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Número-1261

  • Guerra entre Rusia y Ucrania provoca alza en los energéticos, fertilizantes y otros insumos para el campo, destaca José Narro. 

Senadores, académicos y productores analizaron los retos que enfrenta el campo mexicano, frente a la inflación y el encarecimiento de los insumos agrícolas que se registra a nivel internacional, particularmente por los estragos de la pandemia de Covid-19 y el conflicto armado entre Rusia y Ucrania.  

 

En la inauguración del “Encuentro campesino contra la inflación”, que organizó el senador José Narro Céspedes, la presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, destacó que, en los últimos años, el mundo ha experimentado escenarios sanitarios muy complicados, generados por el SARS-CoV-2 y la gripe aviar en la industria avícola estadounidense.  

 

Además de la inestabilidad en Medio Oriente o la intervención de Rusia en Ucrania, dos productores importantísimos de hidrocarburos, de insumos tecnológicos y grandes productores de grano. 

 

Esto deterioró las dinámicas de los flujos comerciales, lo que repercutió en los controles inflacionarios en general y en el poder de compra sobre productos alimenticios en particular. 

 

Sánchez Cordero subrayó que este panorama incrementó el Índice Nacional de Precios al Consumidor, de 0.78 por ciento mensual y 7.22 por ciento anual, y esto afectó a muchos sectores, pero impactó con mayor fuerza al campo mexicano y a productos esenciales de la canasta básica. 

 

Por ello, agregó, el Estado mexicano desplegó una serie de acuerdos para construir un plan de contención, que incluye al sector agroalimentario, incentiva el aumento en la producción de granos, así como la entrega de fertilizantes y la congelación del precio de 24 productos, de los 40 que contempla la canasta básica, como el maíz, frijol, leche y huevo. 

 

La senadora consideró que este foro ayudará a visibilizar y dimensionar los retos del campo mexicano, ante un escenario internacional en el que Estados Unidos se acerca a una recesión económica y China ha replanteado sus estrategias comerciales en todo el mundo. 

 

Por su parte, el senador José Narro Céspedes coincidió que el alza a los energéticos, fertilizantes y otros insumos se debe a la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que han provocado que la inflación se haya incrementado siete por ciento en promedio, y en consecuencia han encarecido los alimentos. 

 

En ese sentido, sugirió que todos los actores que intervienen en la cadena productiva del rubro agropecuario se unan para articular una estrategia de capacitación, apoyo tecnológico y acciones que resuelvan los problemas de este sector productivo, a fin de frenar los factores que provocan estos índices inflacionarios. 

 

“Las organizaciones campesinas debemos reconocer que necesitamos rediseñarnos, porque muchos de nosotros crecimos, formados, a través de los programas clientelares, corporativos para lograr atraer recursos que, fundamentalmente, se quedaban en las dirigencias de las organizaciones y ahora se apoya directamente a los productores”.  

 

En este encuentro, que se realizó en la Antigua Casona de Xicoténcatl, sede alterna del Senado, el vicepresidente de la Mesa Directiva refirió que parte de las propuestas que presentó el Ejecutivo Federal para combatir la carestía, replantean la necesidad de incrementar el apoyo al campo y lograr la autosuficiencia alimentaria, compromiso que fue planteado desde 2018. 

 

La senadora Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, dijo que todas las etapas de la cadena de producción alimentaria están impactadas por la inflación, provocada por el conflicto entre Ucrania y Rusia, así como los estragos de la pandemia, factores que repercuten en los precios de combustibles e insumos para el campo. 

 

Consideró indispensable que nuestro país sea autosuficiente en la generación de fertilizantes, porque es algo que nos afecta actualmente, por ello, refirió que el proyecto de la planta de fertilizantes en Topolobampo es una buena opción para cubrir la dependencia de este insumo.  

 

Destacó que México destina 24.6 millones de hectáreas a la agricultura y 110 millones a la ganadería, se producen más de 280 millones de toneladas de alimentos, incluyendo la actividad pesquera, que equivale a 950 mil millones de pesos; además, en 2021, las exportaciones alcanzaron 40 mil millones de dólares. 

 

El senador Ángel García Yáñez, presidente de la Comisión de Reforma Agraria, pidió sumar esfuerzos para solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que asigne más recursos al campo y hacer que éstos lleguen de manera oportuna y directa a los campesinos. 

 

La senadora del PRI, Beatriz Paredes Rangel, dijo que, para fortalecer el sector agroalimentario, se debe atender la inversión en materia hidráulica, la implementación de programas fundamentales como el seguro agrícola, apoyo a la comercialización, así como estrategias para el financiamiento campesino.  

 

El senador Jorge Carlos Ramírez Marín, del PRI, celebró el llamado del Gobierno Federal para atender la crisis inflacionaria, la interrupción agraria, la crisis alimentaria y las afectaciones climáticas, y reiteró que los legisladores son los responsables de establecer una política para sacar adelante a los campesinos mexicanos. 

 

Al encuentro también asistieron Luis Hernández Palacios Mirón, procurador Agrario; Katia Isabel Herrera Quevedo, secretaria de Desarrollo Agropecuario del Estado de Morelos; Arizmendi Espino, secretario del Consejo Mexicano de Desarrollo Rural Sustentable; José Solís Ramírez, rector de la Universidad Autónoma de Chapingo; Carlos Raúl Ramos Alba, integrante del Consejo Consultivo de la CNPA; así como representantes campesinos y agropecuarios.