Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en la inauguración de la Exposición Fotográfica “70 Años de Relaciones Diplomáticas entre México e Israel”.
Muchas gracias Alisa.
Estimado embajador, Tal.
Embajador, nos da mucho gusto por segunda ocasión en este mes que esté aquí, porque las relaciones entre México e Israel tienen que seguirse presentando con fuerza.
Recorrer la historia en fotografías es una forma de volver, de voltear al presente.
Esta muestra fotográfica es revivir 70 años de relaciones entre México e Israel. Vuelve a traer la primera firma o la firma del primer convenio intercultural en nuestros países, con la presencia de los cancilleres Golda Meir y Manuel Tello.
La construcción del Edificio México en la Universidad Tel Aviv; la presencia de la selección de fútbol soccer de Israel en la Copa Mundial en México; la despedida de Rosario Castellanos antes de viajar a Israel, para asumir sus funciones como embajadora; la reunión entre el presidente De la Madrid y el presidente Shamir; la noticia de que México sería el primer país de América Latina en firmar un Tratado de Libre Comercio con Israel y la firma del mismo por el presidente Zedillo y el presidente Ezer Weizman; el equipo de arqueólogos mexicanos trabajando en las excavaciones de Magdala en Israel.
La disposición también nos recuerda la presencia de Israel en las ferias internacionales del libro de Guadalajara, y los intercambios culturales permanentes, así como la labor de los resultados Israel, que apoyaron a la Ciudad de México luego del temblor del 2017; labor de la que fui testigo como Jefe Delegacional de Cuauhtémoc.
Son viñetas éstas, de siete décadas de relaciones diplomáticas que muestran nuestra amistad, nuestro intercambio.
Es un honor poder visibilizarlas hoy en este recinto, el Senado de la República.
Estos intercambios se han dado en el contexto de la cooperación, del diálogo, del entendimiento mutuo, lo que nos ha permitido fortalecer y ampliar las relaciones económicas, políticas, culturales entre ambos países.
Quiero pensar ahora en nuestra relación hacia adelante, porque yo tengo una visión para México en la que los grandes activos que Israel ha logrado construir, son activos que México requiere.
Mi visión ubica la ciencia y la innovación como herramientas claves para asegurar que México será parte del futuro tecnológico global y de las economías que se fundamentarán en el conocimiento y la creatividad.
En sus 75 años de existencia, el Estado de Israel ha sido un gran innovador en materia de ciencia y tecnología. Desde su manejo del agua para hacer florecer el desierto, hasta la creación de centros para el desarrollo tecnológico e industrial, integrado por universidades y empresas, que ha resultado en una explosión de empresas innovadoras.
Éstas son todas experiencias que México puede aprovechar.
Visualizar un futuro cercano en el que podamos tener un acceso pleno a los avances de Israel que nos permitan tecnificar el campo mexicano.
Nuestro campo tiene un potencial extraordinario y, sin embargo, contra toda lógica, el campo sigue sin contar con las herramientas necesarias.
Visualizo un futuro cercano en el que podemos reproducir los medios que ha desarrollado Israel para promover la innovación desde las escuelas primarias hasta la preparación de emprendedores.
Necesitamos crear esquemas de educación continua que preparen a las personas en todas las etapas de la vida.
Necesitamos facilitar las herramientas tecnológicas que permitan a las personas acceder a mejores empleos y ser partícipes en el progreso del país.
Es importante resaltar que, tanto México como Israel, son países integrados con gran diversidad de personas y también culturas, y que esa diversidad es parte intrínseca de nuestra riqueza.
Esta enorme pluralidad también mandata la necesidad de inclusión; que la totalidad de los ciudadanos se sientan incluidos en las oportunidades que el país va desarrollando; que ningún tipo, que ningún individuo, que ningún grupo se pueda sentir fuera.
Ésta es un área en el que ambos países podemos intercambiar experiencias, retos y logros.
En el futuro cercano visualizo una robusta alianza con la industria de Israel, con el sector privado como generador de progreso y empleo.
Es importante que los empresarios e inversionistas de Israel aquilaten la fuerza que México tiene; la fuerza de México como puerta de entrada al gran mercado de América del Norte y, para lograrlo, entendemos la importancia de brindar certeza jurídica, seguridad para atraer nuevas inversiones.
Israel también ha logrado grandes avances en materia de salud.
Personalmente, visualizo un México en el que todos y todas tengamos acceso a un servicio de salud universal gratuito y de calidad.
El Estado de Israel tiene un sistema de binestar social del que muchos podemos aprender, pues un país con justicia social es un país capaz de ofrecer a su gente un piso parejo en la vida.
Hago votos, entonces, señor Embajador, señoras y señores de la comunidad judía, para que en estos primeros 70 años de estrecha relación bilateral, pasemos a niveles de cooperación más elevados, que se traduzcan en nuevas herramientas para enfrentar retos, magnificar oportunidades y seguir acercando a nuestros pueblos.
Saludo al presidente de la comunidad, bienvenido; a Marco, a todos los amigos que hoy nos visitan.
También a los senadores que se han dado cita en esta exposición: la senadora Minerva, el senador Eduardo Ramírez y el senador Adolfo. Bienvenidos todos y nos complace de nueva cuenta ser sus anfitriones aquí en este recinto para nosotros, el más importante de nuestra vida: el Senado Mexicano.
Bienvenidos.