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Versión estenográfica de la Inauguración de la Reunión de Legisladoras y Legisladores del Congreso de la Unión con titulares de Embajadas y Consulados 2024. 

 

 

SENADORA ANA LILIA RIVERA RIVERA: Muy buenas tardes a todas, todos, estimadas, estimados compañeros, compañeras. Embajadoras, embajadores, cónsules. 

 

Inicio destacando la presencia de la diputada Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Bienvenida, estimada presidenta, siempre un gusto colaborar con usted a favor del bienestar de las y los mexicanos. 

 

Pero saludo con gran aprecio y quiero decirle, fuera de protocolo, que me entusiasma no solamente haberla conocido, sino tratarla, soy su fan, de nuestra excelentísima amiga y compañera Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Relaciones Exteriores, a quien le agradezco particularmente la estrecha comunicación y colaboración que ha establecido con esta Cámara Alta, para el desarrollo de la estrategia de Política Exterior del Gobierno de la República. 

 

Pero, además, algo que no sé si se agradece, pero se reconoce: es la calidad humana, el profesionalismo, la sencillez de la experiencia, la diplomacia en su más alto nivel. Se lo quiero reconocer mucho a nuestra excelentísima secretaria de Relaciones Exteriores porque, a quienes somos novatos en este tema, le aprendemos todos los días. 

 

Saludo con afecto a mis compañeros legisladores, legisladoras, senadores, senadoras, coordinadores que nos acompañan.  

 

Al senador Miguel Ángel Mancera. A la senadora Paty Mercado, que también está con nosotros. A nuestra compañera, la senadora Geovanna Bañuelos, del Grupo Parlamentario del PT, y por supuesto a nuestro compañero Bolaños Cacho, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México. 

 

Pero también a diputadas y diputados que se encuentran entre nosotros, senadoras, senadores, como la compañera Verónica Camino Farjat, que es secretaria de la Mesa Directiva. 

 

A todas y todos ustedes, bienvenidos. 

 

Distinguidas y distinguidos integrantes del Cuerpo Diplomático de México: 

 

El Senado de la República los recibe muy cordialmente en esta sede histórica, con el objetivo de sostener un diálogo franco y directo, en el marco de la Trigésima Quinta Reunión de Embajadores y Embajadoras y Cónsules, de todas y de todos ustedes, su experiencia, nuestro cariño y reconocimiento. 

 

Sean bienvenidos a esta casa, insignia del Pacto Federal, con la idea de privilegiar el diálogo entre los presentes, que es el objetivo fundamental de este Encuentro. Me permitiré acotar mi mensaje. 

 

Me dirijo a ustedes en este momento crucial para nuestra nación y el mundo, en un entorno global cada vez más interconectado. El papel que desempeñan como representantes de México en el extranjero, es más vital que nunca. 

 

En 2023 se presentaron grandes complejidades debido a un entorno global convulso, no habíamos terminado de superar las graves secuelas generadas de la emergencia sanitaria; cuando surgieron cuestiones que creíamos que muy difícilmente volveríamos a enfrentar como humanidad: los conflictos armados de nueva cuenta se hicieron presentes y continúan. 

 

En Europa, un Continente que durante décadas no padecía un conflicto armado de grandes dimensiones; lamentablemente se padece en la actualidad con la guerra entre Ucrania y Rusia, que pone en riesgo no sólo la seguridad regional sino la del mundo entero. 

 

El agravamiento del conflicto entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamas, provocó mayor tensión y una crisis humanitaria que genera mayor inestabilidad regional, con un potencial nocivo de dimensiones globales. 

 

A esta ya complicada coyuntura, los conflictos de Siria, Yemen, Sudán, las dos Coreas, Afganistán, Pakistán, Etiopía, Libia, El Congo y Latinoamérica incluida, con la disputa territorial entre Venezuela y Guyana; ponen frente a nosotros un escenario complicado y difícil de transitar. 

