Versión estenográfica de la conferencia de prensa del presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña.
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: La Corte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación está en receso, lleva rato en receso de la legalidad, de la integridad, de la imparcialidad y de la justicia.
Hoy, perdieron, perdieron; no lograron la mayoría calificada que se requiere de ocho ministras y ministros, para echar atrás una Constitución vigente, que además no tienen facultades para echar atrás.
En ningún artículo de la Constitución, no me voy a cansar de repetirlo, en ningún artículo de la Constitución le da derecho al Poder Judicial, y menos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para determinar qué artículo les gusta, qué articulo no les gusta, tachar, romper, quitar, borrar; no tienen esa facultad.
Y, sin embargo, nos lo pueden creer o no, pero, para evitar una crisis mayor, nosotros teníamos ya un camino ante la eventualidad de que la Corte lograra los ocho votos.
Dicho de otra manera, a pesar del grave precedente que implicaría que el Poder Judicial se erija en supremo poder conservador por encima de los tres poderes de la república y del soberano, que es el pueblo, nosotros no íbamos a actuar con la irresponsabilidad que ellos han actuado. Lo pueden creer o no, pero esa era nuestra convicción y nuestra determinación.
Pero perdieron, y ahora perdidos quieren decir que con seis votos tienen suficientes para echar atrás una Constitución.
No tienen facultades ni para echarla atrás con 11, pero para decisiones trascendentalísimas se les exige ocho votos. Y ellos, planteando el cambio que va a haber a nueve ministros, dicen: Seis es mayoría calificada.
No, son el colmo de la desvergüenza. Eso no se los vamos a tolerar.
O sea, ya que digan que con seis tienen mayoría calificada, nosotros cómo se nos fue encima la opinión pública, porque yo decía que con 85 votos teníamos mayoría calificada, y decían que no, que con 86.
Yo les pido que hagan la operación de cuántos es dos tercios de 11, es arriba de siete; entonces, por lo tanto, son ocho.
Como lo han insistido todo mundo cuando discutimos la mayoría calificada en la Cámara de Senadores, que, si no da, el número se queda corto, te vas al siguiente, que es ocho; pero además así lo dice la Constitución, así lo dicen las leyes reglamentarias, así lo dice la ley electoral cuando tienen que ver decisiones en este sentido, ocho.
O, en su defecto, pretenden irse a salas donde con seis votos pueden resolver. Imagínense que ya era un escándalo que ocho personajes quisieran echar atrás el marco constitucional, pero que lo quieran hacer seis, mayoría simple de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya es el colmo de la provocación y la desmesura, de la desvergüenza.
Esa Corte ya es una cosa fuerte. Esa Suprema Corte de Justicia de la Nación debe irse, debe irse; está haciendo un mal a la nación.
Quien está destruyendo todo, son ellos; quienes están en rebeldía contra el marco constitucional, son ellos; los que están en rebeldía contra el derecho, contra la razón, contra sus propias tesis.
Bueno, dice la ministra Norma Piña, lo leí aquí: “Sino en un acto de congruencia y respeto al texto constitucional que hoy nos rige”, repito, “Sino en un acto de congruencia y respeto al texto constitucional que hoy nos rige”, presenta su renuncia.
Y, esta misma ministra pretende ahora con seis echar atrás el marco constitucional, o pretende irse a salas para revisar amparos, cuando la Ley de Amparo dice en su artículo 61, Fracción I, que no procede el amparo contra una reforma constitucional, mucho menos contra una Constitución en funciones.
Pero, peor todavía, está ya la Constitución incorporada a la impugnabilidad, y ese artículo lo llevamos a la Constitución, y pretenden no respetarlo.
Prácticamente todos reconocen que ya está en la Constitución, esto ahora lo quiero comentar, dice Ortiz Mena: “Haber sido fiel a los principios constitucionales que guían esta labor, hasta el final seguiré las reglas vigentes”.
Y, entonces, ¿por qué quiere pasarse la exigencia de mayoría calificada de ocho por “salva sea la parte”?
Dice Margarita Ríos Farjat: “Hacer guardar la Constitución a lo que me he entregado devotamente”. ¡Uy!, qué bueno que es devotamente, imaginemos que no lo hiciera así.
