Número - 419
- Por segunda ocasión, el músico de origen estadounidense se presenta en la Antigua Casona de Xicoténcatl, acompañado de Esteban León.
Matthew Schubring, en la viola, y Esteban León, en el piano, ofrecieron un concierto en el Centro Cultural “Casa Nuestra”, un recital que se llevó a cabo la noche del viernes, 10 de noviembre, con acceso gratuito.
Schubring, quien es un músico de origen estadounidense, comentó en entrevista que entre más se involucren las instituciones gubernamentales en promover la cultura, la idea popular de que la música clásica es elitista cambiará.
“Existe tanta gente que tiene una idea tan elitista de lo que es la cultura y la música clásica, pero tienen que darse cuenta de que las cosas no son así”.
De ahí la importancia de que el Senado de la República difunda este tipo de eventos, pues permiten que la mayoría de las personas tengan acceso a estos conciertos, que se presentan en diferentes ciudades del mundo.
“Qué bueno que el Senado se esté involucrando con la difusión del arte y la cultura, con la colaboración del Instituto Nacional de Bellas Artes”, abundó el músico egresado de la Universidad de Wisconsin.
En este sentido, dijo que le encantaría que las instituciones estatales se involucren más en la presentación de estos conciertos.
Para Matthew Schubring, tocar en el Centro Histórico de la Ciudad de México, siempre es un deleite, pues le da la oportunidad a la gente de presenciar y escuchar algo que para ellos no es tan cotidiano “y eso lo llena de gusto”.
Esta es la segunda ocasión que Matthew Schubring y Esteban León se presentan en la Antigua Casona de Xicoténcatl. Alrededor de las siete y media de la noche abrieron el concierto con seis danzas campesinas del compositor Richard Rodney Bennett.
La primera danza que interpretaron fue “All in a garden green”, siguieron con “Buskin”, “The Ladies´ Misfortune”, “Enfield Common”, “Chelsea Reach” y “The Czar of Muscovy”.
Y cerraron su participación en el patio de la antigua sede del Senado, con la interpretación de la “Suite hebráica”, de Ernest Bloch, que contempla las piezas “Rapsodie”, “Processional” y “Affirmation”, donde fueron ovacionados por el público.