 

Estas problemáticas se unen además al cambio climático, que ha sido acelerado por los modos de producción, consumo y desarrollo de la humanidad.  

 

Es cierto que existen responsabilidades diferenciadas entre los países avanzados y en vías de desarrollo; pero es evidente que está golpeando de manera más severa los grupos más vulnerables y que son las naciones más pobres quienes sufren en mayor medida sus devastadoras consecuencias. 

 

Tenemos ante nosotros, además, la urgencia de lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de estos depende la vida de millones de seres humanos que padecen hambre, pobreza y desigualdad; así como la propia habitabilidad de la tierra. 

 

Igualmente, asuntos como la migración, el tráfico de armas y de sustancias ilícitas y de trata de personas, por mencionar sólo algunos, que son de particular interés de México y que requieren de nuestra mayor atención. 

 

Por otro lado, este 2024 habrá elección en 76 países, algunas parlamentarias y otras de cambio de Gobierno. Este es un factor que también habrá que tomar en cuenta para lograr los consensos necesarios en la búsqueda de atender los retos urgentes de la Agenda Internacional. 

 

Sabemos que desde la Cancillería se está trabajando, junto con otros Estados miembros en las reformas necesarias para hacer que la ONU, -que precisamente se encuentra entre nosotros el senador Vasconcelos, quien ya al frente de esta, estará particularmente. Gracias, senador-, el Consejo de Seguridad, sean más eficientes, democráticos, representativos y plurales, definitivamente debemos hacer un esfuerzo extra para lograr este objetivo, porque estamos en un punto definitorio: o avanzamos en su modernización o esta organización muy pronto quedará obsoleta, anquilosa como mero testimonial de lo que representó para el sistema internacional en el siglo pasado. Me refiero a la ONU. 

 

Lo cierto es que estos desafíos actuales y emergentes, no pueden ser resueltos de manera unilateral. Y es justo aquí donde la diplomacia y quienes la ejercen, tenemos un papel crucial para la construcción de soluciones basadas en el diálogo en el que se propicie una visión multilateral, velando por el bienestar de las presentes y futuras generaciones. 

 

Necesitamos un cuerpo diplomático de alto nivel, de gran experiencia y de mucho trabajo, para hacer frente a estos retos en beneficio de México. Con absoluta certeza, digo: ustedes son para nosotros la encarnación de esas virtudes del servicio y capacidad.  

 

En este punto, quiero destacar la puesta en marcha en la Secretaría de Relaciones Exteriores, de una política exterior feminista, que debe garantizar el pleno ejercicio de derechos y libertades de las mujeres, y darles voz y participación en los procesos de toma de decisiones. 

 

Como parte de esta estrategia, vemos con agrado que la reforma constitucional aprobada en el Congreso de la Unión en el 2019, denominada Paridad en todo, y que se sustentó en el principio de igualdad de género, también ha permeado en esta notable y noble institución. 

 

Confío en que además del objetivo de alcanzar la paridad en las titularidades de Embajadas y Consulados de México; dentro de la Cancillería y su estructura interna, este principio empiece a instrumentarse en congruencia con la reforma constitucional, como un acto de justicia social. 

 

Estimadas, estimados representantes de México en el mundo: 

 

Este año continuará presentando enormes retos y también oportunidades y, sin duda, gracias a sus buenos oficios incansables, dedicación y compromiso, nuestro país sabrá responder a ellos. Seguirá consolidándose como un actor destacado en los diferentes debates para la construcción de soluciones y el diseño de un mejor mundo posible. 

 

Como nunca, México hoy es un ejemplo, pero también es un punto de equilibrio en el mundo.  

 

Les deseo un éxito rotundo en esta REC 2024, y que el seguimiento y evaluación de los avances y pendientes concernientes a la política exterior, abone a que el 2024 sea uno de los mejores años para México. 

 

Bienvenidas, bienvenidos. Muchas gracias. 

 

El Senado de la República se congratula de recibirlos hoy aquí, en esta Casa de Todos. 