O sea, se revelan contra el marco constitucional, pierden y no reconocen; pierden y no reconocen.
A ver, si nosotros, hubieran logrado los ocho votos y dijéramos no vamos a acatar nos estarían cocinando vivos.
Y la Corte tranquilamente puede decir “perdimos”. “Pues fíjense que no, que ahora vamos por seis”. Y si luego alguien de los seis dice “no, ya parece demasiado, eso yo ya no lo acompaño, es el colmo del desparpajo”, entonces van a decir que tiene voto de calidad Norma Piña. Y si Norma Piña se queda sola, va a decir que la Constitución es ella. Qué nivel de desvarío y qué nivel de irresponsabilidad.
Aquí dice que se equivocó González Alcántara Carrancá, no es su proyecto, sino en pensar que se podía estar por encima de las pasiones.
Y dice que un juez debe actuar con imparcialidad, mesura, mirando únicamente a la Constitución, a los hechos del caso y no a los clamores de las mayorías.
Pues yo no le pido que respete los clamores de las mayorías, yo le pido que respete la Constitución, y que respete la exigencia de mayoría calificada.
Y aquí es donde confiesa su facciosidad y su renuncia. Dice: Identificar el tremendo error que ello implica -el cambio que hicimos a la Constitución de que se elijan a las personas juzgadoras-, corregir el camino antes de que sea demasiado tarde, antes de que hayamos derrumbado en un suspiro lo que generaciones se esforzaron décadas en construir.
Pero él no reconoce que ese Poder Judicial está corrompido, él no reconoce que ya está destruido, él no se ve en el espejo el día de hoy, en esta decisión grotesca que buscaron tirar la Constitución y no pudieron.
Y larga vida, muy larga vida Alberto Pérez Dayán, que estando en ese grupo de ocho, hoy les dijo: “Oigan, no puedo acompañarlos en eso. Yo no tengo atribuciones en el marco constitucional. Yo no puedo tomar una decisión”.
Inclusive deja muy en claro que no está de acuerdo con el cambio constitucional que nosotros hicimos. Creo que dice que no va a responder a una desmesura con otra desmesura, o algo así.
O sea, no, no está defendiendo lo que nosotros estamos convencidos que es lo mejor para la patria.
Él dice: “Yo no comparto, pero yo no tengo facultades. Están mis sentencias y están las de ustedes que hoy ustedes olvidan”.
Se necesita mucho valor para tomar una decisión como la que tomó hoy Pérez Dayán, mucho valor.
Su integridad y más está en riesgo porque están en una actitud fascista, perversa, golpista, y no se los vamos a tolerar.
O sea, que se enteren esos siete ministros, particularmente la presidenta de la Corte, Norma Piña, que se entere: En México manda el pueblo de México y nadie más.
Y el marco constitucional vigente es nuestro marco y nuestra guía, y ni ella ni un puñado tienen ningún derecho a destruirlo.
Van a hacer una revolución, sí, y si logran el respaldo del soberano pueden cambiar todo, y decidir que el Poder Judicial sea el supremo poder conservador de la patria.
Pues que nos lo ganen por las armas o por la vía electoral, pero no con, ¿cómo le dicen ellos?, con caminos leguleyos.
Es que los integrantes de la Corte, estos siete personajes están convertidos en tinterillos. Ni a abogados llegan.
Les vuelvo a decir: ¿Dónde estudiaron derecho? Es gravísimo el nivel de su irresponsabilidad, gravísimo.
Perdieron, reitero, perdieron, perdieron; volvieron a perder, perdieron el 2 de junio, perdieron cuando apostaron a que no íbamos a lograr la mayoría calificada, perdieron cuando actuaron con arrogancia, perdieron cuando no llevaron a cabo la reforma moderada que había encabezado el entonces presidente de la Corte, Zaldívar.
Y hoy pierden en su propia cancha no alcanzando los votos necesarios, y ahora quieren decir que si ocho no, seis.
No, a ver, que quede claro, eso no lo vamos a tolerar, de ninguna manera, de ninguna manera.
Están en receso ahora para actuar de manera facciosa y querer echar atrás la Constitución con seis personas, porque no pudieron con lo que les marca la propia Constitución, que son ocho, sin tener las atribuciones y facultades para ello.
