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Número-1233

  • Sánchez Cordero reconoció que la mortalidad de mujeres embarazadas afecta principalmente a poblaciones de menores ingresos.  
     

El apoyo del Estado a la maternidad debe ser indiscutible, por el valor que aporta a la sociedad y para garantizar que no sea un sacrificio, sino el ejercicio de una serie de derechos, afirmó la presidenta del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero. 

 

Al inaugurar el ciclo de conferencias “Maternidad acompañada: pilar de la salud de las madres mexicanas”, la senadora hizo énfasis en el deseo de reconocer, visibilizar y celebrar a las mujeres embarazadas. 

 

Sin embargo, dijo, la maternidad no es fácil, está acompañada de muchos retos, particularmente si existen condiciones extremas de violencias sociales e intrafamiliares. 

 

Sánchez Cordero indicó que, de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la mortalidad materna es la principal causa de muerte en el sector femenino en edad reproductiva en el mundo; además de que más de mil 500 mujeres y niñas mueren cada día a causa de complicaciones relacionadas con el embarazo o con el parto. 

 

En México, asentó, esa mortandad afecta desproporcionadamente a las poblaciones de menores ingresos y mujeres indígenas, a lo que se sumó la pandemia por Covid 19 que aumentó los decesos y acentuó la discriminación que las madres enfrentan en los empleos. 

 

La senadora adelantó que presentará una iniciativa sobre la depresión postparto, tema que ha sido invisibilizado totalmente, como la violencia obstétrica.  

 

La vicepresidenta de la Mesa Directiva, Alejandra Lagunes Soto Ruíz, dijo que desde el Senado tenemos que hacer todo lo posible para que ninguna mujer se sienta sola al ser madre, desde mejorar los protocolos de atención hospitalaria y pediátrica, promover nuevos paradigmas de salud mental y mecanismos en los centros de trabajo para garantizar una maternidad plena. 

 

“El tejido social sólido, sano y fuerte de la sociedad empieza en casa, y con la gran cantidad de mamás en México, la estructura social en gran parte depende de una maternidad sana, acompañada, rodeada de soporte social, familiar y político de las instituciones”, puntualizó.  

 

Zoé Robledo Aburto, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, expresó que no hay una tarea más importante para una institución de salud que la protección de la vida de las madres y de sus hijas e hijos. 

 

Tema que, consideró, no sólo debe ser una prioridad para las instituciones, sino un esfuerzo del Estado en su conjunto.  

 

El funcionario refirió que la mortalidad materna es uno de los indicadores más importantes para medir el estado de salud de la población, porque cuando este índice es elevado constituye un problema de salud, que puede ocasionar consecuencias negativas en todo el país. 

 

Agregó que el IMSS lleva a cabo, entre otras acciones, el Modelo de Atención Materna Integral para reducir tanto los fallecimientos como la morbilidad materna perinatal.  

 

Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, alertó que siete de cada 10 mujeres mayores de 15 años en México son madres; y en el 2020, de los 1.6 millones de nacimientos, 5.7 por ciento fue en menores de 18 años, es decir, que cinco mil mujeres fueron madres menores de 15 años, subrayó. 

 

Lo que es un tema que nos preocupa y ocupa que habla no sólo de la cultura, sino también de la violencia sexual, pues “ser madre antes de los 15 años es que hubo una violación”. Entre 2016 y 2020, denunció, se registraron 400 nacimientos diarios de menores de 18 años.