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Número-106

  • La pandemia incrementó el riesgo de que las y los menores dejen la escuela para trabajar, advierte Gricelda Valencia de la Mora. 


 

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI, 2019), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes realizan trabajo infantil; de ese total, dos millones laboran en “ocupaciones no permitidas”. 

 

En este contexto, la senadora Gricelda Valencia de la Mora presentó una iniciativa para declarar la tercera semana del mes de septiembre de cada año como la “Semana Nacional para Prevenir y Erradicar el Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida”. 

 

La legisladora de Morena busca impulsar acciones y políticas públicas con la participación de autoridades, sector privado y empresarial, así como de la sociedad civil, en favor de la protección y salvaguarda de los derechos de niñas y niños en situación de trabajo infantil o en riesgo de incursionar en el mercado laboral. 

 

El trabajo infantil, subrayó en el proyecto que fue turnado a las comisiones unidas de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, y de Estudios Legislativos, puede producir efectos negativos, inmediatos o futuros, para el desarrollo físico, mental, psicológico o social de los menores e impide el disfrute pleno de sus derechos humanos. 

 

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, puntualizó la senadora, indica que el trabajo forzoso u obligatorio de niñas, niños y adolescentes en México, constituye una de las graves expresiones de la violencia y discriminación que imposibilita el ejercicio pleno de sus derechos, los coloca en situación de riesgo y los expone a afectaciones severas de su salud. 

 

Valencia de la Mora enfatizó que la iniciativa es pertinente en el contexto de la pandemia por Covid-19, ya que, debido a las repercusiones económicas, muchas familias se vieron obligadas a enviar a trabajar a sus hijos e hijas. 

 

“El trabajo infantil es inaceptable en cualquier circunstancia, y el impacto de la Covid-19 incrementa el riesgo de que niñas, niños y adolescentes dejen la escuela, para trabajar en situaciones que atenten contra su integridad física y psicológica”. 

 

A nivel nacional, al igual que en el plano internacional, reiteró la legisladora, se tienen que profundizar en las acciones y activar todos los mecanismos de protección necesarios para prevenir y erradicar el trabajo infantil.