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Número - 203

  • Pide facilitar el acceso al crédito para quienes no pueden acceder a los servicios que prestan las grandes corporaciones bancarias.  

     

La presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera, afirmó que el financiamiento es fundamental para el desarrollo de las comunidades indígenas y rurales, por lo que es necesario fortalecer legalmente a las financieras rurales, a fin de facilitar el crédito para quienes no pueden acceder a los servicios que prestan las grandes corporaciones bancarias.  

 

Relató que recorrió algunas zonas rurales con representantes de comunidades indígenas, para ubicar los lugares en los que se podría impulsar a estas financieras, toda vez que no han sido detonadas con el potencial que se requiere, porque “hay frenos legales” que lo impiden.  

 

En el foro “Financiamiento en comunidades indígenas y rurales: papel de las sociedades financieras comunitarias”, Ana Lilia Rivera enfatizó que con el fortalecimiento de dichas instituciones se podrá ayudar a los pueblos originarios, particularmente, a las mujeres, para promover el desarrollo a partir de pequeños ahorros.  

 

Las financieras comunitarias, destacó la senadora, se basan en la confianza, en la creatividad y en la asesoría en las zonas rurales.  

 

“Reconocemos que tenemos que fortalecer legalmente a estas instituciones financieras, para poderles dar completa legalidad y facilidad para llegar hasta abajo y darle apoyo financiero a quien nunca podrá ser financiado por las grandes empresas bancarias”, puntualizó. 

 

En tanto, el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Pérez Astorga, subrayó que estas entidades representan un puente hacia un futuro próspero y un desarrollo equitativo en México. 

 

Por ello, hizo un llamado a todos los actores involucrados para que promuevan las políticas públicas que fomenten el crecimiento y eficacia de estas instituciones rurales, pues en el país las comunidades indígenas han enfrentado una falta de acceso a servicios financieros, con lo que se ha limitado su capacidad para mejorar su calidad de vida. 

 

Pérez Astorga reconoció que se requiere de acciones decididas, porque estamos en una etapa crucial del país y estas entidades son un mecanismo poderoso para brindar servicios financieros a nivel local”, ya que se adaptan a la necesidad y características de las comunidades en las que ofrecen sus servicios.  

 

Estas sociedades, agregó, facilitan el acceso al capital, promueven y generan capacidad financiera sostenible, y las comunidades pueden impulsar proyectos que crean un ambiente de desarrollo. 

 

Además, el senador destacó la trascendental importancia que tiene el financiamiento de las comunidades, a través de la figura jurídica de las sociedades financieras, pues se ayuda a construir un país más fuerte y resiliente.  

 

Como senadores, agregó, es de vital importancia escuchar las experiencias y alcances que podemos lograr a través de estas sociedades. 

 

José Narro Céspedes, senador de Morena, refirió que la Ley para la Creación, Operación y Fomento de las Sociedades Financieras Comunitarias apoya a la población más vulnerable; sin embargo, en México, sólo 49 por ciento de las personas tienen acceso al crédito, lo que significa que faltan acciones e instrumentos para impulsar a este sector hacia su crecimiento económico.  

 

Además de que tengan acceso al derecho humano de la bancarización y a la conectividad, porque si México recibe 60 mil millones de dólares en remesas y una parte importante van hacia las comunidades originarias, donde salieron los migrantes, parte de este recurso debe usarse en proyectos para el desarrollo de pueblos y comunidades indígenas, manifestó.  

 

Isabel Cruz Hernández, directora General de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social, subrayó que ante la masiva exclusión financiera y la desigualdad de oportunidades de trabajo en México, el Senado reconoció la importancia de la ruralidad en el sistema financiero mexicano y aprobó una reforma que insertó a las sociedades financieras comunitarias en el sistema de ahorro popular. 

 

Por lo cual, dijo, ahora a estas organizaciones de personas y familias se les permite tener servicios rurales de ahorro y préstamo; se creó, además, un programa para que las crecientes remesas que envían sus parientes tengan la opción de generar su patrimonio familiar, dinero que sirve para hacer préstamos locales lo que dinamizan el empleo local.