Versión estenográfica del mensaje de bienvenida de la senadora Citlalli Hernández Mora, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, en la Exposición Fotográfica “CDHCM: 30 años defendiendo tus derechos”. 

Gracias. Buen día, todavía, a todas, a todos. Gracias por darse cita en esta inauguración de exposición; saludo a todas, todas somos mujeres. 

A todas nuestras compañeras que están en el presídium, no quisiera volver a mencionarlas a todas, pero saben que les tengo muchísimo aprecio, muchísimo cariño, y muchas gracias no sólo por estar aquí; sino por la labor diaria, cotidiana antes y después de sus cargos, que realizan desde sus trincheras a favor de los derechos humanos. 

Mención especial a nuestra presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México; que ahora nos estábamos acordando que cuando yo fui diputada local de la Ciudad de México, probablemente fue de las últimas decisiones que tomamos en la última Asamblea Legislativa, el nombramiento de Nashieli, que era la gran batalla entre quienes querían mantener una Comisión un poco al margen de las decisiones reales que necesitaba esta Ciudad en términos de derechos humanos; y quienes, fundamentalmente organizaciones sociales o sociedad civil, impulsaban a Nashieli. 

Y yo recuerdo que había quienes decían: lo ideal sería tener a Nashieli, pero lo menos peor es esto y ojalá logremos lo menos peor. Y afortunadamente no logramos lo menos peor: logramos el mejor nombramiento posible en ese entonces. 

Y sin duda, es un gusto saber que esta Ciudad tiene los ojos de ella y de muchos otros compañeros, compañeras, personas que observan con un enfoque de derechos humanos lo que acontece en esta Ciudad. 

Creemos que es importante, pareciera de repente en pleno siglo 21 en 2023, que hablar de derechos humanos es hablar de algo que ya está garantizado, de algo inamovible. Pero la realidad es que viendo las dinámicas en el mundo, los derechos humanos, su lucha, su defensa, su promoción; nunca han estado tan vigentes como ahora, es decir, hay nuevas olas antiderechos que intentan meterse incluso en las decisiones políticas que, más allá de las ideologías que convergen en cualquier democracia, justamente la visión de derechos humanos nos plantea un eje del cual no deberíamos de movernos, una garantía que estamos obligadas y obligados todos a garantizar como parte del Estado mexicano, como autoridades. 

Y es extraño, por no decir alerta y peligroso, que en distintas partes del mundo se cuestione incluso ya algunos derechos desde las fuerzas políticas, desde los congresos. Y por eso, desde este Senado de la República y en presencia de todas las aquí presentes que, desde distintas áreas, desde distintos espacios, incluso desde distintas fuerzas políticas, somos fieles creyentes de que los derechos humanos tienen que seguir fortaleciéndose, promoviéndose y defendiéndose; no está de más en estos tiempos inaugurar esta exposición de lo que han significado 30 años de una Comisión de Derechos Humanos que ha ocupado un papel interesante en la Ciudad de México. 

Yo creo que la Ciudad de México es el mayor espacio de derechos y de libertades en todo el país; y me parece que tenemos que seguir defendiendo y promoviendo los derechos para todas las personas, en todos los espacios, sin distinción de origen, de color de piel, de situación social, económica, orientación sexual. 

Y de verdad es que parece poco -y con esto ya termino-, pero sí frente a las nuevas olas neofascistas que se están dando en el mundo, vale la pena que todas las personas que creemos en los derechos humanos y en la democracia, sigamos haciéndolo desde nuestras trincheras, una causa por la cual hay que defender, hay que luchar y hay que seguir promoviéndolo en todos los espacios. 

No es sólo simbólico, no sólo es conmemorativo esta inauguración, pues también es un llamado a seguir promoviendo, defendiendo y garantizando cada día más los derechos para todas las personas. 

Me quito la cachucha de senadora y hablo como militante de un partido. Yo creo que una ciudad como esta, con derechos y libertades, tiene que ser un ejemplo.  

Hay una gran discusión pública en distintas áreas, cuando hablamos de los derechos de la diversidad sexual; cuando hablamos de los derechos de las mujeres; cuando hablamos de los derechos de las personas indígenas, de las personas afrodescendientes; y de verdad que es sorprendente y preocupante ver algunos sectores que les molesta que mencionemos la diversidad que existe en nuestra humanidad. 

Me parece que toca defenderlo y permítanme esta frase, que pudiera molestarle a algunos de nuestros opositores; yo digo que cuando nuestros adversarios dicen que queremos convertir a México en Venezuela, no es cierto: queremos convertir a México en la Ciudad de México, en un espacio de derechos y de libertades. 

Muchas gracias y enhorabuena a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad.