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Número - 932

  • Los pueblos originarios son quienes cuentan con un amplio conocimiento para contribuir a su cuidado y preservación, afirma Ricardo Velázquez. 

 

En México las Áreas Naturales Protegidas se han visto altamente amenazadas por empresas mineras, asentamientos humanos irregulares y un alto crecimiento poblacional, ya que el aumento en la demanda de insumos naturales ha acelerado la pérdida de especies tanto de flora como en fauna, señaló el senador Ricardo Velázquez Meza.

 

El legislador de Morena consideró que es necesario integrar nuevas formas de participación, donde las comunidades indígenas sean las que habiten estas regiones, pues son ellas quienes cuentan con un amplio conocimiento de los recursos naturales, y por ende contribuirían a su cuidado y preservación.

 

Por ello, Velázquez Meza exhortó a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), para que el aprovechamiento, uso y explotación de las áreas naturales protegidas pueda ser aprovechado por comunidades aledañas y nativas de la región, siempre y cuando, su uso y explotación no cambie, ni modifique el paisaje, ni afecte la flora y fauna del área.

 

Mediante un punto de acuerdo, también solicitó a la Conanp que informe sobre las concesiones otorgadas para el uso y aprovechamiento de los recursos de las áreas naturales protegidas.

 

En el documento, enviado a la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, el senador advirtió que nuestro país tiene concesionada gran parte de sus áreas naturales protegidas a empresas mineras, con el riesgo que ello implica para la biodiversidad.

 

Destacó que la Reserva de la Biósfera “Sierra La Giganta y Guadalupe” obtiene financiamiento, a través de diversos mecanismos, estrategias e instrumentos para asegurar la sustentabilidad.

 

Sin embargo, agregó que en dicha Sierra también se lleva a cabo una sobreexplotación de sus mantos acuíferos, por grandes inmobiliarias y complejos hoteleros o turísticos que actúan con capital extranjero, mientras que a las comunidades indígenas de la región les es imposible aprovechar esos recursos y viven en condiciones precarias.

 

Es fundamental que estas zonas sean explotadas sin deteriorar el ecosistema, modificar el paisaje de forma sustancial, ni causar impactos ambientales irreversibles, así como permitir que las comunidades aledañas y nativas de los alrededores puedan gozar de sus recursos, consideró el legislador.