Número - 617
- Hace referencia sobre los cuidados necesarios de los mares y océanos, de las especies que en ellos habitan y de las y los pescadores.
La presidenta de la Comisión de Puertos e Infraestructura Marítima, Araceli Saucedo Reyes, afirmó que con alianzas y trabajo en equipo, con los más de 300 mil hombres y mujeres que se dedican a la pesca, se puede cuidar el mar y las especies que viven ahí.
Aseveró que gracias al documental “Té de agua salada” se pueden visibilizar y observar los problemas que hay para quienes viven de la pesca, pero también del cuidado que debemos que tener con nuestros mares y océanos, empezando por la basura, por lo que es indispensable hacer un llamado a las autoridades locales para que trabajen en la limpieza y no solo se deje la responsabilidad a los pescadores.
Saucedo Reyes mencionó que planteará al secretario de la Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, una reunión para trabajar una agenda a partir del mes de febrero, con la intención de visitar los mares y océanos.
La presidenta de la Comisión de Pesca, Ivideliza Reyes Hernández, señaló que no basta con concientizar a la ciudadanía sobre lo importante que son nuestros mares, lagos, lagunas, ríos, sino que se requiere actuar para evitar la contaminación de éstos.
Afirmó que este documental nos dice que tenemos la responsabilidad de cuidar el mar y de respaldar a los pescadores para que tengan igualdad de derechos, “porque los pescadores deben tener un esquema laboral que incluya la seguridad social, pues son parte fundamental de la alimentación de este país, y no pueden tener menos derechos que otros”.
Reyes Hernández dijo que no basta con mantener limpios los mares, sino con tener vigilancia adecuada día y noche, ya que hay “depredadores” que hacen mal uso de la fauna marítima y del mar, por lo que no basta con que haya leyes, sino que hay que ver que se cumplan. “Queremos un mar prospero lleno de oportunidades”, destacó.
El documental “Té de agua salada”, habla sobre la labor de las mujeres y hombres pescadores, quienes diariamente pescan ostión, langosta, atún, huachinango, pulpo, así como de la labor de las pesquerías locales que son el sostén económico de las comunidades pesqueras, y de su activismo en el cuidado del mar y de las especies que lo habitan, para así evitar la sobreexplotación.
“Té de agua salada” describe la importancia que tienen las mujeres que se dedican a la pesca, a fin de que sean reconocidas, no solo por su labor, sino por su lucha por una vida digna y equitativa en las comunidades pesqueras.