Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la Sesión Ordinaria de este día. 

 

Ciudadanos senadores, senadoras, sé que ha sido una jornada prolongada, extensa, agotadora y muy polarizada. 

 

Cuando en 1824 se debatía sobre la instalación del Senado mexicano, se pensó en el sistema bicameral porque esta Cámara serviría como una Cámara de ponderación, una Cámara de sensatez, una Cámara que pudiera cubrir y modificar o atemperar los excesos de la otra Cámara. 

 

Siempre el Senado ha tenido un debate mucho más de nivel. No lo merecen los ciudadanos ni las ciudadanas bajarle al insulto, degradar el debate y centrarlo en diatriba, en encono, en odio, en acusaciones infundadas y generalizadas; no lo merece este Senado. 

 

He sido tres ocasiones senador de la República, no me espanta ninguna expresión alterada ni ninguna actitud desenfrenada; lo que me preocupa es que se convierta en una norma general de conducta y que todos perdamos el respeto entre nosotros.  

 

No me parece correcto, me siento triste, me entristece. De verdad me siento muy mal, porque escuché expresiones que no son propias de un Senado de la República. 

 

Pero hoy voy a tocar un tema que es importante. Es un tema que afecta a la industria siderúrgica mexicana.  

 

Hace unos días 13 senadores de Estados Unidos le plantearon a la Secretaria de Comercio y a la de Asuntos Comerciales de aquel país que pudiera revisar de México sus importaciones de acero y que pudiera aplicar una norma que es la 2032 de contribuciones en acero y aluminio. 

 

Esta 2032 que firmaron México y Estados Unidos, tiene que ver con la importación del acero y Estados Unidos, estos 13 senadores alegan que México está excediendo sus volúmenes históricos comerciales, en razón de este acuerdo. Sin embargo, nosotros sostenemos que debe de aplicarse el T-MEC, y el T-MEC no tiene esa interpretación. 

 

Es importante decirlo, porque este grupo de senadores está planteando consultas para que a México se le someta y que, una vez demostrado que ha tenido volúmenes de importación de acero superiores, les aplique aranceles o una compensación de cuotas por parte de Estados Unidos a México. 

 

Si así sucediera, tendríamos un problema severo, muy grave, porque, en caso de ser atendida esta solicitud de los congresistas estadounidenses, la reimposición de la medida 232 podría tener catastróficos resultados sobre el desempeño de la industria nacional y la sustentabilidad de las cadenas productivas; así como afectación a la producción, al empleo, a la inversión en México. 

 

Por su parte, México podría aplicar aranceles que impactarían en las importaciones estadounidenses y repercutirían negativamente en la cadena regional de valor. 

 

Acciones que estarían y actuarían en detrimento de los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Líderes del Norte, celebrada apenas hace unos meses en la Ciudad de México, más bien un mes en el 2023. 

 

Por esa razón es que planteo el asunto como de obvia y urgente resolución. 

 

¿Qué es lo que planteo en este punto de acuerdo?  

 

Uno. Que el Senado de la República exhorte respetuosamente a la Secretaría de Economía a analizar los flujos de comercio siderúrgico de los últimos diez años con Estados Unidos de América, a fin de determinar cuál ha sido la balanza del intercambio comercial, cuál ha sido el superávit acumulado en estos años y qué beneficios ha generado para cada país. 

 

Y, como segundo punto, es que el Senado de la República exhorta respetuosamente a la Secretaría de Economía a identificar en qué productos se concentran las exportaciones de Estados Unidos de América del Norte y del comercio siderúrgico; y cuál es la capacidad de producción de sus productos en el país, con la finalidad de identificar en cuáles de ellos le conviene a México considerar la aplicación de medidas de retaliación en caso de que Estados Unidos de América decida imponer aranceles a otras medidas proteccionistas injustificadas a los productos de acero mexicano, como aquellas medidas de la sección 232, entre otros. 

 

Y, tercero. Que el Senado de la República exhorta al Senado de Estados Unidos, al Gobierno de Estados Unidos de América a eliminar para el caso de México la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962; toda vez que resulta contrario a los acuerdos alcanzados y consagrados en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, aunado al hecho de que México no cuenta con una medida arancelaria similar, por lo que se estaría en condiciones comerciales de desigualdad. 

 

Es un tema delicado, en el que México necesita la unidad de su Congreso.  

 

Si a nosotros nos ven unidos como Senado mexicano, el Congreso de Estados Unidos y el Gobierno de Estados Unidos verá que la unidad puede enfrentar los efectos perniciosos de aplicar esta medida contra el acero mexicano. 

 

Eso es, Presidente, lo que quería plantear. 

 

Me alegra que estemos aquí todavía, porque era un asunto qu se planteó desde el día de ayer y que me parece que son de los temas pertinentes que a todos nos une.  

 

Lejos del contraste de la polarización, hay que buscar lo que nos una y lo que pueda resultar en beneficio para México. 

 

Enhorabuena. Muchas gracias, Presidente.