 

 

DIPUTADA MARCELA GUERRA CASTILLO: Siempre es un placer y un privilegio estar reunida con quienes nos representan en el mundo. 

 

Saludo a la canciller Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Relaciones Exteriores. 

 

A la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta del Senado de la República y nuestra anfitriona esta tarde. 

 

Y a las y los coordinadores parlamentarios, algunos aquí presentes. Y por supuesto, a mis compañeras y compañeros legisladoras y legisladores presentes. 

 

Les quiero ofrecer un saludo también a nuestros embajadores y cónsules. 

 

Celebramos este encuentro, que refleja el espíritu republicano de nuestras instituciones. Somos un país que hace de nuestras coincidencias, un cimiento sólido para la proyección de México en el exterior y para la defensa de los intereses legítimos que nos definen en el escenario internacional. 

 

Es de señalarse que la Cámara de Diputados, a través de sus integrantes, cuenta con Delegaciones y además, con cien grupos de amistad que concurren diversos espacios, como son los foros interparlamentarios y parlamentarios; para un ejercicio de diálogo permanente con otros países, en áreas y temas de interés para la nación. 

 

Tenemos por necesidad y por nuestra naturaleza deliberativa, un vínculo institucional con la política exterior, que dirige el gobierno de la República. 

 

La atmósfera que hoy aquí impera es la de la cordialidad y el respeto y es propicia para agradecer a la señora canciller Alicia Bárcena, y con el cuerpo diplomático, el acompañamiento permanente brindado a los legisladores y legisladoras en el cumplimiento de nuestras tareas de la diplomacia parlamentaria. 

 

En ustedes hemos constatado el profesionalismo, la capacidad, el conocimiento y la plena disposición para acompañar y respaldar el trabajo parlamentario. Por ello, hago explícita nuestra gratitud y amplío  reconocimiento por el valor que para nosotros tiene su contribución. 

 

Permítanme anticiparles que, con la autorización de la señora canciller, seguiremos demandando su auxilio, ¿por qué? Por la nación, por este país maravilloso que tiene mucho que ofrecer y donde ustedes llevan la mano como embajadoras, embajadores y cónsules, defendiendo los intereses de México. 

 

Vivimos una etapa de necesario fortalecimiento de nuestras organizaciones e instituciones, para dar respuestas crecientes a los desafíos que enfrenta el país en un mundo convulso, marcado por los reiterados conflictos. 

 

En la Cámara de Diputados, sabemos la importancia del papel que desempeña nuestro Cuerpo Diplomático en la construcción de una política exterior de Estado. Asumiendo la responsabilidad de protección de nuestros connacionales en el extranjero y salvaguardando el interés de la nación, observando por supuesto, los principios rectores de la diplomacia mexicana. 

 

Es en el Servicio Exterior Mexicano donde descansa la operación y ejecución de nuestra Política Exterior, y por ello constituye un activo fundamental, que es nuestra obligación consular. 

 

Al respecto, debo de referir, y lo hago con mucho respeto, en ese diálogo permanente que siempre tenemos y que debemos de seguir manteniendo; quiero referir la reforma que instrumentamos en el año 2018 a la Ley del Servicio Exterior Mexicano y en la cual me tocó participar, junto con muchos de los aquí presentes. Aquí está el que era entonces el senador Benjamín, Mariana Gómez del Campo, el propio senador Puente, ahora diputado. Muchos estamos aquí, que participamos en esa famosa Ley del Servicio Exterior Mexicano, de la cual participe, como ya se los dije. 

 

Esta reforma fue relevante, no sólo porque ha sido de gran calado, una reforma de las grandes, como decimos; sino porque fue también una reforma integral que recogió las legítimas inquietudes de ustedes mismos, hacia nosotros los legisladores. Este Cuerpo Diplomático que nos honra y que sumando voluntades políticas y legislativas; así la pudimos materializar. 

 

Se trató de un rediseño profundo de la arquitectura que regula a dicho servicio, mediante modificaciones y adiciones que se pueden agrupar en los grandes cinco ejes: la redimensión de los beneficios, como la edad de jubilación de los miembros de este Servicio Exterior. La creación de nuevas plazas en representaciones diplomáticas. La incorporación de la igualdad sustantiva, tan importante de la que hace rato platicábamos la canciller y su servidora. El régimen de responsabilidades administrativas, así como la transparencia y rendición de cuentas, como principios normativos que rigen las actividades diplomáticas. 

 

La convicción que tuvimos entonces y que seguimos manteniendo en la actualidad, es que frente a crecientes responsabilidades que requiere la Política Exterior Mexicana, se necesita siempre y se necesitará un marco jurídico sólido y que responda a la realidad de quienes desempeñan esta gran responsabilidad, que son todos ustedes. 

 

No puedo dejar de mencionar el claro compromiso que se expresó en esta reforma, en el renglón de igualdad sustantiva -como ya lo mencioné- para garantizar a las mujeres la oportunidad de representar a México en el plano internacional y en un marco de igualdad de oportunidades. 

 

Por ello, expreso mi reconocimiento al compromiso mencionado por la secretaria de Relaciones Exteriores, durante su participación en la Semana de Alto Nivel en la Asamblea General de la ONU; sobre la necesidad de transversalizar la igualdad de género en todas, absolutamente todas las políticas y los aspectos de la política exterior mexicana. Qué mejor coincidencia con usted, señora canciller. 

 

La felicito por ello y hacemos votos también, para que la Red Diplomática de México, cuyos representantes hoy nos acompañan en este relevante diálogo parlamentario y republicano, cada vez haya más mujeres que tengan acceso a altos niveles jerárquicos, así como en la toma de decisiones. 

 

Ninguna duda puede haber sobre la trascendencia que tiene el proyectar sólidamente la Política Exterior de Estado; esta que plantea nuestra Constitución y que llama a los grandes consensos. Consensos, siempre, sin consensos, nada. 

 

En esta mística, extiendo mi reconocimiento por el gran esfuerzo que realiza el Cuerpo Diplomático que nos acompaña, y por tener todos los días a México en su vocación.  

 

Gracias infinitas.  

 

Gracias a ustedes. 

 

CANCILLER ALICIA BÁRCENA IBARRA: Bueno. Muy buenas tardes a todas. 

 

Tengo banquito, porque si no, no me ven. 

 

Me da muchísimo gusto.  

 

Quiero saludar a los honorables integrantes del Senado, de la Cámara de Diputados; a todas las embajadoras, embajadores, cónsules, mujeres cónsules, amigos y amigas. 

 

Quiero partir, en primer lugar, rindiendo un tributo y un homenaje a Héctor Vasconcelos, senador que fue presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores. 

 

Querido Héctor, estamos en tu casa. Todos pasamos por aquí, todos los que estamos aquí pasamos por ti; por ti, la Comisión de Relaciones Exteriores, por el Senado, porque ese es el acto republicano más importante de nuestra Cancillería. 

 

Nos hemos encontrado en varias ocasiones, qué duda cabe, y eso ha sido muy grato; pero quiero decirles que es la primera vez que una reunión de embajadores y cónsules se realiza en la sede emblemática que durante 80 años ha acogido al Senado de la República, en esta casona de Xicoténcatl, es la primera vez que venimos aquí a rendir tributo al Senado de la República. 

 

Y hemos venido… Muchas gracias, querida senadora, porque es un acto muy importante. 

 

Primero hay que ver en dónde estamos, para entender de qué se trata. 

 

Y segundo, porque nosotros venimos a escucharlos, a escucharlas, a dialogar, a entender cuáles son las necesidades, las urgencias, las preocupaciones que ustedes tienen, como Senado de la República, como Cámara de Diputados; y porque ustedes representan a la soberanía federal y popular, y eso es lo que nosotros necesitamos escuchar, cuáles son sus inquietudes, sus prioridades, de las comunidades que ustedes representan, además. 

