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Número  - 098

  • Balance del T-Mec; Claudia Ruiz Massieu asegura que en México existe un consenso positivo sobre los beneficios del tratado.

 

A dos años de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, senadores, senadoras y funcionarios públicos realizaron un balance de las oportunidades que ha generado el acuerdo, los retos que los tres países han enfrentado en la implementación del texto y las áreas pendientes para explotar el potencial de la integración norteamericana.

 

En el encuentro se creó un grupo de trabajo, impulsado por la Comisión Especial de Seguimiento a la Implementación del T-MEC, encaminado a estudiar y proponer ideas de cara al proceso de revisión del Tratado, previsto para 2026.

 

Durante la clausura del foro, el presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Armenta Mier, consideró que acuerdos comerciales como éste -que implica a alrededor de 500 millones de consumidores de las tres naciones-, deben generar más oportunidades y promover la distribución justa de la riqueza.

 

Dijo que para que México pueda contribuir al desarrollo económico de este bloque comercial, necesita transferencia de tecnología, que cada vez sea menos visto como un proveedor de materias primas y más como un socio en los sectores secundarios y terciarios de la economía.

 

En esa lógica, enfatizó el senador, nuestro país podrá contribuir a combatir la concentración de la riqueza y a lograr una mayor distribución de los recursos, pero ese objetivo se alcanzará con la inclusión de las micro, pequeñas y medianas empresas.

 

Armenta Mier participó en el acto de presentación del Grupo de Trabajo “T-MEC: Construyendo hacia 2026”, así como en la clausura del foro “Dos años del T-MEC: Retos y Oportunidades hacia una América del Norte más integrada”, organizado por la senadora Claudia Ruiz Massieu, presidenta de la Comisión Especial de Seguimiento a la Implementación del T-MEC.

 

El presidente de la Mesa Directiva señaló que en el mundo hay problemas de pobreza y de concentración de la riqueza, y son los Estados, los gobiernos, los que deben de promover una justa distribución de los recursos, así como preservar los derechos a la vida, la seguridad, el comercio, la libertad, la alimentación y a la educación.

 

El senador recordó que Canadá, Estados Unidos y México forman parte de una región que representa una oportunidad de desarrollo comercial y económico. “Nuestra relación nos tiene que ayudar a que, en esa competencia por el desarrollo humano, por el crecimiento, por el intercambio comercial, ganemos los tres países”, subrayó.

 

A su vez, la senadora Claudia Ruiz Massieu aseguró que en México existe un consenso positivo sobre los beneficios del tratado y de la integración económica y comercial de América del Norte.

 

Lo que hace falta, apuntó la legisladora del PRI, es garantizar que sus beneficios lleguen a todas las regiones del país y a todos los grupos que integran nuestra sociedad.

 

Recordó que impulsar la integración implica retos que sólo serán superados con una perspectiva de Estado. Es decir, todo lo que tiene que ver con la implementación y la utilización del Tratado, para lograr los objetivos nacionales, lo cual trasciende a un gobierno en ese sentido.

 

Pero lo más importante, acotó, es que la integración con América del Norte o el T-MEC, en este caso, no son fines en sí mismos, sino herramientas que nos tienen que ayudar a lograr lo que cada país se fija como prioridad nacional.

 

En su oportunidad, Graeme C. Clark, embajador de Canadá en México, expuso que es necesario promover los consensos en los tres países, para beneficio de sus sociedades.

 

“Los amigos pueden tener desacuerdos, es algo normal, y qué bueno que tengamos mecanismos como el T-MEC para resolver nuestras diferencias. No podemos dormirnos en nuestros laureles, porque estamos en un mundo competitivo y otros actores del mundo están buscando integración, y porque tenemos que seguir impulsando que el acuerdo sea inclusivo”.

 

Patrick O´Reilly, consejero en Asuntos Económicos de la embajada de Estados Unidos en México, consideró muy importante que se den espacios de diálogo de alto nivel, como este foro, a fin de lograr que el acuerdo comercial sea más atractivo para las inversiones en México, en beneficio de la competitividad.

 

Por su parte, el diputado federal Ildefonso Guajardo Villarreal, del PRI, advirtió que es indispensable evitar las iniciativas que pongan en riesgo la integralidad de los acuerdos internacionales de México.

 

Cualquier confrontación, aseguró, tendrá repercusiones en la balanza de importación y exportación agropecuaria, lo que “pondría en riesgo nuestras fortalezas exportadoras”. Aseguró que, en el pasado, como en el caso del TLC, nunca se cuidaron los periodos de revisión. “No queremos nunca más poner en riesgo la estabilidad de un acuerdo”.

 

Guajardo Villarreal ofreció el apoyo de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, para que se sumen a este esfuerzo de monitoreo, y se pueda mejorar la viabilidad y el aprovechamiento de un acuerdo comercial que está diseñado para beneficiar a México.