Entonces, reitero, de verdad, nuestro reconocimiento a Pérez Dayán, a nuestras tres compañeras Loretta Ortiz, Yasmín Esquivel, Lenia Batres, pero ellas se han fajado del lado del pueblo.
Pérez Dayán ha tomado una decisión de conciencia, dificilísima para él en el entorno de linchamiento, de violencia, de arrogancia que la Corte y ese sector endurecido de la derecha tiene.
Se van a elegir a las personas juzgadoras el próximo año, no lo pueden evitar.
Pero yo, a mí, si me preguntan, me parece que el paso que pretende dar la Corte, los pone francamente en la ilegalidad.
Sin ninguna discusión, me parece, los pone francamente en la ilegalidad; los pone francamente en las puertas de, pues eso, para no ir más lejos, de la ilegalidad.
Y no es una cosa menor decir que, termino con eso, que están en las puertas de la ilegalidad, siendo que son los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, incluida su presidenta.
Que se jactan de decir lo preparados que están en el derecho, las décadas de trayectoria jurídica, judicial, para acabar tomando decisiones políticas, que ya ni siquiera pueden disfrazar de jurídicas porque se les acabó el ropaje jurídico.
Hoy, las ministras y ministros de la Corte, los siete que votaron a favor, están desnudos, son los reyes desnudos.
Ante la patria están demostrando, si me lo permiten, el símil que debajo de sus ropajes estaban corrompidos por la lepra de la facciosidad de la corrupción, y hoy ya hasta en el rostro se les ve; no les queda un milímetro de su cuerpo, políticamente hablando, donde no se vea el tamaño de su irresponsabilidad.
Entonces, reitero mi reconocimiento a Pérez Dayán con su sólida y valiente decisión, mi reconocimiento a nuestras tres compañeras y mi exigencia a la Corte que pare ya, que pare ya en su actitud golpista, golpista, no se puede denominar de otra manera.
Porque el pueblo nos respalda, el pueblo nos respalda y nos seguirá respaldando. Ellos están en la derrota más absoluta y, en vez de serenarse y decir: “Bueno, lo intentamos hasta el final”, quieren llevar las cosas a un extremo verdaderamente de lo absurdo.
Pues eso es lo que les quería comentar.
PREGUNTA: Buenas tardes, senador.
Si bien ellos por allí se están agarrando a un resquicio que encontraron en la Constitución, pues es obvio que lo van a querer hacer valer.
Y si la Presidenta y el Senado no lo acata, el Congreso, van a insistir en que ustedes están creando una crisis constitucional.
¿Qué procede ante eso?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: No. A ver, pero, Andrea, no hay ningún resquicio constitucional. Dos tercios de 11 son 8. O sea, no hay ningún resquicio constitucional.
PREGUNTA: Están diciendo que es para la validez; de tener la validez, ¿no?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Por eso. No hay ningún resquicio constitucional.
O sea, ellos no pueden echar atrás el marco constitucional con seis votos, mayoría simple; no, no.
A ver, ya si, de verdad, ustedes me van a venir a decir: “Otra vez la justificación de la Corte”. Ya en este nivel de deterioro tan brutal, no, ya no tengo nada qué decir yo, ¿eh?
Porque no es un resquicio, porque no es, no tienen, no han tenido nunca facultad para echar atrás el marco constitucional, no hay un solo artículo, no hay un solo resquicio, no hay una sola letra que les dé posibilidades de echar atrás el marco constitucional, y lo intentaron y perdieron.
Y que ahora me digan que hay un resquicio, porque es que con seis. No, no, no. Bueno, ya, me rindo, de verdad.
PREGUNTA: No. Yo digo la postura.
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Porque lo dije; sí, sí. Pero lo dije hace rato; es que ibas llegando, lo dije hace rato.
Es que, si después no tienen los seis y tienen cinco, van a decir que tiene voto de calidad Norma Piña, y si Norma Piña se queda sola van a decir que ella representa sola al Poder Judicial. No, no, es que el nivel en el que están ya es grotesco.