 

Y creo que es muy importante este acto porque, yo, por supuesto, lo primero que necesito y quiero hacer con mucho afecto y cariño, es rendirle un homenaje muy especial a Ana Lilia Rivera Rivera. 

 

Muchas gracias, senadora presidenta de la Mesa Directiva del Senado, porque usted nos ha dado este espacio, nos puso a disposición este espacio que para nosotros es muy importante. Es un espacio histórico central que fortalece la relación entre las instancias aquí representadas. 

 

Y porque usted, además, me acompañó en un viaje histórico a inaugurar nuestro consulado en Brunswick. 

 

Y aquí está la cónsul, ¿dónde estás, Mariana? Allí está. 

 

Y recordarás ese evento maravilloso donde estuvimos con Ana Lilia Rivera Rivera, así es que muchísimas gracias. 

 

Quiero agradecer muy especialmente a la diputada Marcela Guerra Castillo, de verdad, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; que además, como bien lo ha dicho ella misma, realmente ha hecho mucho por el Servicio Exterior Mexicano y, bueno, por supuesto, con los colegas de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores. 

 

Pero además ella y yo hablábamos hace un ratito, somos tres mujeres, muy importante, porque hablábamos de la igualdad sustantiva y decíamos que la política exterior feminista que estamos impulsando y que debemos llevar adelante con la ayuda además del Poder Legislativo, por favor, es una agenda y me recordó una frase hermosa de María Elena Chapa Hernández, que dice: “Ni más ni menos, simplemente iguales”, punto. Eso s lo que queremos las mujeres, ni más ni menos, simplemente iguales. 

 

Entonces, eso nos convoca, eso nos inspira, porque queremos paridad. 

 

Yo ya les he dicho a los chiquillos, no queremos reemplazarlos, pero queremos sí el poder, eso sí; no, bueno, eso ni hablar. 

 

Y nos lo queremos ganar, eh, tampoco es que, no, no, nos lo tenemos que ganar con profesionalismo, con capacidad. 

 

Y por eso quiero decirles que hoy aquí el cuerpo diplomático de México son realmente como ustedes han dicho, los rostros, los emisarios y las emisarias del interés de la República, más allá de nuestras fronteras, y eso es lo que hoy cada una y cada uno de nosotros venimos a asumir un encargo a la ratificación que es potestad de esta Cámara y fue ante la propuesta del Jefe del Ejecutivo que la decisión y el voto razonado de ustedes, la condición habilitante que nos hizo posible asumir la enorme responsabilidad de todos nosotros, de representar a México, con un procedimiento que subraya las responsabilidades compartidas entre los poderes del Estado. 

 

Y por eso para mí es tan grato que una de sus filas, se una a nuestro Cuerpo Diplomático, como es Héctor Vasconcelos.  

 

Y hoy estamos honrando una tradición que inauguró el canciller Fernando Solana e iniciamos este año por trigésima quinta ocasión, se ha reunido este grupo 35 veces, ¿verdad?  

 

Y yo quiero decir que esta semana se trata justamente de abordar los desafíos, de abordar las prioridades y de ver, por cierto, cuáles son las perspectivas que vemos hacia adelante, no sólo en los ocho meses y 20 días que nos queda de esta administración sino, como les digo al Servicio Exterior Mexicano, que debemos dejar además lo que podamos para las siguientes administraciones, ya sea del Ejecutivo, del Legislativo, y poder compartir las lecciones aprendidas en este periodo que nos ha tocado servir a la nación. 

 

Y la verdad es que somos todas y todos representantes del Estado y la política exterior mexicana; y yo me siento muy honrada, porque además estoy justamente, le estoy dando la espalda a don Belisario Domínguez, y eso la verdad para mí es un ejemplo enorme, Belisario Domínguez. 

