Número - 1319

• Informa Ana Lilia Rivera al Pleno que fueron aprobadas 39 reformas constitucionales y 47 leyes de nueva creación en los seis años de ejercicio legislativo.

La presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera Rivera, destacó que durante las LXIV y LXV Legislaturas, el Senado de la República aprobó mil 166 asuntos, de los cuales 39 fueron reformas constitucionales, 47 leyes de nueva creación, 877 reformas a diversos ordenamientos y 122 nombramientos de personal diplomático.

En la Sesión Solemne sobre el cierre de los trabajos legislativos, subrayó que los integrantes de la Cámara de Senadores, que iniciaron funciones en 2018, fueron capaces de construir consensos, pues 72 por ciento de este trabajo fue aprobado por unanimidad y sólo el 28 por ciento, por mayoría.

Aprobamos, enfatizó, “reformas fundamentales que han fortalecido nuestras instituciones, protegiendo los derechos de las personas y promovido el desarrollo económico y social del país”.

Al hacer un balance de los trabajos legislativos, Ana Lilia Rivera detalló que, de 2018 a la fecha, se realizaron 415 sesiones plenarias: 341 ordinarias, 43 solemnes, 16 extraordinarias y 15 de Congreso General.

Informó que, de las 39 reformas constitucionales, 24 ya fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF), 13 fueron remitidas a la Cámara de Diputados y dos se devolvieron a la colegisladora.

También puntualizó que, de las 47 leyes de nueva creación, 41 se publicaron en el DOF, una se remitió al Ejecutivo Federal, tres se remitieron a la Cámara de Diputados y dos se devolvieron a la Colegisladora.

Además, el Senado avaló 877 reformas a diversos ordenamientos, de las cuales 317 fueron publicadas en el DOF, 23 remitidas al Ejecutivo Federal, 251 remitidas a la Cámara de Diputados, 143 devueltas a la Colegisladora y 143 desechadas. También, pormenorizó, se aprobaron 203 decretos de diversa índole.

Sobre los nombramientos, la senadora puntualizó que se ratificaron dos mil 386 y se designaron 144.

Además, se ratificaron 122 nombramientos de personal diplomático, entre los que están dos de Secretario de Relaciones Exteriores, ocho de empleados superiores del ramo, 82 embajadores y 30 cónsules.

Entre los asuntos más destacables, la senadora enumeró la creación de la Guardia Nacional, la que elevó a rango constitucional los programas sociales, así como la figura de revocación de mandato, la consulta popular y la que modificó el fuero constitucional de la persona titular del Poder Ejecutivo.

Destacó que se abrogó la reforma educativa de 2013 y se creó una nueva que “abraza el humanismo y el respeto a la labor docente como principios cardinales”. Además, el Senado impulsó la paridad de género en todos los órganos y niveles de gobierno.

En materia laboral, la legisladora destacó que se respaldaron proyectos para impulsar vacaciones dignas, una reforma histórica al sistema de pensiones, la regulación de la subcontratación y la cobertura de seguridad social a personas trabajadoras del hogar y del campo.

La senadora reconoció la labor de todas y todos los coordinadores de los Grupos Parlamentarios por su labor durante las dos Legislaturas, para lograr consensos a favor de México; “sin la extraordinaria capacidad y voluntad de construir acuerdos de cada uno de ustedes, los trabajos realizados durante este sexenio simplemente no hubieran sido posibles”, asentó.

Indicó que durante los últimos años hubo retos inimaginables, como la emergencia sanitaria derivada de la pandemia por Covid-19; sin embargo, subrayó, en medio de la adversidad la Cámara demostró su compromiso inquebrantable con la Patria, pues las y los senadores no dejaron de trabajar por el bien de la ciudadanía.

En materia internacional, aseveró que la Cámara actuó como un órgano de voz potente, enriqueciendo sus trabajos con la pluralidad de visiones de las diversas fuerzas políticas; “nos empeñamos en honrar la tradición diplomática de México: promover la paz, la justicia social y el respeto al derecho internacional”, acotó.

En ese sentido, la senadora Ana Lilia Rivera sostuvo que el Senado apostó por una diplomacia parlamentaria innovadora capaz de abordar desafíos como la rivalidad entre naciones y el cambio climático a través de pronunciamientos.