Número - 969
- A pesar de los obstáculos, ellas han abierto los espacios laborales vedados por la cultura patriarcal.
En vísperas del “Día Internacional de la Mujer”, la presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, afirmó que en las actividades policiales desafortunadamente no se han tenido condiciones de igualdad para demostrar todo el potencial que las mujeres pueden aportar a esta función.
“Esto debido a que el honor de proteger y servir a la sociedad, como policías, históricamente había sido reservado únicamente para los hombres, y no fue hasta el Siglo XX cuando pudimos ver a las primeras mujeres tener el honor de trabajar para brindar tranquilidad y confianza a la ciudanía ante la delincuencia”, mencionó.
Durante el foro “Creadoras de Paz: Perspectivas de Género en Instituciones Policiales”, realizado en el salón de la Comisión Permanente del Senado, Sánchez Cordero reconoció que aún falta mucho camino por recorrer, si consideramos que las mujeres que tienen una activa y destacada participación en las fuerzas policiales de la Federación, los estados y municipios hasta hace un par de años reportaban piropos inofensivos, insinuaciones y solicitudes sexuales, insultos, manoseos o tocamientos y todo tipo de violencias dentro y fuera de algunas instituciones locales.
Sin embargo, la senadora dijo que, en los últimos 43 años, las mujeres hemos abierto esos espacios antes vedados por la cultura patriarcal, y hoy podemos ver a mujeres en el mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con Rosa Icela Rodríguez, y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con Clara Luz Flores.
Y hoy, subrayó, en contraste con lo que acontecía hace 93 años, en nuestro país el 20 por ciento del estado de fuerza policial se integra por mujeres, porcentaje muy cercano a la media internacional, y en casos como la Ciudad de México, se supera esa media internacional con casi 28 por ciento.
En su oportunidad, la senadora Martha Lucía Micher Camarena, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, dijo que las mujeres policías han rotó “el techo de cristal y los estereotipos establecidos para las mujeres” y tienen el mismo derecho que los hombres a ascensos, a capacitaciones y mejores remuneraciones.
Ustedes, les dijo la legisladora a las participantes, son disruptivas, son parte de lo que se nos ha prohibido a las mujeres, a las que nos mandaron a las labores de la casa, a la cocina, a cuidar enfermos, a ser maestras o enfermeras.
Pero ahora, las niñas, sus hijas o gente que las conoce, seguramente dicen yo cuando sea grande voy a hacer policía. “Ustedes rompen con lo que hemos llamado los estereotipos de género”, por lo que aseguró que no permitirá que ninguna mujer que marche en esta ciudad agreda a una mujer policía “por la causa que sea, por la rabia que tenga, no se debe permitir”.
Por otra parte, Marcela Figueroa Franco, subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, comentó que los chalecos de los policías hasta hace tres años eran diseñados para hombres, por lo que requeríamos chalecos para mujeres debido a nuestras características propias, pero fue hasta 2020 que se confeccionaron.
Recordó que actualmente los policías se preparan juntos, tanto hombres como mujeres; poco a poco van ganando su lugar las mujeres policías. Además, al inicio del gobierno actual de la Ciudad de México se registraron sesgos de género y se sumaban los obstáculos contra las mujeres policías.
“Las dos terceras partes de las mujeres policías son mamás y la mitad son jefas de familia, madres solteras. Ser mando operativo de la policía requiere de 24 horas, los siete días de la semana, y estar al frente de la familia es muy difícil; de ahí que las manden a cuestiones administrativas, pero no es porque quieran”, expuso.
Al dar un diagnóstico de la mujer policía, dijo que se adquirieron escudos para ellas, porque los que se tenían eran muy grandes y pesados; también se cambió la instrucción que se tenía de que se si llegaba una mujer a la corporación, lo primero que tenía que hacer era cortarse el cabello y dejarlo como casquete corto.
¿Y cuándo le preguntábamos a los mandos de la Universidad de la Policía por qué se tenían que cortar el cabello las mujeres?, y ellos respondían: “qué, no querían ser iguales”, o “van a gastar mucha agua y van a tardar mucho en arreglarse”. Esto, afirmó Marcela Figueroa, ha cambiado.
Mencionó que actualmente se tiene un plan de desarrollo policial con perspectiva de género y se creó un reglamento profesional de carrera.
A este foro también asistieron la secretaria de la Mesa Directiva del Senado, Verónica Noemí Camino Farjat, y Sulma Eunice Campos Mata, directora de la Unidad Técnica para la Igualdad de Género del Senado; así como las expertas en los temas de seguridad, Alma Lilia Campos Espíndola y Denisse Arvide