Número - 1427
- Existe un dinámico intercambio comercial que asciende a tres millones de dólares por minuto, destaca el senador.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Eduardo Ramírez Aguilar, aseguró que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es el pilar de la política comercial de los tres países de la región, así como la punta de lanza para modernizar su planta productiva.
Durante el foro virtual “A tres años del T-MEC, perspectivas para México y la región”, el coordinador parlamentario de Morena subrayó que el proceso de integración económica de América del Norte ha entrado en una nueva fase al cumplirse tres años de la entrada en vigor del tratado comercial.
En ese sentido, destacó que es uno de los tratados comerciales más avanzados del mundo, pues permitió a México y a sus socios generar una mayor integración y competir en mejores condiciones dentro de la economía global.
“El Senado de la República jugó un papel central, tanto en la definición del texto, como en el proceso para su aportación y posterior ratificación, lo que facilitó su puesta en operación el 1 de julio de 2020”, enfatizó.
A tres años de su entrada en vigor, sostuvo el legislador, el balance es positivo, pues ha sido un elemento clave para la recuperación de la economía tras la pandemia por Covid-19, así como para mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro regionales.
“Hoy existe un dinámico intercambio comercial que asciende a tres millones de dólares por minuto, lo que refleja la profunda integración existente en amplios sectores. La industria automotriz, es probablemente la actividad regional más integrada, es una prueba contundente de este dinamismo”, puntualizó el líder de la mayoría legislativa.
En tanto, Kenneth Smith Ramos, socio de la consultora AGON, destacó que hay una diversificación de los países que invierten en México, principalmente asiáticos, el cual está anclado en la certeza jurídica del T-MEC, pues brinda confianza a los inversionistas de que hay un libre comercio a largo plazo.
Christopher Sands, director del Instituto de Canadá del Wilson Center, aseveró que el acuerdo comercial fue una apuesta ganadora de los tres gobiernos, pues el comercio regional presenta un crecimiento continuo tras el fin de la pandemia, al registrar un crecimiento de 27 por ciento, respecto al 2019.
A su vez, Kathleen Claussen, profesora de la Universidad de Georgetown, remarcó el papel del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, el cual permite que uno de los tres gobiernos promueva el cumplimiento de las normas laborales de alguna de las otras naciones para evitar violaciones a los derechos laborales.
La presidenta de la Comisión Especial para dar Seguimiento a la Implementación del T-MEC, Claudia Ruiz Massieu Salinas, alertó que no estamos exentos de que la dinámica política del 2026 busque generar presiones en la revisión del tratado, por lo que urgió a blindar el acuerdo para evitar que esto suceda.
Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Comisión de Justicia, puntualizó que, derivado del T-MEC, en México se instauraron los Tribunales Laborales en México y cuestionó si la falta de gobiernos progresistas podría afectar los derechos de las y los trabajadores.
La senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, denunció que el Sistema Nacional Anticorrupción y la Comisión Federal de Competencia Económica aún tienen vacantes en puestos importantes, a pesar de que ambos organismos son ejes fundamentales para la implementación del tratado comercial.
Al respecto, la senadora Nuvia Mayorga Delgado indicó que México es uno de los mayores importadores de maíz del mundo; sin embargo, recordó que el gobierno de nuestro país busca eliminar herbicidas y aplicó un aumento del 50 por ciento al arancel del maíz blanco, por lo que pidió usar el T-MEC para evitar que aumente el precio de este producto básico.
El senador Gustavo Madero Muñoz, del Grupo Plural, señaló que el acuerdo sólo se centra en lo comercial, pero es necesario compartir mayores compromisos por la defensa de la democracia, de los derechos humanos y del medio ambiente, como se hace en la Unión Europea.
Rafael Espino de la Peña, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, informó que México y Estados Unidos tienen un acuerdo que cumplirá 80 años, en el que intercambian agua a través de diversos ríos fronterizos, por lo que pidió analizar la regulación del recurso hídrico dentro del tratado, principalmente debido a la reciente escasez de agua en la frontera.