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Número - 234

  • Necesario, fijar una agenda que permita cimentar un entendimiento más profundo entre México y la Unión Americana, coinciden en el Senado. 

La presidenta de la Comisión Especial de Seguimiento a la Implementación del T-MEC, Claudia Ruiz Massieu, aseguró que el modelo de gestión bilateral de la frontera entre México y Estados Unidos es un ejemplo para el mundo. 

 

Es un espacio, dijo, que no está exento de retos, pero que hemos aprendido a gestionarlo a través de la coordinación y la corresponsabilidad. 

 

Durante la presentación del informe “El impacto económico de una frontera más eficiente entre México y Estados Unidos”, la senadora agregó que este documento puede ayudar a fijar una agenda que permita cimentar un entendimiento más profundo entre los pueblos de ambas naciones. 

 

“Ya sea en materia de seguridad, flujo ilegal de personas, armas, sustancias o dinero, o también los retos como el cambio climático y el cuidado del medio ambiente”, manifestó. 

 

Ruiz Massieu agregó que también se ha construido infraestructura compartida, un andamiaje de mecanismos institucionalizados, de coordinación y comunicación que han permitido cimentar confianza perdurable y duradera, que trasciende los ciclos políticos. 

 

Mencionó que es evidente que así como hay retos por resolver, también se abre un gran número de posibilidades a futuro; por ello la importancia de llevar a cabo un diálogo continuo y análisis permanente de todos los problemas.  

 

El estudio, destacó, da cuenta no sólo de lo que se ha hecho, sino de lo que se puede hacer para que la frontera se convierta cada vez más “en el imaginario colectivo de los pueblos de México y Estados Unidos, como un espacio de crecimiento, desarrollo e inclusión”. 

 

Por su parte, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Héctor Vasconcelos, apuntó que la frontera norte de nuestro país posee un enorme valor estratégico para las cadenas de producción, como se demostró durante la pandemia de Covid-19, y es, sin duda, la base de millones de negocios y empleos.  

 

Este informe, dijo, plantea un horizonte completo del enorme potencial que se puede liberar con inversión y trabajo: “la relación bilateral a futuro es infinita, mientras se mantenga en cada país nuestra identidad, cultura e independencia”. 

 

La presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, Gina Andrea Cruz Blackledge manifestó que la cooperación, la inversión y la implementación de mejores prácticas en la frontera deben ser la base de la colaboración bilateral, ante un escenario mundial de alta incertidumbre y estancamiento económico. 

 

Consideró necesario invertir en infraestructura fronteriza, que agilice el comercio y el flujo de personas, así como en nuevas tecnologías en materia de seguridad, para lograr un avance significativo en el combate al tráfico ilegal de armas, drogas y personas. 

 

El secretario de la Mesa Directiva, José Narro Céspedes, aseguró que el tema de la frontera es fundamental para construir una estrategia que permita a México y a Estados Unidos caminar juntos, “porque es la más dinámica del mundo, con el mayor intercambio comercial y movimiento financiero”. 

 

Precisó que para hacerla más eficiente, darle vida, fuerza económica, desarrollo y bienestar se deben impulsar y fortalecer instrumentos de cooperación, a través de un trato digno y amistad. 

 

Luis David Ortiz Salinas, senador de Movimiento Ciudadano, dijo que se tiene que poner atención a la actual división geopolítica internacional, pues industrias que estaban en Asia y China, ahora están en América del Norte, lo que representa un gran potencial para México, Estados Unidos y Canadá. 

 

La oportunidad que tenemos los países de Norteamérica, abundó, es invaluable e inmedible, pero para el caso de nuestro país es viable invertir en infraestructura carretera, porque 60 por ciento de las exportaciones pasan entre los puentes de Nuevo Laredo y Nuevo León, por lo que el tráfico comercial está saturado. 

 

Jason Marczak, director del Centro Adrienne Arsht para América Latina del Consejo del Atlántico, refirió que los resultados del informe revelan que si se trabaja para hacer más eficientes los servicios en las aduanas habrá beneficios económicos para ambas naciones. 

 

Como ejemplo, expuso que la reducción de 10 minutos de espera en la frontera norte de México permitiría el ingreso de 26 millones de dólares adicionales cada mes, lo que equivale a 312 millones de dólares anuales, además de que se generarían 19 mil empleos para las y los mexicanos. 

 

El tráfico no comercial, agregó, generaría un aumento de ingresos de 5.4 millones de dólares a la economía estadounidense.  

 

Comentó que la reducción de un minuto en los tiempos de espera podría aumentar la producción promedio de los 10 sectores mexicanos con mayores exportaciones, en dos por ciento anual.