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Versión estenográfica del mensaje del senador Rafael Espino de la Peña, presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República, en el foro “Hacia un Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares”. 

  

Antes que nada, mi agradecimiento al doctor Martín Gerardo Aguilar Sánchez, rector de esta Universidad Veracruzana, por recibirnos aquí en la realización de este foro. 

 

Saludo también a las personas que me acompañan en el presídium.  

 

A la doctora Claudia Beatriz Enríquez Hernández, secretaria académica de la Universidad Veracruzana. 

 

A la maestra Susana Tiburcio Galicia, síndica única del Ayuntamiento de Boca del Río. 

 

Por supuesto, a mi compañera, la senadora Indira de Jesús Rosales por su hospitalidad y por haber hecho una realidad la celebración de este Foro en esta bella ciudad. 

 

A los diputados federales y locales aquí presentes y a todos los asistentes. 

 

Tenemos la seguridad de que estas mesas de diálogo en las que participarán especialistas, miembros del gremio de la abogacía, de la Academia y de las Organizaciones de la Sociedad Civil, nos van a permitir detectar puntos clave para la construcción de este instrumento jurídico, que es el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, que se refiere a la justicia cotidiana, la justicia que es la más cercana a la gente, porque tiene que ver con todos los conflictos habituales, con los que surgen en el día a día todos los días del año.  

 

Así lo reconoce el Centro Nacional de Impartición de Justicia Estatal 2021 del INEGI, que reporta que en el 2020, de poco más de un millón 500 mil asuntos que ingresaron a los órganos judiciales, casi 39 por ciento fueron en materia familiar y 25 por ciento en materia civil. Es decir, estamos hablando de la mayoría de los asuntos en donde hay controversia a los que nos enfrentamos y que requieren de una resolución rápida, pronta, expedita y cercana a la gente.  

 

La justicia debe ser universal e incluyente, accesible a todas las personas. Es clave para potenciar otros derechos; es protectora, reivindicadora y reparadora de derechos. Es promotora del desarrollo y de entornos de paz. Asegura el Estado de derecho y el cumplimiento de la ley, y es un instrumento de combate a la corrupción y a la impunidad.  

 

Lo que queremos con esta iniciativa, es solventar varias problemáticas que han sido recurrentes en nuestro sistema de justicia; sobre todo la saturación que existe en todos los tribunales de las 32 entidades federativas, el gran rezago de casos que tenemos y que desafortunadamente impide que la gente sienta confianza en los tribunales.  

 

Los procedimientos jurídicos son complejos de entender, ya lo mencionaba mi compañera senadora, para la ciudadanía, propician la exclusión y aumentan los costos para quien intenta acudir a los tribunales. 

 

La gente tiene poca confianza en sus instituciones de justicia y no encuentra incentivos para acudir a ellas, cuando en muchos casos o en la gran mayoría de los casos los resultados no son los esperados. 

 

A través de este Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, queremos superar estas dificultades; unificar y armonizar en un solo instrumento que sea de observancia general en toda la República, los criterios y los procedimientos en estas dos materias: la civil y la familiar; para que todas las personas, sin importar donde se encuentren, tengan la misma experiencia de justicia.  

 

Queremos simplificarlos y vamos a priorizar la oralidad, sacar las ventajas y lo que hemos aprendido de la instrumentación de los juicios orales en otra materia, específicamente en la materia penal; lo que nos va a permitir a todos también tener un ahorro significativo de recursos. 

 

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo analizó el impacto de los juicios orales en otro país, en Ecuador, y mostró que se redujo significativamente la duración promedio de los procesos en 45 días. 

 

Es decir, la oralidad funciona y la vamos a implementar en muchos de los procedimientos civiles y familiares. 

 

Queremos impulsar, también, medios alternativos de solución de conflictos, también para disminuir costos y agilizar los procesos, porque estos mecanismos de medios alternativos para resolver los problemas, nos van a permitir tener resoluciones más rápidas y fáciles de ejecutar. 

 

Estas formas de resolución de conflictos ayudan mucho porque nos permite, como ya lo he señalado, en las materias convencionales, como es la materia civil, como es la materia familia, muchos de los casos que se pueden evitar que lleguen a los tribunales, que se establezcan y se resuelvan. 

 

Se trata de aprovechar, también, nuevas tecnologías con el fin de mejorar los mecanismos de acceso a la justicia y dar lugar también, esto no hay que hacerlo menos, a impactos económicos positivos, sin perder de vista que desafortunadamente no toda la población tiene acceso a estas nuevas tecnologías digitales. Habrá que tomar en cuenta eso para que esta justicia sea incluyente y para que todo mundo pueda acudir a un tribunal. 

 

Por eso debemos hablar de cómo homologar los procedimientos en materia civil y familiar. Abordaremos lo relativo a la nulidad de los juicios concluidos y a los esquemas, también, de cooperación procesal internacional. 

 

Es muy importante escuchar todas las reflexiones sobre todos estos tópicos y de diversas materias, como puede ser, por poner algunos ejemplos, la regulación del divorcio, el depósito judicial, el tema de la intervención notarial en todos estos procesos, las acciones colectivas, los medios alternativos que ya mencioné y resolución de controversias. Sólo por citar algunos ejemplos. 

 

Decía el Libertador de América, Simón Bolívar, que: “la justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad”. Es una herramienta, la más poderosa, que tenemos para protegernos todos. 

 

Desde el Poder Legislativo, diputados, y digo diputados porque es la Cámara colegisladora del Senado, a la que nosotros pertenecemos, y senadores, queremos, es nuestra obligación, tratar de mejorar la vida de todos los mexicanos garantizando sus derechos, sin distinción, impulsando leyes con espíritu de integración social. 

 

Estos foros, la experiencia previa que ya tuvimos en los tres anteriores que se han celebrado, han sido muy enriquecedores porque hemos oído las propuestas de expertos en estos temas, sus sugerencias. 

 

Yo les quiero decir que está abierto un portal en la Comisión de Justicia, un micrositio, en el que cualquiera de ustedes puede acceder y mandar sus propuestas. 

 

Y tengan toda la seguridad y la convicción de que técnicamente se van a analizar, se van a consensar, se van a tomar en cuenta las particularidades de cada entidad federativa para tratarlas de amalgamar, en homogeneizar en un cuerpo normativo único, que sea útil a la gente, que le permita resolver sus problemas y que nos permita a todos, como Estado, ahorrar recursos. 

 

Y es una cuestión muy importante porque independientemente de todo nuestro trabajo, aquí debemos de ser muy técnicos, muy cuidadosos y tener, como el interés superior, el interés de la gente. 

 

Desde luego, agradezco la oportunidad, la celebración de este foro, en esta Ciudad tan bonita, tan importante, y esperemos recibir muchas propuestas de los colectivos, de la Academia y de todos ustedes en nuestro micrositio para poder consensarla y llegar con un instrumento jurídico, eficaz y útil. 

 

Muchas gracias por su atención.