 

Yo llevo grabado con orgullo el testimonio emocionante de su sacrificio, esa es la verdad, porque la dignidad de la República tiene un punto de apoyo fundamental en su gesto de coherencia, porque en horas oscuras la voz de Belisario Domínguez fue una luz que instó a la comunidad internacional a no reconocer al usurpador Huerta, número uno, como líder legítimo de México.  

 

Acusó a la dictadura, denunció la falta de respeto a la Constitución y las leyes; y, ante la prepotencia de la fuerza, defendió el valor de la democracia. Lo que hoy en nuestro país y este año va a estar en juego, las elecciones más importantes, más históricas de nuestro país. 

 

Y creo que este acto valiente le costó la vida, qué duda cabe, y por eso sembró una semilla muy fecunda que nos inspira. 

 

Y si cada uno, como dijo él -él dijo-: “Si cada uno de los mexicanos hiciera lo que le corresponde, la patria estaría salvada”. Pues eso es: venimos aquí a hacer lo que a cada uno le corresponde. 

 

Y por eso creo que hoy la Secretaría de Relaciones Exteriores y todos los que hoy me acompañan aquí, tenemos una labor fundamental, indispensable, y desde luego, como lo ha subrayado el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estamos atravesando un momento de profunda transformación nacional. 

 

Yo, la verdad, me he sumado a ella con mucho orgullo porque creo en la revolución de las conciencias, porque creo en el poder de la transformación, una transformación a la cual nos tenemos que hacer cargo todos. 

 

¿Por qué? Porque estamos como en el medio, yo lo decía ayer en la inauguración de la reunión de embajadores, estamos en un momento mundial -como lo dijiste, querida senadora-, muy delicado, en un mundo que no acaba de morir y un mundo que no acaba de nacer, y que tenemos entonces que diseñarlo en conjunto, es gran ciudadano. Claro que lo hizo en cartas de la cárcel, ¿verdad?, pero no importa. 

 

Pero ese es el momento en el que estamos, una etapa de enormes cambios, ni siquiera es una época de cambios, es un cambio de época, tanto en la democracia por las 76 elecciones que habrá en el mundo entero, como lo que está pasando en nuestro propio país. 

 

Y creo entonces que nosotros, los que trabajamos en la Cancillería, seamos o no seamos del servicio exterior mexicano, yo también lo he dicho, no soy embajadora de carrera, soy embajadora a la carrera, porque solamente me quedan ocho meses y 20 días. 

 

Pero esa es una frase además que no es mía, por cierto, sino de nuestro queridísimo embajador en Chile, lo recordarán ustedes con mucho cariño también, que estuvo por cierto en el golpe de Estado, hace 50 años. 

 

Entonces, creo que es muy importante que podamos realmente fortalecer las relaciones bilaterales, las relaciones multilaterales, las relaciones regionales, y desde luego nuestra relación con los organismos internacionales. 

 

También, por supuesto, tenemos funciones de promoción económica, de atracción de inversiones, inversiones (falla de audio de origen)… de carácter sostenible, como lo han dicho mucho de ustedes y creo que hoy lo vamos a escuchar de parte de muchos de los senadores y diputados que nos van a hacer favor de intervenir. 

 

Y desde luego nuestra lucha brutal contra el crimen organizado, contra el tráfico de armas, y desde luego con la migración. La migración, que es ese fenómeno hoy que nos tiene abatidos, que nos tiene preocupados. 

 

Pero también, sin duda, tenemos que buscar la ayuda de ustedes: El Senado y la Cámara de Diputados, de todas las fracciones políticas, porque lo que queremos es cambiar la narrativa con relación a una de las elecciones más complejas, que es la de Estados Unidos, que coincide cada 12 años con la elección de México. 

 

Y hay que cambiar la narrativa, porque no podemos tolerar ni desde el Poder Ejecutivo, ni del Legislativo, ni del Judicial, el tratamiento que se le da a los mexicanos y mexicanas en el exterior, y en especial en Estados Unidos. 

