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Número-522

  • La desigualdad en materia de género es un factor que produce sesgos en la prestación de servicios de salud: Américo Villareal. 

 

El Senado de la República aprobó un proyecto para reformar las leyes generales de Salud y para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, así como la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, a fin de incorporar la perspectiva de género en la atención de la salud sexual, y reproductiva. 

 

Con ello, se busca que la Secretaría de Salud aplique este principio a las estrategias, campañas de información y otros programas, a fin de contribuir a la igualdad entre mujeres y hombres en el acceso a la salud, y de incluir las neoplasias que afectan la salud sexual y reproductiva. 

 

En su intervención, el senador Américo Villareal Anaya, presidente de la Comisión de Salud, dijo que la aplicación de la perspectiva de género tiene el objetivo de establecer las condiciones para brindar tratamientos médicos, sin hacer distinción por cuestiones de género.   

 

Afirmó que el dictamen, que fue aprobado con 88 votos a favor y enviado a la Cámara de Diputados, trata de hacer explícito y precisar la igualdad de derechos a los servicios de atención médica, ya que la dinámica en la esfera sanitaria tiene profundas repercusiones que provocan diferencias. 

 

Refirió que, en el informe anual de la Organización Panamericana de la Salud 2019, se menciona que la desigualdad en materia de género es un factor que influye en el acceso a servicios de salud y produce sesgos en la prestación médica.  

 

Un ejemplo, dijo, es que se abordan de manera diferente los planes de atención de cánceres de mujeres, pero es necesario que se le de la misma importancia a los tipos de cánceres que padecen los hombres como en el caso de la próstata.  

 

Villareal Anaya también destacó la importancia de que se garantice la atención a la salud con igualdad de derechos para los adultos mayores, así como incorporar la palabra "saludable", en complemento a los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar.  

 

Reivindicar la igualdad entre mujeres y hombres es un asunto de derechos humanos, que aporta el sustento ético y político necesario para avanzar hacia una sociedad verdaderamente democrática, concluyó.