Número -955
- Destacan que ellas tienen un horario laboral de entre 14 a 16 horas.
En el Senado de la República se llevó a cabo el “Parlamento Femenil de Alto Nivel”, que inauguró el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, con el propósito de destacar las contribuciones de las mujeres en la sociedad.
En el encuentro, la senadora Nancy Sánchez Arredondo, de Morena, subrayó que la participación de las mujeres en el campo era prácticamente nula, no tenía ningún apoyo, pero actualmente 43 por ciento de la mano de obra agrícola, en países en desarrollo como México, es de mujeres.
Además, la presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, dijo que 15 por ciento de productoras nacionales son mujeres, “pero seguimos estando bajos” en estos indicadores.
Por ello, consideró necesario dejar un precedente en el próximo presupuesto, con el propósito de que les asignen suficientes recursos a las mujeres del campo y del mar.
Enfatizó que no se debe olvidar que las mujeres rurales, y en general todas las que son madres de familia, suelen realizar actividades rurales, además de la carga de trabajos del hogar.
Refirió que diversos estudios señalan que las mujeres del campo tienen un horario que van de las 14 a las 16 horas, entre los quehaceres del hogar y las actividades agrícolas.
También comentó que están por aprobar una propuesta para atender el tema de violencia vicaria, que es tan común en México y sucede igualmente con hombres como con mujeres.
El senador Elí César Eduardo Cervantes Rojas, de Morena, consideró que es momento de que las mujeres ocupen los espacios públicos, que nos representen y tomen decisiones; por eso, en este parlamento se buscarán los acuerdos con posturas muy firmes en beneficio de este género.
Katy Monreal, de la asociación Rosa Mexicano, consideró que los espacios de diálogo entre ciudadanía y el Poder Legislativo siempre son enriquecedores. “Estos foros deben llamar a impulsar la salud psicológica y mental de las mujeres e impulsar espacios y políticas públicas para sanar las heridas de la discriminación y la desigualdad”.
“No puede haber liderazgos de las mujeres, sin mujeres sanas, debemos seguir impulsando medidas de capacitación, de reconocimiento que nos permitan cada vez ser mejores lideresas, participando en política”, indicó.
Manifestó que no sólo es deber de las mujeres luchar por sus derechos, sino que se debe incluir a los hombres.