Número - 373
- También dedican un espacio para recordar a la periodista hidalguense Elisa Acuña.
La Cámara de Senadores conmemoró el natalicio de la escritora Sor Juana Inés de la Cruz, reconocida como una de las más importantes representantes de las letras mexicanas y autora fundamental del Siglo de Oro de la literatura hispánica.
Asimismo, durante la sesión las y los senadores celebraron el Día Nacional del Libro, por la importancia de la lectura para el desarrollo de los mexicanos, y recordaron a Elisa Acuña, hidalguense que desatacó por su trabajo periodístico y su activismo en favor de los derechos de la mujer.
Susana Harp Iturribarría, de Morena, sostuvo que más que papel y tinta, un libro es un puente hacia otros mundos, un espejo de la humanidad y un faro para entender y comprender a otras personas. La lectura, agregó, “nos da alas” y es a través de ellas que un país puede crecer y hacerse fuerte.
De Acción Nacional, Araceli Sandoval Ortiz consideró que la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz inspiran a trabajar por una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades, mientras que el Senado, opinó, puede tomar su legado para impulsar políticas de igualdad, acceso a la educación y valoración de la cultura y las artes.
La senadora Cristina Ruiz Sandoval, del PRI, destacó la vida y obra de Elisa Acuña Rossetti, periodista y feminista reconocida por su aportación a la educación y fundadora del grupo “Hijas de Cuauhtémoc”, que luchó por la igualdad. “Por mujeres como ella es que hoy tengo derecho a hablar desde esta tribuna con plena libertad”, dijo.
Del PVEM, la senadora María del Rocío Corona Nakamura reconoció la lucha de las dos destacadas mujeres, y en el caso de Juana Ramírez de Asbaje -su nombre real-, se trata de una de las más grandes exponentes de la literatura en nuestro idioma.
Del PT, Geovanna Bañuelos de la Torre manifestó que en una época en la que la mujer era relegada al papel doméstico y su intelecto subestimado, Sor Juana Inés se erigió como una voz disidente que luchó contra los estereotipos de género y defendió el derecho de las mujeres a la educación y la expresión intelectual.
Alejandra Barrales Magdaleno, de Movimiento Ciudadano, expresó que la Décima Musa mexicana se incorporó a la vida religiosa con el propósito fundamental de cultivar y madurar su intelecto, por lo que su trascendencia radica en su excepcional legado como escritora, pensadora y defensora de derechos a la educación de las mujeres, lo que la convierte en una de las figuras más relevantes de la literatura mexicana y latinoamericana.