Entonces, no; nosotros en este momento, yo ya lo dije al principio si íbamos a asumir la decisión de los ocho, no, no, teníamos opción, no tenían facultades, no tenían legitimidad, era una barbaridad, era un precedente gravísimo y nosotros, ya lo puedo decir, habíamos decidido que íbamos a encontrar un camino, no vamos a ceder, pero no íbamos a ir al escenario que dijeran que desacatábamos, que estaba roto el estado de derecho. Pero perdieron, hoy perdieron.
Entonces, no nos pueden decir que ahora (Inaudible) y de todos modos podemos echar atrás la Constitución, ¡la Constitución!
Y además está la última incorporación a la Constitución que no les da derecho y que es con sus reglas, porque la ley de amparo la hicieron ellos, que dice que no procede el amparo contra una reforma constitucional. Es que perdieron.
Y a mí me parece que, si ellos dan un siguiente paso, reitero, ya se ponen en el terreno francamente de la subversión, y eso sí tiene implicaciones legales.
PREGUNTA: Que ustedes echarían a andar. ¿La echarían a andar?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: ¡No, hombre!, es gravísimo. Quien está en subversión, qué juicio político.
PREGUNTA: ¿Entonces qué procede?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Ahora sí que el espíritu de Cossío me está aquí asesorando.
¡No! Es que, de verdad. A ver, ¿hasta dónde tiene que ser? ¿Hasta que nosotros lleguemos a decir que ellos manden en el país? ¿Que esa pandilla de truhanes determine los destinos de la patria? ¿Quién les dio ese poder? O sea, ¿porque nosotros nos vamos a arrodillar? Y no lo digo con arrogancia, ¿eh? Lo digo en el sentido de la responsabilidad pública que tenemos.
O sea, ¿nosotros vamos a traicionar al pueblo porque una pandilla de abogados enloquecidos se creen por encima de la patria entera?
No, no. Ayúdenme ahora sí a la reflexión, porque lo que se está planteando es gravísimo. No, no podemos ir al siguiente escalón de como si nada estuviera pasando, ¿eh?, y de qué entonces ustedes van, no, no, no, no.
PREGUNTA: Pero, ¿qué procede, o qué acciones tomarían? ¿Qué es lo que podrían, tanto la presidenta, tanto el Ejecutivo como el Legislativo ante eso?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Nosotros vamos a hacer valer la Constitución, eso es lo que procede.
MODERADOR: Le pregunta Félix Muñiz.
PREGUNTA: Qué tal, senador. Buena tarde, y buena tarde a todos.
Preguntarte: pues está muy pesado este conflicto. Y el ministro ponente, que escuché su presentación, él dice que es una reforma apresurada la que ustedes aprobaron, y eso porque el 31 lo aprobaron y antes ya estaban interpuestos ciertos recursos y, sin embargo, no los acataron; yo no sé si desde allí viene ese indicio que ellos están buscando para echar abajo la reforma.
Y, exactamente, sabemos que en la democracia las mayorías ganan, así sea por un gol o por dos goles, no importa el número de goles, es la mayoría. Entonces, no sé si eso se pueda respetar, aunque sean seis, siete de la Corte.
Y, finalmente, mi otra pregunta sería, la vez pasada te pregunté que iban a costar creo tres mil millones de pesos las elecciones, pero ahora sale el INE que son más de 15 mil millones de pesos lo que viene a hacer este ejercicio.
Entonces, no sé…
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Yo les pediría un mínimo de respeto intelectual entre nosotros, un mínimo.
No me puede decir alguien: “es que por un voto la diferencia es…”. O sea, aquí, aquí en este lugar nos pedían 86 senadores y senadoras para mayoría calificada y no nos decían: “Oigan, no, la mayoría, un voto define, un voto más, un voto menos, así es la vida, y entonces pues ustedes hagan la reforma porque sí tienen la mayoría calificada”; nos decían: “No tienen la mayoría calificada. Tienen 85 y les falta un senador”.
Y no me pueden decir que hoy que votaron y perdieron, perdieron, o sea, qué parte de “perdieron” no se entiende. Necesitaban ocho y tuvieron siete. Sí, por un voto se gana o se pierde y perdieron por un voto.
Y ahora no me pueden decir que entonces la mayoría de seis puede, que, porque fue apresurada, no, no es una reforma.
¿De qué manera tengo que explicar que es la Constitución vigente?
