Número-1360
- Jóvenes y activistas llamaron a adoptar prácticas que contribuyan a preservar el medio ambiente.
El Senado de la República, a través de la Junta de Coordinación Política, que preside el senador Ricardo Monreal Ávila, realizó el foro “Ambientalismo: un estilo de vida”, en el cual jóvenes y activistas coincidieron en que se debe normalizar, impulsar y adoptar acciones cotidianas para cuidar los ecosistemas.
Destacaron la importancia de incluir a todos los sectores de la población, para atender la emergencia climática que se agudiza y que causa estragos como la escasez de agua o el calentamiento global.
Alejandro Reynoso Medina, director del colectivo “Juventud Real”, reconoció el compromiso y la apertura del Senado para abordar y fomentar actividades con las y los jóvenes, a fin de que se sumen al cuidado del planeta apegados a la “Agenda 2030”.
Debemos trabajar para que el ambientalismo se convierta en un estilo de vida y no sólo en un tema de conversación o de moda.
Del mismo colectivo, Roberto Hernández planteó que la pandemia demostró que los hechos aislados no existen, toda vez que cualquier acto puede repercutir en otros lugares del mundo, por lo que llamó a reflexionar sobre las acciones que pueden provocar impactos ambientales, así como aquellas que contribuyen a preservar el medio ambiente.
Agregó que existen proyecciones que alertan sobre más emergencias sanitarias derivadas de los cambios climáticos extremos, a las cuales se les debe dar atención a través de un plan integral, sistemático y eficaz, en el que intervengan la sociedad, los gobiernos y las industrias.
Roberto Hernández comentó que el uso de los cubrebocas fue una medida adoptada para proteger a la población mundial; sin embargo, el tratamiento para desecharlos no fue implementado de forma correcta, al grado de que en los mares abundan millones de estos productos que en su mayoría no son biodegradables y ahora representan un problema ecológico.
Por su parte, el actor y activista Miguel Rodarte consideró que necesitamos reaprender y redefinir nuestro lugar en este mundo, hacer un cambio de mentalidad en el que los seres humanos dejemos de concebirnos como el centro de toda creación y creer que la naturaleza sólo existe de manera subordinada para servirnos de ella hasta agotarla.
Somos parte de millones de especies que conforman la biodiversidad, por lo que se necesitan muchos promotores, visionarios para materializar la mentalidad y crear mejores prácticas para cuidar el medio ambiente.
Argumentó que el planeta tiene la cualidad de regenerarse y seguir sus vectores naturales para sanar y mantener un equilibrio ecológico, muestra de ello fue que, durante el periodo de confinamiento por la pandemia, se pudo apreciar que los ecosistemas recuperaron un poco sus niveles de equilibrio, por la ausencia de los humanos.
En ese sentido, reconoció la labor de la Cámara de Senadores para integrar a los jóvenes en este tipo de reflexiones, que coadyuvan a que el ambientalismo sea una forma de vida desde una etapa temprana de su desarrollo y esto se pueda replicar de forma cotidiana en su entorno social.