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Número - 994

  • En México tres de cada 10 mujeres es víctima de alguna forma de violencia en la atención obstétrica, advierte el senador.   

 

De acuerdo con el INEGI, en México tres de cada 10 mujeres es víctima de alguna forma de violencia en la atención obstétrica durante el parto, por lo que es necesario establecer un modelo que garantice los derechos de las madres y de sus hijas e hijos recién nacidas, afirma el senador Ricardo Monreal Ávila.  

 

El coordinador parlamentario de Morena enlistó en la Gaceta Parlamentaria una iniciativa para ampliar la protección de los derechos sexuales, reproductivos y a la salud de las mujeres, a fin de que se adopten las medidas que aseguren el parto y nacimiento humanizados. 

 

Se trata de que ellas sean informadas sobre las distintas intervenciones médicas que le serán practicadas durante el parto, que tengan acceso a un trato respetuoso y personalizado que asegure su intimidad y resguardo. 

 

Ricardo Monreal consideró que las mujeres tienen derecho a un parto fisiológico o natural considerando los tiempos biológicos y psicológicos de la madre, “evitando las intervenciones invasivas”.  

 

Además, propuso respetar sus necesidades y decisiones, establecer la obligación de que sean informadas acerca de los beneficios de la lactancia y facilitarla, y a mantener a su lado a la persona recién nacida. 

 

Destacó que en nuestro país, 33 por ciento de mujeres que dieron a luz afirmaron haber sufrido algún maltrato por el personal de salud; y 43 por ciento que parió afirmó haberlo hecho a través de cesárea, de las que el 10 por ciento reporta que no se le informó el motivo de la realización de dicha intervención y otro 10 por ciento dijo que no le pidieron autorización para realizarla.  

 

“Dichos datos nos hablan de la urgencia de generar un espacio de seguridad jurídica para la madre, persona gestante, padre y recién nacido”. 

 

Para contrarrestar este tipo de actos degradantes, afirmó, la Organización Mundial de la Salud ha sido enfática en recomendar a los países la introducción del modelo de parto humanizado, caracterizado por el respeto a los derechos de las madres y las personas recién nacidas en el momento del nacimiento. 

 

El propósito de este modelo de atención, enfatizó, es crear una experiencia positiva del nacimiento, basada en la dignidad humana, que incluye reconocer a la madre, padre y persona recién nacida como los protagonistas, así como respetar el proceso natural del parto, sin recurrir a prácticas médicas innecesarias e injustificadas.  

 

“Aunque en nuestro país existe una norma oficial que rescata algunos elementos de las recomendaciones de la OMS en materia de parto humanizado, aquella no recoge el universo de las mismas, lo que abre la oportunidad para elevar el tema a rango de Ley y, de ese modo, garantizar la incorporación del modelo referido en todo el sistema de salud del país”. 

 

Destacó que países como Argentina, Brasil, Estados Unidos y España han dado pasos legislativos para incorporar el modelo de parto humanizado a sus sistemas de salud, lo que generó resultados benéficos en la disminución de violencias en ese entorno.