¿De qué forma me explico yo que, cuando sale en el Diario Oficial de la Federación el 15 de septiembre, a partir de ese momento es la Constitución vigente?
Y que esta pandilla de truhanes, yo los vuelvo a retar, de verdad, con todo cariño se los digo, díganme en qué artículo de la Constitución tienen semejante atribución.
¿Dónde dice que ocho pueden echar atrás la Constitución?
¿Dónde dice que seis?
Dónde dice que, si hicimos de manera apresurada, a saber, para qué es ellos apresurada, porque esto se presentó desde febrero del año pasado y se hicieron foros todo ese tiempo, y se burlaron hasta que se cansaron, pensando que no íbamos a tener la mayoría calificada.
Y ahora nos digan, nos sigan repitiendo la retahíla de majaderías que dice la derecha y la Corte y, frente a una situación gravísima, se sigan justificando con las preguntas. Uy, qué fuerte.
Porque, de verdad, yo no les pido que tomen partido, lo único que pido es que tengamos un mínimo de seriedad, porque llevo un rato explicándolo y me parece que he sido muy claro; pero, si en algo no he sido claro, lo vuelvo a explicar.
Pero lo que está haciendo la Corte es gravísimo, es gravísimo.
Sobre el costo de la elección, pues seis consejeros, consejeras, que son mayoría en 11, quién se los va a discutir, duplican el presupuesto para descarrillar el proceso electoral; porque, como no lo pueden parar, no lo pueden parar.
Bueno, les digo, artículo 61, Fracción I, de la Ley de Amparo, y se los he leído aquí, creo, donde dice que no procede el amparo contra una reforma constitucional, y siguen diciendo que nosotros no acatamos las decisiones.
Estaban en paro, señoras y señores periodistas, estaba en paro el Poder Judicial, lleva dos meses y medio en paro. Alguien explíqueme cómo puedes estar en paro y emitir sentencias, sentencias inclusive ilegales, sentencias sin fundamento constitucional.
¿Y nosotros desacatamos? Somos los apresurados, somos los que desacatamos, somos los que estamos llevando a este conflicto.
Pero, ¿cuál conflicto? Para pelearse se necesitan dos y nosotros lo único que hemos hecho es acatar el mandato del pueblo.
De mayoría que difícilmente se consigue en un proceso democrático a estas alturas de la humanidad, 50 y… ¿qué fue?, casi 60 por ciento de los votos, 59.7; es dificilísimo eso.
Díganme que alguno de ustedes pensaba que íbamos a ganar 30 de 32 estados, yo incluido; las senadurías de mayoría; 255 distritos. La respuesta del pueblo fue impresionante, y nos regatean eso y nos regatean la mayoría calificada y nos regatean.
Sí estamos haciendo una revolución y una revolución espanta, pero de allí, con sus reglas, sin violencia, acatando el marco legal que ellos hicieron, no lo hicimos nosotros, y esa gente pretende erigirse por encima de la nación y se convalida.
Qué fuerte, yo respeto si alguien piensa eso. Pero lo menos que podemos hacer en el intercambio es pues que me pusieran en dificultad, porque yo creo que estoy siendo muy claro, creo, pero si en algo no estoy siendo claro, de verdad, estoy dispuesto a volverlo explicar.
PREGUNTA: Nada más, senador, en el nivel de que respetemos la inteligencia un mínimo, yo pregunto por mi libertad de expresión.
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Claro.
PREGUNTA: Claro. Y lo que yo sé y lo que yo escucho, y mis inquietudes. No que me diga la derecha, o la izquierda, o tú; nadie. Es lo que yo veo y observo, eso es lo que yo pregunto. Entonces, también te pediría un respeto para su inteligencia. Gracias.
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Sí. Yo insistiría que todo lo que me preguntaste lo he contestado contigo aquí presente varias veces y que hoy lo volví a decir, y que me parece, si te dieras el tiempo para ver el video de lo que he dicho, te darías cuenta que las preguntas que me estás haciendo ya habían sido respondidas.
Y que inclusive tú reiteras en una posición de franca descalificación a lo que estamos haciendo sin seriedad, porque cómo se puede plantear que la Corte requiere ocho votos y luego tú me digas que, con seis, que porque la mayoría es la mayoría. No, no, explícame eso; explícame eso.
