periodismo, que tengan todas las garantías.
Yo creo que este es un buen momento, que lo asuman los legisladores que también están aspirando y que estemos en el debate nacional. Yo sé que Miguel es un férreo crítico del actual régimen; yo no coincido mucho con él, pero nos respetamos, tenemos un respeto profundo.
Y, en ese respeto profundo, me he dado a la tarea también de reflexionar sobre lo que viene para México a partir de este año y del 2030. Hay que hacer planteamientos, como dice don Enrique, yo sí coincido; la República ha vivido momentos difíciles, pero ahora atraviesa quizás por un ambiente de polarización.
Y yo soy de los que creo que la conciliación es lo mejor, en medio de nuestra diferencia. La conciliación es lo mejor en medio de nuestra diferencia; con ello vamos a lograr mayor participación democrática, tolerancia, porque la narrativa no debe ser entre buenos y malos, entre pobres y ricos, entre pobres y aspiracionistas, entre académicos de las universidades, investigadores, los que profesan una fe religiosa como líderes, ya sean pastores o sacerdotes.
Es decir, hay una gran gama que debemos de tomar en consideración, aquello que sirvió para nuestra República en otros momentos.
Yo veo las condiciones propicias para llevar a cabo temas que son de trascendencia nacional, que sin duda lo vamos a lograr con quien asuma la Presidencia de la República. En mi caso particular, no puedo ser objetivo, pero quien asuma esa posición, debe tener una agenda muy clara sobre el respeto a los derechos humanos de varios sectores que no han sido tomados en cuenta.
Hablo también de los investigadores, hablo también de los académicos, que veo aquí a varios de ustedes, académicos que están en la investigación permanente de los datos reales, de los datos que nos dan los organismos autónomos o los organismos internacionales.
Entonces, creo que es un buen momento y propicio para iniciar aquí en el Senado de la República, una serie de encuentros que nos permitan hallar esas coincidencias a favor de México.
Yo como estudioso de algunas leyes, no de todas, sí creo que nos hace bien una revisión al trabajo que hacen desde el periodismo ustedes. Hay que hacer una revisión profunda y que sea la Academia quien aporte los elementos necesarios.
Aquí estuvimos con los compositores, y los compositores dicen “solamente nos hicieron la ley; pero dentro de esa ley, no nos manifestaron nuestros derechos laborales adquiridos”. Entonces, terminamos con nuestro trabajo, con una serie de necesidades y yo creo que de la misma forma se circunscribe este ejercicio profesional.
Hay que revisarlas y hay que impulsarlas. Ustedes tienen las herramientas, tienen los medios de comunicación, su voz es una fuerza, tienen una gran ventaja, en verdad, una gran ventaja; hagan uso de ella para dejar un legado para quienes ya se adelantaron y que esta Academia perdure por muchos años.
Espero recibirlos en Chiapas el siguiente año 2025.
¡Felicidades a todas y a todos ustedes, por este homenaje bien merecido!
PRESENTADORA: Muchas gracias al senador Eduardo Ramírez por esta importante iniciativa para reconocer a los periodistas, a los comunicadores, hombre y mujeres que ejercen el periodismo, el parlamento de los pueblos.
Vamos a pasar ahora a la Entrega de Reconocimientos que el Senado de la República, a través de la JUCOPO realiza a periodistas de la ANPERT.
(ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS)