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Número - 1044                                                    

  • Con la entrega de esta presea se celebra a las letras latinoamericanas: Ana Lilia Rivera. 

 

En Sesión Solemne, el Senado de la República entregó el Premio al Mérito Literario “Rosario Castellanos”, correspondiente al año 2023, a Francisco Hernández, quien es considerado uno de los grandes poetas de México.

 

Francisco Hernández nació en 1946 en San Andrés Tuxtla, Veracruz, y su obra ha sido recogida en publicaciones del Fondo de Cultura Económica, la Fundación para las Letras Mexicanas y en colecciones de la Secretaría de Cultura y de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Además, ha sido reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la especialidad de Lingüística; el Premio Internacional Rubén Bonifaz Nuño, de la UNAM; el Premio Nacional Xavier Villaurrutia; entre otros reconocimientos que se le han entregado al también creador emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

 

La presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera Rivera, recordó que con este premio se reconoce a escritoras y escritores con obra consolidada, escrita en idioma español o en cualquiera de las lenguas originarias de Latinoamérica, y que pertenezca a los géneros literarios de la narrativa, dramaturgia, poesía o ensayo.

 

“Con esta Sesión Solemne, el Senado de la República celebra a las letras latinoamericanas”, manifestó.

 

La presidenta de la Comisión de Cultura, la senadora Susana Harp Iturribarría consideró que Francisco Hernández es uno de los más grandes poetas mexicanos, ya que posee un estilo inigualable, pues su poesía se caracteriza por la expansión y la contención, “es un escritor muy disciplinado y alejado de los reflectores que ha sido reconocido en muchas ocasiones”.

 

Destacó que sus relatos poéticos no tienen precedente en la literatura mexicana, ya que escribe con una manera única de desestructurar la voz del hablante, con versos escritos en decasílabos asonantes, y “en prosa que parten de una fotografía donde devela la añoranza, el desencanto por el mundo, el tiempo, la muerte, la vida, la palabra, la existencia misma”.

 

Harp Iturribarría dijo que en toda su obra existen paisajes donde se combinan la niebla y las lluvias con las largas extensiones de sembradío de tabaco, acompañado de la música callada, de las sílabas que apelan a los silencios y a la emoción universal que privilegia la vista.

 

Mencionó que la maravilla que despierta Hernández en sus lectores se debe en parte a la creación de personajes sostenidos en sus obras poéticas, casi desde sus comienzos, al considerarlo un poeta de culto, anacrónico, de audaces y diferencias vigentes en el tiempo de la posmodernidad.

 

El poeta Francisco Hernández recordó que cuando era joven encontró libros de Rubén Darío y Salvador Díaz Mirón en el viejo librero de su padre y se dio cuenta de que “se podía escribir de otra manera y bucear en un mundo extraño con palabras”. Al fin de cuentas, dijo, esto es lo que he hecho durante todos estos años.

 

Hernández expresó su alegría por recibir este reconocimiento, sobre todo con la presencia de sus familiares y personas cercanas, pues dijo que contar con su compañía, es el verdadero premio para él.

 

“Esto muy contento por muchas razones que difícilmente salen del corazón, pero que están aquí varias personas por las que daría la vida.”

 

Durante su intervención, leyó varios poemas de su obra “Odioso caballo” y compartió que su primera experiencia con estos animales fue cuando era niño, se subió a uno para recorrer el pueblo donde vivía, pero al jinete le avisaron que un familiar había fallecido, y los ligeros galopes se convirtieron en una cabalgata rápida en el camino empedrado.