A ver, explícame. Me encantará. Préstenle el micrófono, por favor.
PREGUNTA: Seis representan la mayoría de 11, ¿no?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Seis representan la mayoría de 11, nada más el pequeño detalle es que es mayoría calificada, es pequeñísimo detalle, porque además puse el ejemplo de aquí, cuestionado por ustedes, yo cuestionado por ustedes, no recuerdo si tú en particular, pero cuestionado por la fuente, legítimamente de si era 85 y 86, ¿no?
Yo decía que con 85 era dos tercios, y la fuente decía “no, a ver, es que no llega”. Y si bien 86 se pasa deben ser 86, y nosotros hicimos las reformas con 86.
No dijimos: “Oigan, pues de 128, 65 son mayoría y se acabó”. No, no, ese no es un argumento, porque se te pide mayoría simple, mayoría calificada, mayoría relativa para un triunfo y me parece que un mínimo para el entendimiento es que todos vayamos con el mismo esquema.
Por eso es que yo planteo este tema de la seriedad, sin ningunas ganas de molestar, ni de injuriar ni a ti ni a nadie. Pero digo que ese es.
PREGUNTA: (Inaudible)
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Sí, claro.
PREGUNTA: (Inaudible)
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Sí, claro; sí. Es un tema importante.
Sólo, comento, que lo único que pudiera impedirlo, es que yo tengo que estar en una reunión a las seis y media de la tarde.
¿Perdón?
PREGUNTA: ¿Es la del INE?
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: No. Esa yo creo que la voy a tener que cancelar a como está la vida.
Tengo que estar en una reunión y, por lo tanto, debo salir de aquí mínimo cuarto para las seis por el tráfico y las distancias y todo.
Si antes de esa hora ya la Corte resolviera, aunque ya adelanté mi posición, y la verdad es que en lo de fondo, fondo yo no decido, es todo nuestro movimiento, es todos los que tenemos responsabilidades públicas y el pueblo mismo.
Y en el paso siguiente sería incorrecto e irresponsable de mi parte; yo tengo unas ganas locales de decir lo que hay que hacer, pero no me mando solo, soy parte de un colectivo y debo actuar con esa responsabilidad.
Entonces, no creo que yo tuviera algún elemento adicional, pero si lo tuviese y hay tiempo, con mucho gusto lo compartiría, o en el peor de los escenarios o algún boletín o algo, ¿no?
Pero yo creo que está el escenario planteado y que, en todo caso, pues mañana la compañera presidenta fijará la posición de nuestro gobierno, de nuestro movimiento, de nuestra democracia en torno a lo que finalmente haya decidido la Corte.
Pero yo quiero insistir que hoy, con las reglas que ellos determinaron, la Corte perdió, la derecha perdió, el golpismo perdió, y, deveras, nos pueden creer o no, la decisión de los ocho para nosotros, por más ilegítima e ilegal que fuera, teníamos que tomarla como una decisión válida.
No lo había dicho, ¿eh? Nunca aquí, recordarán, nunca hablé de desacatar, ¡nunca! Dije que se van a elegir las personas juzgadoras y que no nos íbamos a mover ni un milímetro.
Pero, además, desacatar ni siquiera me gusta porque no tienen facultades, pero nosotros no teníamos margen. Y perdieron.
PREGUNTA: (Inaudible)
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Se van a elegir, claro.
PREGUNTA: (Inaudible)
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Bueno, pues si ya decidió que no puede tirar la Constitución.
¿Cómo que pese a lo que decida la Corte? La Corte ya decidió y a lo que va es a una franca provocación.
Es que sí me toca un poco el nervio porque, ¿que me digan que ahora la Corte con seis puede decidir, y luego con cinco, y luego con tres, y luego con sólo Norma Piña?
PREGUNTA: (Inaudible)
SENADOR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA: Por eso, por eso. Pero yo digo, por qué no un poco le pensamos sobre el tema. Los invito; pero yo los invito, las invito.
¿Con cinco, con seis, con cinco, con cuatro, con tres, con Norma Piña sola? No, no, no. A ver, ya cruzaron la línea; ya cruzaron la línea, yo creo.
Ahora sí que permítanme el término popular, con eso cierro. Como decíamos en mi colonia: ¡Ya estuvo!