 

Y por eso tenemos un gran compromiso, porque tenemos una población de 131 millones de personas en México, de las cuales 37.7 millones viven en Estados Unidos, ya sea de primera, de segunda, de tercera generación. 

 

Y por supuesto tenemos muchos más que viven en otros países, en otros contextos geográficos. 

 

Pero me refiero a este en particular, porque este servicio exterior, esta política exterior que representamos nosotros, tenemos que hacer un cambio, un cambio profundo, un cambio para demostrar que los mexicanos y las mexicanas somos realmente un pueblo valioso, que contribuye fuertemente a las economías del mundo. 

 

Y que esta región se ha convertido en una de las regiones más potentes desde el punto de vista económico, social, y que realmente es una región de paz, porque esa es la verdad. Después de mirar los conflictos que hay por todo el mundo, esta es una gran región de paz 

 

Así es que quiero saludar, por cierto, a todos los que nos acompañan el día de hoy. Muchísimas gracias. Realmente sé que vamos a tener enseguida una discusión muy importante. 

 

Quiero saludar a Nancy de la Sierra, a Patricia Mercado, a Raúl Bolaños-Cacho, a Geovanna Bañuelos, a Miguel Ángel Mancera. Quiero saludar a Germán Martínez Cázares, al diputado Ignacio Mier Velazco, a Mariana Gómez del Campo, a Carlos Puente Salas, a Benjamín Robles, a Jorge Álvarez Máynez, y de verdad agradecerles muy especialmente por estar el día de hoy aquí. 

 

Estamos aquí para oírlos, estamos aquí para escucharlos, estamos aquí para aprender. 

 

Y esto es una muestra para nosotros, creo yo, de, yo diría, de cómo tenemos que relacionarnos con el Parlamento. Necesitamos su ayuda para relacionarnos también con el Poder Legislativo de otros países, como lo hicimos con la Unión Europea recientemente, pero también con Estados Unidos, pero también con Canadá, pero también con Asia-Pacífico, que también se hizo recientemente. 

 

Entonces, necesitamos su ayuda. ¿Para qué? Para transmitir un mensaje potente de que México es fuerte y que los mexicanos y las mexicanas queremos un trato justo. Eso es lo que queremos. 

 

Y en esta lucha; en esta lucha, quiero decir que ustedes en las cámaras han logrado paridad. Nosotros en la Cancillería todavía no; nos falta mucho, y esto es lo que vamos a trabajar en estos ocho meses y ojalá sigamos adelante, sigan adelante los que me sucedan. 

 

Requerimos eso, porque además una de las mentoras más lúcidas del feminismo latinoamericano, Julieta Kirkwood, decía: “yo suscribo: las mujeres al reconocer y reclamar sus derechos, reclaman desde la igualdad y desde la democracia”. 

 

Así es de que simplemente quiero decirles que nos honra mucho estar aquí, nos complace mucho estar aquí. 

 

Y, de verdad, quiero decirles y quiero cerrar con nuestro muy querido Alfonso Reyes, que decía: “Lo que hemos hecho de la Patria, de ella y para ella los mexicanos del pasado y del presente, constituye justamente nuestra Patria. 

 

“En momentos críticos es preciso servirla, con actos heroicos, para salvaguardar su integridad, para preservar la práctica de principios fundamentales, libertad, justicia, democracia, derecho. 

 

“Pero, en situaciones normales, la engrandecemos mejorándonos cada uno, sirviendo a la sociedad de que formamos parte y haciendo lo mejor posible la tarea que cada uno hemos elegido. 

 

“La Patria es el campo natural donde ejercemos todos nuestros actos morales en bien de la sociedad y de la especie. 

 

“Y sea dicho que: quien ignora la historia Patria, es extranjero en su tierra. 

 

“Puede añadirse que quien ignora el deber patrio, es extranjero en la humanidad”. 

 

Muchas gracias.